La manifestación en la plaza Bolótnaya transcurre sin incidentes. Foto de http://www.ridus.ru/news/14307/
10:00 horas. El autobús está medio vacío. La controladora pasa de un lado a otro fumando un cigarrillo. Nota mi mirada extraña y se para. Me dice en voz baja: "¿Quieres saber por qué estoy fumando? Pues pregúntaselo al conductor." Al salir paso por la puerta delantera y veo al conductor. Es gordo y también está fumando. Le pregunto por qué lo hace. "Pues no puedo ir a la manifestación. Y si el gobierno crea el caos en mi país, pues yo también voy a hacerlo. Aquí, en el autobús. Así que esta es mi protesta…"
13:20 horas. En el metro hay una pareja de unos 60 años sentada cerca de donde estoy. El hombre pregunta a la mujer: "Oye, ¿en qué estación de metro nos paramos? ¿Bolótnaya?". "Claro, si vamos a la Plaza Bolótnaya…", le responde su mujer. "Es la de Kropótkinskaya, - digo – la estación Bolótnaya no existe".
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Indignación ante los resultados electorales
Ciudadanos descontentos exigen elecciones justas
Esperanza en la generación "P"
14:00 horas. La plaza Bolótnaya se parece un poco al festival de Woodstock; la gente empieza a llegar, algunos tocan tambores, otros dan vueltas con globos de diferentes colores. Entre las caras congeladas pasea un triste Santa Claus con un cartel que reza: "A Santa Claus tampoco le gustan las elecciones falsas". En otro dice: "Llevamos al mago Chúrov a Azkaban". Suena en el escenario la canción de RabFac "Nuestro manicomio vota por Putin". Hay gente de todas edades; los mayores están sentados en bancos, los jóvenes regalan flores y cintas blancas, símbolo de la protesta pacífica. Encima de las cabezas ondean banderas de diferentes partidos: comunista, liberal o la de la Rusia imperial. Algunos gritan que todos los partidos son "ladrones", pero son una minoría.
Según los organizadores, los partidos "Solidaridad" y el "Frente de izquierda", el objetivo principal es pedir unas elecciones justas y una nueva votación, y no simplemente protestar.
14:20 horas. Algunos fotógrafos con una acreditación de prensa claramente visible intentan cruzar el cordón policial. Los agentes les explican cortesmente que para entrar a la zona situada en frente del escenario tienen que pasar por el detector de metales. Poco después los fotógrafos se van. "Se te ha caído… Oye, perdona. Se le ha caído el papel", me dice uno de los policías del cordón. "No se me ha caído nada", le respondo. Me lo entrega sonriendo y escondiéndose un poco del resto de agentes. En el papel está escrito: "Instrucciones para el manifestante: qué hacer si os detiene la policía".
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"La policía está con el pueblo!", gritan desde el escenario. Obviamente, eso no significa que luego no vayan a detener gente. Son las tres y han llegado camiones de la policía, antidisturbios y bomberos. Los manifestantes llaman astronautas a los segundos". "Astronautas a Marte!", gritan algunos.
Desde los altavoces que llevan los comunistas se dice que el "mago Chúrov", presidente de la Comisión Electoral Central, ha sido incapaz de organizar elecciones justas y limpias”. Los manifestantes piden su dimisión.
15:30 horas. "Girad las cabezas hacia el Kremlin y gritad lo que pensáis sobre ellos!", proclamó el altavoz del partido Causa Justa. La gente se giraba y gritaba "No queremos al partido de pícaros y ladrones". Así es como los manifestantes llaman al partido gobernante Rusia Unida. Este nombre apareció primera vez la radio "Finam FM" en una entrevista al el abogado y blogger Alexéi Navalni.
Entre la gente varias mujeres agarran el cartel "Putin, yo NO te quiero", una referencia el famoso calendario erótico, un regalo de un grupo de estudiantes de la facultad del periodismo de la Universidad de Lomonósov para el cumpleaños de Vladímir Putin. Otros lemas son: "Voronezh: participación del 146%. ¿Crees en esto?", "Libertad al periodismo!".
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“¿Oye, dónde se puede comprar alcohol por aquí?", me preguntan dos chicos en la entrada. Les miro fríamente: "Aquí no se bebe". "Sí, lo sabemos, pero estamos congelados y no queremos irnos. Un poco de coñac nos ayudaría".
16:00 horas. El nacionalista Konstantín Krilov dice desde el escenario: "¡Es una revolución, me dicen que estamos aquí 85.000 personas! Haremos una revolución justa". La gente calla. De repente alguien grita: "¡No queremos una revolucion!". Aparecen muestras de apoyo. Según los datos de la policía hay alrededor de 25.000 personas en Bolótnaya. El número de participantes fluctúa entre los 25.000 y los 85.000. Según los datos del mapa de protestas realizado por el portal Yandex, hoy ha habido protestas en 80 ciudades rusas y en 141 en todo el mundo. En la manifestación de San Petersburgo han participado 10.000 personas.
16:50 horas. Intento llamar a un amigo periodista. No lo consigo, no hay línea. Internet tampoco funciona, dicen que lo han bloqueado. La empresa de telefonía MTS comunicó que la presión de la red se multiplicó por diez en la plaza Bolótnaya, y que se alcanzaron niveles de Año Nuevo.
17:40 horas. Hace frío de verdad. La manifestación se está acabando. Nos vamos por el pasillo organizado por la policía. Todo es tranquilo. Detrás de las espaldas se oye la famosa entre los jóvenes rusos canción del fallecido cantautor Víctor Tsoi "Nosotros esperamos los cambios". Los que ha protestado hoy, tienen esperanza. Entre los manifestantes estaban lo políticos Borís Nemtsov, Eugenia Chírikova, Serguéi Mitrojin, Grigori Yavlinski, los escritores Borís Akunin y Dmitri Bíkov, los periodistas Leonid Parfénov y Tatiana Lázareva y el músico Noize MC, entre otros. El periodista Oleg Kashin leyó la carta del blogger y abogado Alexéi Navalni, arrestado durante 15 días después de la manifestación que tuvo lugar en Chistie prudi el 5 de diciembre.
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Según los datos oficiales hoy no han detenido a nadie en la capital. En Rusia han detenido a 130 personas en total. Entre ellos un periodista vestido con un traje de oso.
En diciembre de 1825 se produjó un levantamiento contra el régimen de servidumbre, la autocracia y la arbitrariedad del poder. Aquellos revoulcionarios eran miembros del ejército y se llamaron decembristas.
Mientras tanto, estos decembristas pacíficos han ido a calentarse y a seguir discutiendo sobre el futuro común en los bares moscovitas, que volvieron a llenarse de gente.
Por su parte, la Comisión Electoral Central ha rechazado la posibilidad de una revisión de los resultados electorales. Tal y como declaró a la agencia Interfax el vicepresidente de esta entidad Estanislav Vavílov. La Comisión juzgó infundadas las exigencias de los manifestantes de cancelar los resultados.
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Resolución de los manifestantes de la Plaza Bolótnaya
- Invalidación de las elecciones del 4 de diciembre
- Celebración de unas segundas elecciones
- Dimisión de Vladímir Chúrov, presidente de la Comisión Electoral Central
- Investigación de las irregularidades cometidas durante las elecciones del 4 de diciembre
- Cambio de la legislación electoral Algunos manifestantes lanzaron gritos a favor de la “liberación de los presos políticos”, detenidos durante las manifestaciones anteriores. (Los organizadores se desvincularon de estas declaraciones)
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