Georgia lo acusa de haber extorsionado a principios de 2010 junto con su hermano a otro compatriota suyo que tenía un restaurante en Salónica (Grecia), al que le exigieron un pago de 40.000 euros para no quitarle el establecimiento, aunque finalmente no los pagó.
El tribunal entiende que la imputación en Georgia en relación al delito de asociación ilícita es más amplio que el investigado en España y descarta que ambas investigaciones "abarquen los mismos hechos", tal y como defendía la defensa de Shushanasvili en la vista de extradición celebrada el pasado 13 de diciembre.
También rechaza que, aunque la llamada de extorsión se cometiera desde España, deban ser los tribunales españoles los competentes, ya que Shushanasvili es ciudadano georgiano, al igual que la víctima, lo que, para la sala, es un "vínculo de conexión más que vendría a reforzar" la legitimidad de Georgia para conocer del caso.
Otro de los argumentos que descarta la sala es la ausencia de garantías judiciales en Georgia, al considerar que este país ha firmado convenios o tratados internacionales con España y "ninguna duda hay que poner" a que cumpla sus compromisos en materia de derechos fundamentales.
La organización criminal georgiana "Kutaisi" se asentó en 2005 en España con Shushanasvili como líder, quien en orden jerárquico estaba subordinado a su hermano Lasha Shushanasvili, el jefe internacional de la red, que logró escapar de la operación en Grecia, y su lugarteniente, Koba Shermazashvili. EFE
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