"No
hay ni más ni menos fraude durante esta campaña electoral. Lo que sí
hay son más denuncias, que muestran cómo crece internet", afirmó a Efe
el politólogo ruso Pável Salin.
Un
número interminable de fotos y vídeos, tomados por blogueros y
periodistas rusos en los colegios electorales y enviados al runet sobre
el terreno, muestra cómo se fraguó la victoria del partido que regirá
los destinos de Rusia en los próximos cinco años.
Un
vídeo difundido por el portal Lenta.ru, cuyos periodistas se
infiltraron en un grupo organizado para el "pucherazo", recoge cómo
varios infractores tratan de huir de un colegio electoral tras ser
sorprendidos con fajos de papeletas cuando intentaban depositarlos en la
urna con votos a favor de RU.
También
invadieron el runet las imágenes del "carrusel" de falsificaciones,
grupos de personas trasladadas en autobuses alquilados de urna en urna
para que una y otra vez depositen su sufragio gracias al cupón de
votación, documento que permite votar a las personas no empadronadas en
el colegio del distrito en que residen.
A
fin de detectar fraudes, se creó un grupo de voluntarios que siguió los
pasos de los infractores para fotografiarlos con las manos en la masa y
grabar las matrículas de los autobuses del "carrusel" del fraude.
Varios
observadores denunciaron en sus blogs que fueron expulsados de los
colegios tras detectar flagrantes violaciones a pie de urna.
El
blog de Alexéi Navalni, internauta que se ha labrado gran fama por
denunciar la corrupción en la administración pública, se convirtió estos
días en el núcleo de la oposición virtual que recogió los datos de
fraudes, así como las copias de las actas de votación desde diferentes
regiones.
Navalni
afirma que los resultados que le mandaron directores de varios colegios
electorales no se corresponden con las cifras anunciadas oficialmente.
En
gran éxito del runet se convirtió, la víspera, una foto hecha en pleno
programa de un canal estatal de la televisión rusa que muestra una tabla
de resultados de la votación.
La
simple suma aritmética deja patente lo imposible: un 146 por ciento de
la población de la región de Rostov del Don participó en las elecciones y
la mayoría, claro está, dio su voto a RU.
Estas
manipulaciones que ensombrecieron la jornada electoral y los propios
comicios, antesala de las elecciones presidenciales, han agotado la
paciencia de muchos ciudadanos, que afirman sentirse privados de su
derecho constitucional.
Numerosos
blogueros afirman que entre los partidos que concurrieron a estos
comicios no hay uno solo digno de gobernar el país y decidieron votar
por el Partido Comunista de Rusia para que haya, al menos, alguna
oposición al oficialismo.
"Dios
mío, ¿de verdad tendré que votar por los rojos yo, conservador genético
casi monárquico?", se lamenta en Facebook Román Antonovski, escritor y
publicista ruso.
No
obstante, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, y el primer
ministro, Vladímir Putin, fundador de RU a quien con toda certeza
auguran la jefatura del Estado, ponen al mal tiempo buena cara y siguen
glorificando a su formación política con retóricas semejantes a las de
los tiempos soviéticos.
"Me
alegra de que vayamos a tener un Parlamento más alegre", afirmó
Medvédev, quien ahora tiene muchas probabilidades de ser el primer
ministro de Putin, que se presentará a las elecciones presidenciales de
marzo próximo y podría perpetuarse en el poder hasta 2024.
Más
alegre debido al nuevo reparto de los mandatos en la Duma (cámara baja
del Parlamento ruso), donde RU perdió 77 escaños y casi 15 millones de
votos. EFE
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