Rusia había conseguido grandes éxitos en cuanto a la lucha contra el desempleo. Foto de Kommersant
El caso de esta chica es un claro ejemplo del restablecimiento del empleo en Rusia tras la crisis de 2008-2009, de hecho, este proceso es el que más exito ha tenido entre los países industrializados. En junio de 2009 la tasa de paro en Rusia era del 8,3% de la población activa, mientras que en junio de 2011 se había reducido hasta el 6,1%. Por su parte, en junio de 2009 en los países de la zona euro el paro alcanzó el 9,4% y en junio de 2011 había aumentado hasta el 9,9%.
Hay que tener en cuenta que la consideración de desempleo sigue los parámetros establecidos por la Organización Mundial de Trabajo. Según ella, están en paro las personas que no tienen trabajo ni ejercen actividad remunerada alguna o están buscando trabajo durante los últimos meses y tienen disponibilidad inmediata. De modo que según este enfoque, si la persona no intenta encontrar trabajo o carece de disponibilidad inmediata, entonces no se le considera desempleado.
Las cifras de paro
En agosto de este año el número de parados en Rusia alcanzó los 4,7 millones de personas, es decir, el 6,1% de la población. La “población activa” está consituida por la suma de desempleados y trabajadores. En agosto, esta población en Rusia la formaban 76,7 millones de personas, es decir, el 54% de la población total. En los países de la zona euro, el número de parados en junio alcanzó los 15,6 millones de personas, mientras que la población activa era de 157,5 millones de personas, es decir, el 48% de la población total.
Entonces, cabe preguntarnos si el aumento de número de puestos de trabajo en Rusia tras la crisis está relacionado con el crecimiento de la movilidad laboral, como el ejemplo de la chica al principio del artículo. Es posible que no haya más oportunidades laborales en su región , sin embargo en Moscú sí que hay más trabajo que antes.
Los datos estadísticos demuestran que esta suposición es cierta. A principios de 2008, antes de la crisis, Rosstat señaló que la migración laboral entre regiones había aumentado. Según los datos del estudio sobre el empleo, en 2008 el número de ciudadanos que trabajaban fuera de su región de origen era de 1,6 millones. En 2009, debido a la disminución de la demanda de personal y a la reducción masiva del número de puestos de trabajo, esta cantidad se redujo hasta 1,4 millones, pero en 2010 esta cifra volvió a aumentar. Si en enero-febrero de 2010 era de 1,5 millones de personas (el 2,4% de la población rusa con empleo), a partir de marzo de 2010 empezó a crecer paulatinamente hasta alcanzar en diciembre de 2010 los 2,3 millones de personas, es decir, el 3,3% de la población con trabajo. La media en 2010 fue de 1,8 millones de personas, es decir, el 2,6% de la población con empleo.
A principios de 2011, las regiones con mayor oferta laboral para los habitantes de otras regiones rusas fueron Tiumén, Moscú y Krasnodar. Por lo que respecta a las ciudades: Moscú y San Petersburgo.
Movilidad
Según los datos de Rosstat, el 46% de los desplazados a la capital en busca de empleo proceden de la propia región de Moscú, mientras que el 28% proviene de las repúblicas de Mordovia y Chuvasia, y de las regiones de Briansk, Vladímir, Ivánovo, Tambov, Tula y Penza. La mitad de estas personas encuentra empleo en la construcción, el comercio o el transporte.
El 46,4% de los que van a trabajar a la región de Tiumén, encuentran empleo en la extracción de minerales y alrededor del 27% en la construcción. En cuanto a la región de Moscú, un tercio de sus inmigrantes trabajan en la construcción y el 17% en el comercio.
Entre los que van a trabajar a San Petersburgo, el 73% son habitantes de la propia Región de Leningrado. Alrededor del 56% trabajaba en el sector de la construcción, el comercio o el transporte.
Tradicionalmente Moscú ha sido un lugar que ha atraído muchos trabajadores de otras regiones lo que ha ayudado a combatir el desempleo en todo el país. El poeta y escritor moscovita Iván Beloúsov recuerda así esta tendencia: "Los aprendices llegaban a Moscú provenientes de las regiones y comarcas colindantes. Cada lugar de origen tenía sus profesiones u oficios establecidos. Por ejemplo, de Tver llegaban aprendices de zapateros; los de Yaroslavl o bien se dedicaban a este mismo oficio, o bien se hacían venteros o pequeños comerciantes; los de Riazán, aprendían a ser sastres o sombrereros; los de Vladímir, carpinteros o ebanistas".
Sin embargo, no me atreví a preguntar de qué región venían aquellas chicas.
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