El principal ideólogo del Kremlin pasa a trabajar en economía

Imagen de Alexéi Yorsh

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A Vladislav Surkov, ahora ex primer subdirector de la Administración Presidencial, le llaman “el cardenal en la sombra” de la política rusa. Es poco lo que se conoce sobre otros aspectos de su vida y su trabajo. Por lo visto, por este motivo el paso de Surkov desde el Kremlin al gobierno, donde, en calidad de vice primer ministro, habrá de responder de la modernización de la economía, fue recibido casi exclusivamente como un reposicionamiento político. En particular, se consideró como un castigo de Vladímir Putin por los frustrantes resultados de las recientes elecciones parlamentarias para el partido oficialista “Rusia Unida” (RU).

El político liberal de derechas Leonid Gozman considera que el Kremlin sacrificó a Surkov como consecuencia de las masivas acciones de protesta que tuvieron lugar tras los comicios del 4 de diciembre. Andréi Illariónov, consejero en el anterior mandato de Putin, declaró que el objetivo del traslado de Surkov era apartarlo “de los golpes de la crítica social”.

El propio Surkov explicó a los periodistas el cambio operado aduciendo el hecho de que él es “demasiado odioso para el bello nuevo mundo” y “la estabilización devora a sus criaturas”. De estas frases se puede deducir que ahora el ya desplazado ideólogo del Kremlin considera cumplida su misión de configurar el llamado “modelo Putin” para el gobierno del país. Ahora, tras la liberalización del sistema político prometida por Putin y Medvédev, deben remplazarlo otras personas.

“Estuve entre quienes ayudaron al presidente Yéltsin a realizar una transición pacífica del poder. Entre quienes ayudaron al presidente Putin a estabilizar el sistema político. Entre quienes ayudaron al presidente Medvédev a liberalizarlo. Fueron equipos fantásticos. La primera división”, recordó Surkov.

Él afirmó que renunció por sí mismo al cargo en la administración del Kremlin. “Hace tiempo le pedí a mis superiores que me diesen la oportunidad de comenzar una nueva vida desde Año Nuevo. Me comprendieron y por eso les estoy muy agradecido”, dijo.

Pero no se puede negar que Surkov, autor de varias obras musicales y literarias, tenga un enfoque creativo. Una de sus gestiones más exitosas fue el proyecto “Skólkovo”, el Silicon Valley ruso. En diciembre de 2009, Surkov fue designado director del grupo de trabajo para la elaboración de este proyecto y posteriormente fue incluido en la composición del Consejo de Tutela.

“Surkov es uno de los especialistas más avanzados en lo que a puntos de vista se refiere. Es muy importante para la coordinación de los programas de modernización del país, en particular, el innovador proyecto ‘Skólkovo’”, señaló Serguéi Zhelezniak, subsecretario general de RU. Según sus declaraciones, la designación de Surkov para el cargo de vice primer ministro responsable de la modernización “permitirá que las innovaciones cuenten con un gestor serio”.

Pero no todos son tan optimistas. Por ejemplo Mijaíl Tulski, presidente del Centro de Investigaciones “Análisis Político”, considera que ahora la modernización rusa “no tiene nada que esperar, a excepción de esas relaciones públicas con tanta resonancia, en las que Vladislav Surkov es un especialista”.

Surkov mostraba una amplia sonrisa cuando hablaba con el presidente Medvédev sobre su designación para el nuevo cargo. Le agradeció al jefe del Estado la posibilidad de ocuparse “de un nuevo e interesante asunto” y le dijo: “Para mí es un gran honor”. El gesto y la gratitud parecían francos.

“Me parece que Surkov, liberado del círculo vicioso de las torres del Kremlin, se siente feliz. Ante él se abren nuevos horizontes, completamente diferentes de su cargo anterior”, dijo Alexéi Mujin, director general del Centro de Información Política. Él afirma que Surkov quería abandonar la administración presidencial ya desde 2004.

Hasta ahora, Surkov ha sido uno de los instrumentos principales del Kremlin en la configuración de su política interna, según señala el politólogo Gleb Pavlovski. “Surkov no sólo controlaba el trabajo sino que lo programaba, organizaba diversos proyectos políticos. Él podía conducir las elecciones presidenciales, los partidos y los gobernadores al mismo tiempo, y vincular todo esto entre sí en una única agenda política. Ahora ya no existe este sistema de trabajo. Alguno podrá decir que es una suerte. Pero esto significa simplemente que el Kremlin carece de su antiguo instrumento y que tendrá que buscarse otros”, afirma el experto.

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