La OTAN tiene serios problemas con Rusia, pero siempre serán menos que antes

Bruselas, 2 dic (EFE).- "La relación sigue siendo muy complicada", reconoce un destacado diplomático de la OTAN, que habló a Efe con la condición del anonimato y que considera que la política exterior del Kremlin "no es muy distinta" de la que había en la época soviética, a pesar de que la tensión y la desconfianza han bajado tremendamente.

Es verdad que la situación de partida era especialmente mala: décadas de relaciones glaciares con millones de soldados y miles de armas nucleares apuntándose recíprocamente desde ambos lados del Telón de Acero.

Para cuando llegó el final de la URSS a finales de 1991, Washington y Moscú ya habían logrado acuerdos de reducción de armas nucleares estratégicas y de medio alcance, y también se estaba aplicando el Tratado CFE sobre fuerzas convencionales en Europa, lo que había reducido notablemente la tensión en el viejo continente.

Inicialmente, la disolución de la URSS y el inicio de la cooperación entre la OTAN, Rusia y otros países ex soviéticos hizo a muchos concebir la esperanza de una situación ideal de paz, seguridad y cooperación en toda Europa.

Sin embargo, Rusia nunca acabó de asumir su derrota en la Guerra Fría, por mucho que fuera una derrota ideológica, y sigue sintiendo despecho de la presencia militar estadounidense en Europa, según consideran varias fuentes.

Así, Moscú se opuso con firmeza (aunque sin éxito) a que antiguos satélites suyos o miembros de la antigua URSS entraran en la OTAN, ha mantenido con frecuencia actitudes muy beligerantes con algunos de ellos y ha respondido con dureza innecesaria en otros casos (como el conflicto de 2008 con Georgia) o con la presencia de tropas en la región moldava de Transnistria.

Además, Rusia mantiene desde 2007 la suspensión de cumplimiento del Tratado CFE, y enarbola una oposición cíclica al proyecto de la OTAN de crear un sistema de defensa antimisiles, para el que la Alianza ha ofrecido cooperar con Moscú.

En las últimas semanas, el Kremlin ha reactivado sus críticas contra el sistema antimisiles y ha activado un radar de largo alcance en el enclave de Kaliningrado.

En la Alianza Atlántica, estos roces periódicos y la política de gestos duros no se ven con dramatismo, ya que se cree que responden en buena parte a la situación interna rusa, por ejemplo con las próximas elecciones legislativas y presidenciales.

"Posiblemente la situación se calme una vez que Vladimir Putin gane las elecciones presidenciales", apunta un funcionario aliado, que no duda de quién será el próximo jefe del Estado ruso.

Para Jan Techau, director del centro de estudios Carnegie Europa, Rusia "todavía siente la humillación de la derrota de la Guerra Fría. Mantiene una actitud de perdedor, es una cultura que todavía domina el pensamiento oficial".

A pesar de los abundantes problemas, en la OTAN no deja de reconocerse que la situación actual es mucho mejor que en el momento álgido de la Guerra Fría.

Ahora, Rusia y la OTAN mantienen cooperación militar en varios aspectos de interés común (como Afganistán o la piratería en el Índico).

Sin embargo, este funcionario aliado considera que Rusia mantiene una política exterior todavía en busca de la grandeza de la época de los zares o de la URSS.

Los rusos "no son nostálgicos del comunismo, pero sí de la importancia que la URSS tenía en la escena internacional y en Europa. No han asimilado aún al 100 por cien la caída del Muro" de Berlín, añade.

Por ello, uno de los temores es que Rusia siga rechazando integrarse plenamente en un Occidente que perciben dominado por Estados Unidos y, acosada por una pujante China en su otro extremo, se decante por variantes peligrosas de ultranacionalismo y populismo.

Para Techau, los líderes rusos "no pueden concebir" que en la OTAN, por mucho que EEUU sea el socio más importante, todos los miembros tienen derecho de veto, y tienden a ver a la Alianza como "una conspiración" dirigida contra su país, por lo que cree que hay "pocas posibilidades de que la relación mejore mucho en un futuro próximo".

 

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