Elecciones en Argentina: un nuevo impulso para estrechar las relaciones bilaterales

Por primera vez Cristina es elegida en solitario, sin el respaldo de Néstor. Foto de AP

Por primera vez Cristina es elegida en solitario, sin el respaldo de Néstor. Foto de AP

En las elecciones realizadas en la Argentina este pasado domingo, la actual mandataria Cristina Fernández de Kirchner obtuvo una aplastante victoria (54% de los votos de los casi 29 millones de sufragantes). De tal modo, Cristina –como se la llama en el pueblo- extendió su permanencia en la Casa Rosada por otros cuatro años.

La esposa del fallecido expresidente Néstor Kirchner es una experimentada actora en la arena política argentina y latinoamericana. En diciembre de 2007 heredó de su marido el bastón presidencial en elecciones donde también obtuvo un triunfo convincente. Anoche, ante una multitud reunida espontáneamente en la histórica Plaza de Mayo, Cristina reafirmó la continuidad del curso que iniciara en 2003 su marido y que permitió sacar al país de la profunda postración crítica en la que se encontraba.

¿Qué, pues, es lo que ahora cambia, cuando por primera vez Cristina es elegida en solitario, sin el respaldo de Néstor, para la presidencia argentina?

En Rusia se siguió con gran interés el desarrollo de las campañas electorales en un país que en los últimos años dejó de ser una tierra cuasi exótica para convertirse en un sólido y confiable socio de nuestro Estado.

La cooperación económica ha sido y seguirá siéndolo el fundamento de la interacción bilateral entre nuestros países. Hemos pasado de la competencia comercial por los mercados europeos a principios del siglo pasado, a un modelo de complementación que funciona exitosamente desde comienzos de esta centuria. La crisis financiera mundial que se desató en 2009 provocó la reducción del giro comercial en un 16% y el volumen del comercio bilateral en 2010 llegó a los 1.124 millones de dólares según datos estadísticos de la aduana rusa. En los últimos años la estructura de la exportación rusa cambió cualitativamente. Ahora experimentó un notorio aumento la participación de posiciones comercialmente promisorias como equipamientos energéticos, combustible diesel, equipos para la construcción y fertilizantes.

Diferentes regiones rusas demuestran su interés hacia el lejano país. Las ciudades de Izhevsk y Córdoba (dos centros de la industria automotriz) se han hermanado y San Petersburgo y Mar del Plata suscribieron un acuerdo de cooperación. Tienen vigencia ocho convenios similares entre provincias argentinas y regiones rusas. Ellos abarcan además de la faz comercial, también la interacción en los ámbitos cultural y educativo. En el curso de la visita del presidente Dmitri Medviédev a Buenos Aires, en abril de 2010, fue suscripto un convenio de cooperación entre la Universidad Estatal de Smolensk y la Universidad de La Punta, de la provincia de San Luis.

En mayo de este año por primera vez una delegación de tres ministros argentinos visitó Moscú. Fue firmada una Declaración Conjunta entre los cancilleres de ambos países, que destacó los éxitos en “la promoción de las relaciones de asociación estratégica entre Rusia y la Argentina en correspondencia con el Plan de acción suscripto en septiembre de 2009”.

Un lugar especial en las relaciones bilaterales ocupa la cooperación en el ámbito de la energía atómica, que tradicionalmente es objeto de minuciosa atención por parte de la comunidad internacional. El programa argentino “Átomo Pacífico”, que cada vez cobra mayor fuerza, presenta un gran interés para las corporaciones estatales rusa, lo que una vez más se confirmó en el curso de la visita en mayo a Moscú de los ministros argentinos. En las negociaciones, las partes confirmaron nuevamente su mutuo interés en la participación de nuestro país en la construcción de reactores atómicos en la Argentina, en la realización conjunta de la propuesta de “Rosatom” para la construcción de centrales eléctricas atómicas y en la elaboración de reactores nucleares energéticos y reactores de pequeña y mediana potencia para investigación (recordemos que Rusia ya suministra combustible atómico a la Argentina). Un papel especial destinan nuestros países a la cooperación en materia de seguridad de la energética atómica, así como en la producción y utilización de radioisótopos en medicina y en industria nuclear.

La continuidad en el poder de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de la Argentina permite confiar en la continuidad del curso elegido por Buenos Aires para consolidad la asociación estratégica con Rusia. 


Anna Scherbakova es colaboradora científica del Centro de Investigaciones Políticas del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia

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