El trabajo puede esperar

Una cuarta parte de los rusos llega normalmente tarde al trabajo. Foto de Itar-Tass

Una cuarta parte de los rusos llega normalmente tarde al trabajo. Foto de Itar-Tass

Una cuarta parte de los rusos tiende a llegar tarde al trabajo. Esto es lo que indica una encuesta realizada en Internet por el portal de búsqueda de empleo Joblist.ru. Aquellos que siempre llegan tarde son casi tan numerosos como los que se permiten hacerlo de vez en cuando.

La encuesta muestra que el 23% de los trabajadores no llega nunca tarde, y que el 25% apenas lo hace. Sin embargo, el 26% afirmó que se retrasaban varias veces a la semana.

De la encuesta se extrae que las mujeres son menos puntuales que los hombres: el 34% admitía no llegar a la hora habitualmente. Entre los hombres, solamente el 20% optó por esa respuesta. Aquellos que ocupan puestos de media responsabilidad (47%) y los especialistas de empresas no relacionadas con el proceso de producción (43%) son los que más tardan en llegar a la oficina. Los más puntuales son los militares, el 63% afirma que nunca se ha retrasado.

A la hora de explicar las causas de los retrasos, los empleados poco puntuales aluden principalmente a una mala planificación de su tiempo (el 40%) y a los atascos (el 42%). El 9% admite que se le pegan las sábanas. Por otro lado, el 9% indica que tiene un horario flexible, y que por tanto, no hay tal retraso. Solo una cuarta parte de los empleados es sancionado por este comportamiento. La mayoría de los encuestados (un 59%) estima que las sanciones de la dirección contra los empleados que llegan tarde están justificadas. Aunque hay muchos que se muestran comprensivos con los retrasos de los jefes o compañeros (el 65% y el 72% respectivamente).

A la mayoría de los encuestados (el 32%) les parece un fenómeno anormal. El 29% considera aceptable un retraso de 15 minutos, siempre que no se repita constantemente. El 7% de los encuestados calificó como normal un retraso de alrededor de una hora.

A la pregunta de “¿Quiénes no deben, bajo ninguna circunstancia, llegar tarde al trabajo?”, la respuesta más popular fue “los médicos”. Lo mismo ocurre con aquellos que trabajan cara al público: conductores de transportes públicos, bomberos y policías, así como profesores de escuela y profesores universitarios.

La encuesta fue realizada por Joblist.ru, entre el 1 y el 5 de septiembre de 2011, a 862 visitantes de la página. A su vez, Rabota.ru realizó un estudio similar, pero únicamente a los moscovitas. Según sus resultados, de los 2.000 participantes, el 60% demostró su seriedad y afirmó que llegaba puntual. El 40% restante tuvo que buscar excusas para explicar por qué llegaba tarde.

En este sentido, el 14% recurría a los atascos. Esta es sin duda la excusa más verosímil en la capital. Todos los jefes que condujeran reaccionarán con compasión. El 13% de los moscovitas se queja de no poder despertarse a tiempo, y el 6% afirma que vive demasiado lejos del lugar de trabajo y que tarda más de dos horas para llegar al trabajo. Y los transportes públicos no siempre funcionan a las mil maravillas, más bien, todo lo contrario. El 6% de los encuestados seleccionó la siguiente respuesta: “los jefes no llegan tarde, sino que sufren retrasos ". Quizá convenga recordar a estos directivos que sus empleados toman ejemplo de ellos, y que, por tanto, podrían comenzar a comportarse de la misma manera.

El 1% de los encuestados seleccionó su propia respuesta. Entre ellas, encontramos respuestas del tipo: “llevo a mi hijo a la guardería” y “no tengo tiempo de prepararme ".Otras son sencillamente extraordinarias: "He desayunado con el presidente ", o filosóficas: "Quien sabe de la vida, no se apresura". En esta encuesta también se menciona la incapacidad para organizar el tiempo propio.

En 2009, según la página Superjob.ru, la principal causa por la que los encuestados llegaban tarde al trabajo era un trivial "no me he despertado " (15%). El 10% mencionaba los atascos, y el 7% afirmaba sentirse mal. El 6% alegaba “circunstancias familiares”, problemas con las mascotas, o un olvido ("pensaba que era fiesta"). La resaca y los problemas para levantarse solamente fueron mencionados por el 3%. El 2% utilizaba excusas poco habituales, del tipo, “no tenía nada que ponerme”, “me he quedado atrapado en el ascensor ", "ha sido culpa del tiempo ", o incluso “se me habían olvidado las llaves ". La encuesta se llevó a cabo entre el 1 y 6 de diciembre de 2009, y participaron alrededor de 400 personas.

El 23% de los trabajadores nunca llega tarde

15 minutos: esta es la duración máxima permitida por el el 29% de los encuestados.

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