El portaaviones “Almirante Kuznetsov” zarpó hacia la base naval rusa en Siria

La presencia de cualquier fuerza militar, además de la de la OTAN, resulta de gran utilidad para la región porque no permite que se desate un conflicto armado, señaló a Izvestia el almirante Víktor Krávchenko, ex jefe del Estado Mayor de la Marina de Guerra rusa.

Recordó que en la URSS se creó la 5ª Escuadra Operativa de la Marina del Mediterráneo, especialmente destinada a contener las fuerzas militares de Occidente, para cuyo mantenimiento, reparación y abastecimiento fue organizada la base de Tartus.

Hoy en día, esta base está destinada al mantenimiento técnico de los barcos  fundamentalmente los pertenecientes a la Flota del Mar Negro. En Tartus se pueden realizar pequeñas reparaciones así como el aprovisionamiento de combustible, agua dulce y vituallas. Ahora en esta base prestan servicio alrededor de 600 funcionarios del Ministerio de Defensa, militares y civiles, pero no hay ni un solo barco ruso ya que el taller flotante de la Marina del Mar Negro PM-138 abandonó Tartus a principios de año sin que llegara a ser sustituido por ninguna otra embarcación.

Cerca de la costa siria ha empezado a patrullar una fuerza de tareas de la Marina estadounidense integrada por el portaaviones nuclear Georges Bush, de última generación, dos cruceros misilísticos y dos destructores lanzamisiles.

 — Claro que la capacidad operativa de los barcos rusos no se compara con las posibilidades de combate que tiene la 6ª Flota de la Marina de Guerra estadounidense en el Mediterráneo, con uno o dos portaaviones, 40 naves, 175 aviones y varios barcos de acompañamiento, pero hoy en día nadie habla de un posible enfrentamiento militar ya que el ataque a cualquier barco ruso se interpretaría como una declaración de guerra con todas sus consecuencias, advirtió el almirante Krávchenko.

Los mandos navales aseguran que la expedición de los barcos rusos no tiene nada que ver con los acontecimientos en Siria, alegando que ésta estaba planeada desde hacía un año. 

 — No hay que interpretar la entrada de barcos rusos en Tartus como una reacción ante los acontecimientos que están teniendo lugar en Siria. Esta expedición fue planeada ya en 2010, cuando aún no se había producido ningún acontecimiento de esta índole. Se trabajó mucho para prepararla y no hay motivos para anularla o aplazarla, explicó a Izvestia un representante del Estado Mayor de la Marina.

Subrayó que aparte de Tartus, el “Kuznetsov” tenía previsto entrar en los puertos de Beirut, Líbano, Génova (Italia) y Chipre junto a su escolta.

La expedición empieza a principios de diciembre. El portaaviones saldrá del Mar de Barentz acompañado por un gran destructor antisubmarino, el “Almirante Chabanenko”. Los barcos rodearán el continente europeo por su parte occidental e ingresarán en el Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar. 

Desde el otro lado, tras atravesar el Bósforo y los Dardanelos, se les unirá el “Ladny”, barco patrullero de la flota del Mar Negro, que anteriormente habrá pasado por el puerto de La Valetta, en Malta. 

Los aviones que llevará el “Almirante Kuznetsov” serán ocho cazas Su-33, varios MiG-29K nuevos construidos para la India que por primera vez participarán en una expedición larga del portaaviones, y dos helicópteros antisubmarinos Kа-27.  

Los avionessobrevolarán el mar abierto, lejos de la costa siria. 

Además, el “Almirante Kuznetsov” llevará 12 lanzamisiles antinavío “Granit”, un sistema misilístico antiaéreo “Kinzhal” de seis cañones, ocho instalaciones de artillería antiaérea “Kórtik”, seis piezas de artillería de seis cañones de 30 milímetros АK-630М, dos lanzacohetes antisubmarino RBU-12000 Udav y otro tipo de armamento. 

Es de señalar que el portaaviones no podrá entrar en puerto debido a su gran calado. El barco se quedará en la rada, mientras que serán el “Chabanenko” y el “Ladny” los que se acercarán a la base para aprovisionarse de combustible, agua y otras provisiones. 

El “Almirante Kuznetsov” es el quinto barco del proyecto 1143.5, el único de su clase que forma parte de la Marina rusa. Ha llevado a cabo cuatro largas expediciones al Mar Mediterráneo y a la parte Noreste del Atlántico. El barco ha recibido tres importantes reparaciones que en total duraron seis años. Después de realizar este viaje, volverá a ser reparado.

Sus hermanos gemelos fueron vendidos al extranjero: el crucero “Variag” a China y el “Almirante Gorshkov” a la India. Fue para este último navío, ahora remodelado en la planta industrial de Sevmash, que se construyeron los aviones MiG-29 que serán probados durante la expedición. 

El Kuznetsov estuvo ya dos veces en Tartus, en 1995 y en 2007, durante sus expediciones por el Mediterráneo y el Océano Atlántico.

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