Perspectivas para la economía rusa en 2012

Foto de RIA Novosti

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Los analistas rusos aseguran que este año que empieza será aún más complicado que el anterior. Según una encuesta realizada entre los administradores de empresas industriales (el llamado índice PMI), les preocupa sobre todo que Europa, EEUU y China hayan registrado una caída en la producción por primera vez en tres años. Pero, aunque las predicciones negativas sobre una segunda recesión mundial no se cumpliesen, la economía rusa difícilmente podrá conservar su ritmo actual de crecimiento

Petróleo caro, rublo barato

“Este año será un reflejo invertido del que acaba de pasar: el primer semestre será duro, y luego, durante el segundo, la situación irá mejorando”, afirma el especialista en estrategia económica de la empresa de inversiones Troika Dialog, Chris Weafer. “Europa seguirá buscando una salida a la crisis. Esto influirá tanto en el comportamiento de los inversores como en los precios del petróleo, que caerán por debajo de 100 dólares el barril durante el primer semestre del 2012”, pronostica Vladímir Tijomírov, de la empresa de finanzas Otkritiye. “Durante el primer trimestre, el cambio euro-dólar llegará a su punto mínimo anual, y con él, el precio del rublo”, vaticina Yúliya Tsepliáieva, de BNP Paribas. “Con este trasfondo, y teniendo en cuenta que se acercan las elecciones presidenciales, el cambio de divisa durante el primer  trimestre podría caer hasta 32-33 rublos/dólar”, opina Iván Chakarov, de la empresa de inversiones Renaissance Capital.

“Más tarde, la situación irá mejorando. Los analistas apuestan por que los políticos europeos lleguen a encontrar una salida a la crisis, la zona euro no se acabe dividiendo y que China, por su parte, deje de ser motivo de preocupaciones al poder  llevar su economía a un “aterrizaje” suave, puesto que la elite, en vistas de los cambios en la administración del país que tendrán lugar en otoño, está interesada en la estabilidad”, prevé Weafer.

En Rusia, tras las elecciones, se reanudará el proceso de reforma, una medida que aumentará el optimismo de los inversores, según la opinión de Tijomírov:  “La afluencia de capital apoyará el rublo y alentará la economía”. “Durante la segunda mitad del año cuento con una carrera al alza del rublo,” dice Tsepliáieva. Finalizada la inestabilidad política, empezará la repatriación del capital, lo cual, junto con la subida de los precios del petróleo hasta los 120 dólares por barril hacia finales del año, fortalecerá el rublo, que llegará a alcanzar el cambio de 28,55 rublos/dólar.

Pero no todo el mundo comparte este optimismo. A principios de año, el Banco Central Europeo emprenderá una flexibilización cuantitativa masiva, algo que no hizo en 2011, y, si Europa no supera el bache, otra etapa de flexibilización cuantitativa comenzará en Estados Unidos. Este “diluvio” monetario ayudará mucho al rublo, espera Alexéi Moiséiev de VTB Capital: “Esperamos que el rublo se fortalezca hasta 28-29 rublos/dólar durante el primer semestre, pero más tarde habrá una bajada gradual”. “Durante el primer trimestre, el superávit de la cuenta de operaciones corrientes suele ser alto y el factor de temporada puede incluso tener más peso que el trasfondo político negativo dentro del país”, considera Kirill Tremásov, de Nomos-Bank. “Para que el rublo siga bajando a principios de año tiene que darse un empeoramiento dramático en el país o en el mundo.” “En los primeros meses del 2012 asistiremos a un fortalecimiento del rublo”, ratifica Alexánder Morózov, de HSBC, “pero, hacia finales de año, la cesta de las dos divisas se encarecerá hasta 39 rublos (ayer estaba en 36 rublos). El cambio del dólar llegará a los 32,9 rublos, es decir, el rublo perderá mucho más en comparación con el dólar que con el euro”.

“En 2012 las empresas y  bancos rusos tendrán que pagar alrededor de 75 mil millones de dólares de deuda externa; es menos que en 2011, pero comparable con el superávit de la cuenta de operaciones corrientes”, indica Yevgueni Gavrilenkov, de Troika Dialog. “Si los problemas globales persisten (lo cual, según el experto, es lo más probable) y la refinanciación de la deuda sigue siendo complicada, el rublo se irá debilitando, ya que para sufragar la deuda se gastarán, como mínimo, todas las divisas que se hayan ganado”. Por lo tanto, el cambio de 33-34 rublos/dólar a finales de año no constituirá ninguna sorpresa”, dice Gavrilenkov. En caso de que los países desarrollados lleguen a resolver sus problemas financieros, el rublo podría quedar al mismo nivel que ahora o incluso verse fortalecido.

“Con la estabilización de los precios del petróleo, estarán al mismo nivel la salida de capital y el crecimiento de la importación, aunque este último disminuya 1,5 veces; la devaluación de un 5% aproximadamente resulta la más probable y realista”, opina Maxim Petronévich, del Centro del Desarrollo de la Escuela Superior de Economía.

De lo que todo el mundo está seguro es de que el cambio del rublo oscilará mucho más que antes. “El rublo bajará y subirá varias veces,” dice Xeniya Yudáieva, de Sberbank.

