"Purito" Rodríguez. Fotos de http://kecprosport.commialias.net/purito/
Tras cuatro años en Caisse d'Epargne, en agosto de 2009 Purito fichó por el Katusha para convertirse por fin en jefe de filas. Fundado precisamente en 2009, este equipo ciclista con nombre de lanzamisiles soviético de la II Guerra Mundial es la mayor apuesta del ciclismo ruso en muchos años, un megaproyecto nacido al amparo de mismísimo primer ministro Putin. Katusha cuenta con el apoyo de poderosos patrocinadores (Gazprom, Itera y Rosa Technologie) y un presupuesto de unos 30 millones de euros anuales, la mitad para gastos del equipo y la otra mitad para obras de infraestructura para promoción del ciclismo en Rusia (digamos cantera). Se trata de un esquema de financiación similar al de Astana, fundado en 2007 bajo el paraguas de un consorcio público-privado de Kazajistán. La cifra de 30 millones de presupuesto del Katusha ruso representa una verdadera fortuna en los tiempos que corren. Porque esto es ciclismo, no fútbol. El director deportivo del Katusha es Andrei Chimil, un nombre con prestigio en el pelotón internacional, ex ciclista ruso especialista en clásicas y ministro de Deportes de Moldavia entre 2006 y 2009.
¿Cómo llega un español de apodo Purito a encabezar un megaproyecto ciclístico ruso? Ese diminutivo esconde uno de los mejores ciclistas del mundo en los últimos años. Lo dice el ranking de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que lideró durante en 2010 (destronando al mismísimo Alberto Contador) y del que actualmente ocupa el puesto nº 4. El pasado agosto, Purito acudió con las máximas aspiraciones a la Vuelta Ciclista a España. De hecho, lideró la carrera durante varias etapas, hasta la 10ª, en la que cedió 5 minutos y casi todas sus opciones de victoria en una contrarreloj. "Mejor que quiten las cronos, son el único día que no me gusta el ciclismo”, declaró aquel día. Una desafortunada caída pocos días después lastró definitivamente sus opciones en la clasificación general, en la que terminó 15º. Pocos días después, Purito responde a la llamada de Rusia Hoy con su optimismo habitual, con la mente puesta ya en la temporada que viene, también en Katusha, donde tiene contrato hasta 2012.
En agosto se cumplieron dos años de tu incorporación al Katusha. ¿Qué fue lo primero que se te cruzó por la cabeza cuando te plantearon la posibilidad de correr para un equipo ruso? ¿Qué te hizo decidirte?
Decidí aceptar la propuesta de Andrei Tchimil (director del Katusha) principalmente por el proyecto del equipo, del que yo iba a ser el centro. Eso me permitiría participar en las grandes carreras por etapas con las mejores opciones y seguir progresando como ciclista. Ambas premisas se han cumplido desde que llegué al Katusha, lo que demuestra que tomé la decisión correcta.
¿Dónde tienes tu residencia y entrenas habitualmente? ¿Cuál es tu relación con Rusia?
No se demasiado sobre Rusia, pues vivo en Barcelona. Estuve en Moscú el pasado enero para la presentación oficial del equipo: hacía muchísimo frío, pero me pareció una ciudad verdaderamente bonita e interesante. Me gustaría hacer otra visita tan pronto como mis vacaciones y el calendario ciclista me lo permitan.
El cuerpo técnico y la mayoría de los ciclistas del Katusha son rusos. ¿Qué idioma se habla en el equipo? ¿Estás aprendiendo algo de ruso?
Conozco unas pocas palabras de ruso. Especialmente ‘na prava’ y ‘na lieva’, porque las escucho constantemente en el GPS. También se algunos tacos que me han enseñado mis compañeros, pero mejor no los repito... En realidad, todos mis compañeros rusos tienen experiencia y formación internacional, así que suelo hablar con ellos en castellano o italiano.
Como jefe de filas, ¿qué tal es el trato personal con tus compañeros rusos? ¿Es muy diferente el ambiente al de un equipo español?
Cuando estás en equipos punteros no hay demasiadas diferencias, básicamente se funciona igual en todas partes. Tenemos un gran grupo en Katusha, estoy rodeado por grandes ciclistas y grandes personas, me siento muy cómodo.
Usted mismo ha confesado que esperaba más de La Vuelta. ¿Qué falló?
Nos vimos envueltos en varias situaciones desafortunadas fuera de nuestro control, como por ejemplo mi caída, por la que estuve a punto de tener que abandonar. De todas formas, ganamos tres etapas, no creo que el balance sea tan negativo. Evidentemente, pensé que podría luchar por la clasificación general pero por diferentes motivos no pude, como he explicado, creo que no tuvimos suerte.
Su liderato y buena parte de sus opciones al triunfo en La Vuelta se marcharon en la contrarreloj. ¿Siente que tiene todavía margen de mejora en esa especialidad? ¿Cuál es su techo en las carreras a tres semanas?
No creo que mis opciones estuviesen perdidas tras la contrarreloj: sufrí y perdí el liderato tal como esperaba, pero contábamos con ello. Todavía quedaban varias etapas adecuadas a mis características (escalada) en las que podía recuperar ese tiempo perdido, pero el caso es que no estuve todo lo fino que esperaba. He trabajado duro para mejorar mi rendimiento en contrarreloj, pero mi complexión física (1.70 m. y 55 kilos) no me permite mejorar mucho más en esa especialidad.
Katusha es un equipo joven pero ambicioso. ¿Cuáles son sus objetivos tanto individuales y como colectivos para 2012?
Siempre queremos mejorar, por supuesto. Volveré a participar en las grandes carreras por etapas y lo haré con el objetivo de la victoria. Dependiendo del perfil del recorrido, entre el equipo y yo decidiremos en cuales nos conviene concentrar los esfuerzos. Mi objetivo debe ser ganar alguna gran clásica y competir por la victoria en una de las tres carreras de tres semanas (Giro, Tour y Vuelta).
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