Sochi o cómo reconstruir una ciudad en siete años

Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 se celebrarán en Sochi. Se trata del proyecto más importante de la historia moderna de Rusia, y probablemente uno de los mayores retos de toda la historia de las Olimpiadas en cuanto a organización. Ya se ha iniciado la cuenta atrás y el nuevo Sochi empieza a perfilarse.

 Foto de Mikhail Mordasov 

Los Juegos de Sochi, la primera Olimpiada de invierno que organiza Rusia, eran un acontecimiento único mucho antes del verano de 2007, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió adjudicar la organización de los Juegos a la ciudad rusa. Hasta ese momento no se le había ocurrido a nadie organizar unas Olimpiadas de Invierno en una región subtropical. No es de extrañar que muchos miembros del COI se sorprendieran al comprobar que se podía construir un complejo de ski de calidad internacional a 40 minutos en coche de la costa. A pesar de la inusitada naturaleza del proyecto, a los miembros del COI les entusiasmó la propuesta de Rusia y la votaron.

Lo primero que sorprendió a todos los que estudiaron los planes de Rusia  fue el coste del proyecto, que en principio era de 316.400 millones de rublos (unos 12.000 millones de dólares al cambio de 2007), de los cuales más de la mitad, 185.500 millones de rublos, procedería del presupuesto federal y el resto del sector privado. Más adelante, los ministerios rusos revisaron el coste total, que se elevó hasta el billón de rublos, un presupuesto equiparable al de las Olimpiadas de Pekín en 2008, las más caras de la historia hasta la fecha. El COI insiste en que no conviene confundir el presupuesto destinado a los Juegos propiamente (que no supera los 2.500 millones de rigor) con el de otros proyectos vinculados pero no relacionados directamente.

Si consideramos la magnitud del trabajo a realizar y cuándo tiene que estar listo, no parece un presupuesto exorbitante. Por ejemplo, las once instalaciones olímpicas: complejos de ski, pistas de bobsleigh, el parque para snowboard, el centro de patinaje, la pista para saltos de ski, varias pistas de hielo etc.,  están situadas, según la costumbre de las Olimpiadas inviernales, en dos sectores diferenciados. Por un lado en el valle del Imeretinskay, se encuentra el sector del llano, que albergará las competiciones de hockey sobre hielo, patinaje artístico, curling, patinaje sobre pista corta se encuentra. Por su parte, el sector de montaña albergará las competiciones de ski alpino, ski de fondo, bobsleigh y snowboard entre otras, se está construyendo en Krásnaya Poliana. Por cierto, estos dos sectores nunca había estado tan cerca en ninguna Olimpiada de Invierno, algo que seguro aprecian los aficionados. También disfrutarán el cambio de paisaje cuando pasen de las temperaturas bajo cero de las montañas a una costa subtropical de clima templado.

Por extraño que parezca, las instalaciones deportivas son la parte más sencilla del proyecto. Tal y como señaló el viceprimer ministro ruso Dmitri Kozak, casi todas estarán operativas para el año 2012. Posteriormente, en 2013 se organizarán en todas ellas competiciones de prueba. Hay que señalar que uno de los complejos, el denominado Rosa Jutor, ya  está abierto. El mayor reto consiste en instalar la infraestructura necesaria. Un simple vistazo a lo que está ocurriendo en Sochi y sus alrededores es suficiente para advertir que nunca se ha hecho nada igual en la historia de las Olimpiadas.

Uno de los factores clave para el éxito de los Juegos Olímpicos es la existencia de una infraestructura de transporte adecuada. Antes de comenzar las obras de construcción en la región, la situación era lamentable. La mayor preocupación era el enlace entre los dos sectores. Para eliminar la posibilidad de un colapso del transporte, se decidió construir un sistema  que combina la construcción de una autopista y un ferrocarril en dos niveles. Tiene una longitud de 48 km y atravesará, casi en su totalidad, diversos túneles y pasos elevados a lo largo del cauce del río. El proyecto entraña una gran complejidad técnica. De modo que no es de extrañar que aun después de recortar el presupuesto, el coste superase los 6.000 millones de dólares, lo que la convierte en la carretera más cara del mundo en cuanto al coste por kilómetro. Aunque eso no es todo. Hasta la fecha Sochi sólo cuenta con una carretera que atraviesa la ciudad, por lo que ya está en construcción una carretera de circunvalación con quince puentes, cinco túneles y una longitud de más de 10 km. También hay que mencionar otras obras menos vistosas pero igual de importantes, como la construcción de un nuevo ramal ferroviario capaz de transportar casi 100 millones de toneladas de cargamento a la región, un nuevo aeropuerto que ya está operativo, la ampliación del puerto de carga, la construcción de seis nuevas centrales eléctricas y dieciséis subestaciones de tratamiento de aguas residuales, entre otros.

Asimismo, no se puede olvidar la completa reestructuración a la que han sido sometidos los complejos hoteleros de la región. Se trata de una medida necesaria para conseguir el objetivo que se han marcado las autoridades: convertir a Sochi en un destino turístico internacional disponible durante todo el año. La capacidad hotelera se multiplicará hasta las 42.000 plazas. En su mayoría serán hoteles de tres estrellas, muchos de los cuales se reconvertirán en espacios residenciales tras la Olimpíadas. En la primavera de 2014, cuando hayan finalizado los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos, Rusia habrá reconstruido por completo una región y la habrá transformado en un auténtico complejo turístico internacional.

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