La nariz de Napoleón transformándose en una mujer encinta..., 1945 © Salvador Dalí. Fundació Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Moscú, 2011
La exposición, que forma parte de la programación del Año España Rusia 2011, se compone de un centenar de piezas: 25 óleos, 20 acuarelas, 70 dibujos, así como numerosas fotografías –todo ello aportado por la Fundación Gala-Salvador Dalí, con el patrocinio de la fundación cultural rusa The Link of Times-, con las que se pretende dar a conocer la trayectoria personal y artística de Dalí.
Además, pensando en el público ruso, la muestra hace especial hincapié, por una parte, en la etapa surrealista del pintor de Figueres, ya que este movimiento artístico, a diferencia de otros ismos y vanguardias, se desarrolló poco en la Unión Soviética y, por otra, en la figura de Gala –pareja y musa de Dalí-, que era originaria de Kazán. “La figura de Gala, de hecho, también forma parte del surrealismo”, opina la comisaria de la exposición, Montse Aguer, en referencia a la controvertida relación entre ambos.
En Rusia existe un conocimiento “general y genérico” del pintor ampurdanés, explica Montse Aguer y añade que Dalí es menos conocido que otros artistas españoles de la época como Picasso. Y es que parece inevitable que estos dos nombres vayan unidos. Recordemos, si no, la famosa frase del pintor surrealista: “Picasso es español y yo también. Picasso es un genio y yo también. Picasso es comunista y yo tampoco”.
Este final de frase es posible que explique en parte por qué en ninguno de los grandes museos rusos hay una sola obra de Dalí. Quizás también influya el hecho de que Gala se desconectó casi por completo de su tierra natal cuando se instaló en Portlligat y su relación prácticamente se limitaba a la correspondencia epistolar con sus hermanos –otra hermana también abandonó Rusia- y a su gran interés por la literatura rusa y por autores como Pushkin o Dostoyevski.
Salvador Dalí mostrando reproducciones de sus obras. 1946 © Wirephoto, A.P.
En opinión de Aguer, que también es directora del Centro de Estudios de la Fundación Dalí, la razón principal de este “vacío” es que los grandes compradores rusos de arte de la época prerrevolucionaria no coinciden en el tiempo con la etapa de madurez del artista ampurdanés. En cambio, actualmente sí que existe un gran interés por la compra de obras de este autor.
En cuanto a la respuesta del público a la retrospectiva del Museo Pushkin, que se inauguró hace algo más de un mes y medio, ha sido “muy buena”. “Hay muchos visitantes, largas colas para ver la exposición y la gente, además, compra el catálogo, con lo que lo hemos tenido que volver a imprimir porque se había agotado”, comenta Montse Aguer, quien subraya que organizar esta primera antología de Dalí es una “gran responsabilidad”.
Del Ampurdán a Moscú
“Salvador Dalí: a retrospective” forma parte de una amplia estrategia de acercamiento de la Fundación Gala-Salvador Dalí al público ruso. El turismo ruso en España y, concretamente en la costa catalana, está plenamente consolidado y se ha convertido en el tercer grupo de visitantes de los museos que la fundación tiene en Figueres, Portlligat y Púbol.
Desde el año 2000, no solo se han ideo desarrollando relaciones estables con las organizaciones generadoras de flujos turísticos rusos, sino que se han ido formado a guías y traducido a este idioma la información de los museos Dalí y todo tipo de materiales didácticos y divulgativos sobre la vida y obra de Salvador Dalí y de su esposa Gala.
Autoretrato con cuello rafaelesco c. 1921 © Salvador Dalí. Fundació Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Moscú, 2011
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