Estas declaraciones del jefe de la diplomacia rusa han sido la primera reacción del Gobierno de Rusia al fallecimiento del dictador norcoreano, quien murió el sábado de un ataque al corazón, según informó hoy Pyongyang.
La última visita de Kim Jong-il a Rusia se produjo en agosto de este año, cuando se reunió con el presidente ruso, Dmitri Médevdev, en una base militar situada en la república siberiana de Buriatia.
En esa reunión, según informó en su momento el Kremlin, la parte norcoreana expresó su disposición a "retornar sin condiciones previas a las conversaciones" a seis bandas (China, EEUU, ambas Coreas, Japón y Rusia) para el desarme nuclear de Corea del Norte, paralizadas desde 2008. EFE
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