La inflación se acelerará y la economía se ralentizará

La inflación de 2011 será la más baja en toda la historia de Rusia: según los datos de Rosstat para el 26 de diciembre, constituirá el 6,1%. Pero no será por mucho tiempo. Una de las causas del éxito actual es la base al alza del segundo semestre de 2010, cuando la sequía provocó una gran subida de precios en productos alimenticios. Los analistas están seguros de que la inflación se seguirá ralentizando hasta mediados de 2012, para volver a acelerarse posteriormente.

Para esto, servirá de catalizador la indexación de tarifas, aplazada hasta julio, así como la ya mencionada base de 2011, que será baja esta vez. “No creo que los precios de las materias primas de producción agraria bajen al mismo ritmo que este año, por consiguiente, la inflación será más alta y posiblemente supere el 7%,” expone Petronévich. “El ritmo de la subida de precios será más moderado que en 2011, alcanzando el 6% anual, algo que será posible gracias a una brusca ralentización del crecimiento económico”, pronostica Chakarov. “Tenemos la previsión más baja de crecimiento del PIB, un 2,3%, y esta ralentización significa que no existirá presión de la inflación sobre la economía”.

“Hay varios motivos para que la inflación se ralentice”, replica a los analistas un alto cargo del Ministerio del Desarrollo Económico. “El Ministerio espera que el cambio del rublo, aunque debilitado, sea estable: la media anual sería 31,1 rublos por dólar, este año, y de momento está en 29,4. Por lo tanto, no se dará un crecimiento importante de precios en los artículos importados, teniendo en cuenta que la importación supone alrededor de un tercio del índice de precios al consumo”, afirma el experto del Ministerio. “El pronóstico para la cosecha de 2012 también es positivo, y permitirá frenar el aumento de los precios de la alimentación. También se espera que el crecimiento de precios de los monopolios de recursos naturales sea menor que en 2011, y que la política monetaria del Banco Central se vuelva más razonable”.. El Banco Central ha vuelto a aumentar el margen de oscilación de la cesta de las dos divisas, en comparación con el año 2011, dando cada vez más libertad al cambio del rublo y cada vez menos a la inflación.

Nadie está de acuerdo con el pronóstico oficial respecto a la inflación, pero hay consenso con las previsiones del Ministerio del Desarrollo Económico en cuanto al ritmo de crecimiento del PIB: se ralentizará hasta el 3,7% (durante el periodo de enero a noviembre de 2011 fue de un 4,4%). El crecimiento de la economía rusa no sólo ha perdido los motores que la impulsaban antes de la crisis. En 2012 será muy difícil que sigan vigentes los factores que garantizaron el crecimiento en 2011, esto es, la renovación de las reservas en la industria después de la crisis, el rápido crecimiento de la concesión de créditos, un aumento importante de la producción agrícola después de la caída de 2010 (según Morózov, la aportación de la agricultura al crecimiento del PIB en llegó a constituir un 0,5 % en 2011). “El paro está a punto de alcanzar los niveles previos a la crisis: el 6,4% en octubre de 2011, en comparación con el 6,1% de 2007, igual que el aprovechamiento real de las capacidades productivas. En diciembre las empresas comunicaron que existía un crecimiento excesivo de  la capacidad productiva en comparación con la demanda, ya que el balance llegó a alcanzar 11 puntos en comparación con los 5 del año pasado, y que tenían intenciones de recortar sus plantillas en 2012”, avisa Serguéi Tsujlo, del Instituto Gaidar. “El estancamiento de la demanda, a la par que un creciente exceso de la capacidad de producción, viene a confirmar una vez más la poca probabilidad de que aumente la actividad inversora en la industria. Además, no es fácil creer que vaya a mejorar el clima de inversiones”, lamenta Petronévich.

Sólo 3 de los 14 analistas encuestados esperan un crecimiento de la economía de hasta un 3%; por el contrario, tres esperan un crecimiento del 4% o más.

“La estabilización de los mercados exteriores, la subida de los precios del petróleo, y la repatriación del capital acelerarán el crecimiento de la economía hasta un 4,5-4,7%”, afirma Tsepliáieva. “Los precios del petróleo tendrán una tendencia al alza durante los próximos años, y el crecimiento de la economía, incluidos los proyectos de infraestructuras, será apoyado por las inversiones y por el consumo, que seguirá siendo alto al menos durante el primer semestre, debido a los gastos sociales preelectorales con cargo al presupuesto público”, pronostica Yaroslav Lisovólik, del Deutsche Bank, enumerando los motivos de sus optimistas previsiones respecto al crecimiento del PIB en un 4,6% .

“Los factores de crecimiento externos son débiles, los internos también; en estas condiciones un 3% del crecimiento anual no estaría nada mal”, señala con cautela Morózov. “En 2011, alrededor del 60% del crecimiento del PIB ha sido financiado con créditos bancarios, lo mismo que ocurrió en el auge del sobrecalentamiento de la economía en 2007, mientras que, durante el último decenio, el recurso crediticio garantizaba únicamente alrededor del 30% del crecimiento”, calculó Natalia Orlova de Alfa-bank. “Tendrá que reducirse el excesivo peso del estancamiento, pero esto frenará también el ritmo de crecimiento del PIB hasta el 2,6%”, pronostica la analista. “Habrá una recesión en la zona euro, una ralentización en EEUU, un 'aterrizaje' suave en China. En estas condiciones, el pronóstico del gobierno, un 3,7%, es irreal”, duda Chakarov.

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