Foto de Ruslán Sujushin, Rusia Hoy
Según el Ministerio del Interior hubo 20.000 personas en la manifestación del sábado. Mientras tanto, los organizadores afirman que fueron entre 80.000 y 85.000 mil, incluso se llegó a hablar de 150.000. A pesar del carácter masivo, no hubo detenciones ni otro tipo de incidentes. Al contrario, tal y como confirman los testigos, la policía se comportó de una manera amistosa, algunos incluso llevaban margaritas en los ojales, símbolo utilizado para reclamar unas elecciones justas. Los manifestantes llevaban flores y globos, la situación era tranquila y festiva. Cuando el número de personas alcanzó una cantidad considerable, corrió la voz sobre el posible derrumbe del puente Luzhkov. Sin embargo, el presidente de la Unión de Arquitectos, Andréi Bókov, declaró más tarde que era poco probable, ya que la estructura se había creado con un gran margen de seguridad.
En la plaza Bolótnaya no cabían todas las personas que querían tomar parte en la acción de protesta. Los manifestantes se subían a los árboles, y ocuparon todos los malecones y puentes. Por todas partes se veían banderas de partidos políticos: Yábloko, Solidárnost, el partido no registrado Libertad del Pueblo, el partido Republicano, también se vieron banderas arco iris de los activistas homosexuales e incluso una bandera pirata. Entre los participantes había muchos jóvenes y miembros de la clase media, y para gran cantidad de ellos se trataba de su primer mitin. Según los operadores de telefonía móvil, la carga de tráfico de datos en la red de la zona de la plaza Bolótnaya era comparable a la de Nochevieja. A pesar de los fallos en el funcionamiento de Internet, la acción fue seguida online por cientos de periodistas y bloggers. Seoíangritos como: ¡Chúrov dimisión!, ¡Nuevas elecciones!, ¡Diputados, devolvedvuestroscargos! ¡Necesitamoslibertad! ¡Lapolicíaconelpueblo! Estuvieron presentes en la manifestación los escritores Borís Akunin y Dmitri Bíkov, el presentador de televisión Leonid Parfionov, los políticos Boris Nemtsov y Vladímir Rizhkov, la actriz Tatiana Lázareva, y los activistas de la oposición Anastasia Udalsova, Serguéi Kanáiev y Yevguéniya Chírikova. “Vamos a defender cada uno de los votos, lucharemos para anular estas elecciones fraudulentas”, prometió a los participantes Grigori Yavlinski, líder de Yábloko. En el escenario se leyó el escrito del blogger Alexéi Navalni, detenido durante quince días. El opositor señaló que "nadie pretende una revolución ni quiere sangre, porque la única arma en la lucha por los derechos civiles es la dignidad". Al final de la acción, algunos jóvenes con banderas anarquistas encendieron antorchas e incendiaron un servicio de forma involuntaria. El fuego se propagó rápidamente.
Los manifestantes dieron quince días a las autoridades para tomar una decisión y prometieron volver a reunirse el 24 de diciembre. Mientras gritaban "¡Volveremos!" la gente se empezó a moverse al son de la canción “Queremos cambios” de Víctor Tsoy. Las calles del centro estuvieron cerradas al tráfico y hubo grandes atascos.
Es importante señalar el papel clave que jugaron las redes sociales en la preparación y la organización de la manifestación. El número de personas que confirmaron su asistencia en Facebook superó las 35.000. Numerosos bloggers publicaron las normas de comportamiento a seguir y pidieron a la gente que no permitieran provocaciones ni enfrentamientos con la policía.
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