Cibeles se rinde a la sensualidad rusa

El desfile ruso era uno de los desfiles esperados con mayor expectación. Foto del archivo de prensa

El desfile ruso era uno de los desfiles esperados con mayor expectación. Foto del archivo de prensa

Era uno de los desfiles esperados con mayor expectación, y ayer, en la sala Cibeles del certamen internacional de moda que estos días se celebra en Madrid, en las gradas no cabía un alfiler. Con el título “Rusia en Cibeles” y en el marco del año dual España-Rusia, la 54º edición de Cibeles Madrid Fashion Week, incluyó un singular desfile, en el que más de una veintena de creadores rusos mostraron sus propuestas, ofreciendo una visión de conjunto del momento creativo que vive actualmente este país. La muestra, organizado por Valentina Mélnikova, contó con el apoyo de la Embajada de Rusia y el Centro Ruso de Cultura y Ciencia.

Eclecticismo es la palabra que podría definir la explosión de colorido y variedad de texturas que se exhibió en esta pasarela abarrotada de curiosos y expertos que no quisieron perderse lo que se cocina en los talleres de alta costura en el país del frío. En la selección de diseñadores participantes estaban representados desde los más jóvenes a otros creadores ya consolidados con una larga trayectoria profesional.

Los motivos étnicos de la artista más veterana, Tatiana Smirnova, combinaron con la vanguardia de Yevgueniya Kim, Ekaterina Tkachova o Stepan Kazyavin (el único representante de la moda masculina en la muestra). La técnica del patchwork y los brocados en el raso de Nina Krupnova y Lydia Krymskaya, conjugaron con la armonía de colores fuertes y de los paisajes rusos en las creaciones de punto de Tatiana Kiseliova y de Anna Lesnikova. Una colección predominantemente femenina con vestidos y complementos hechos a manos en los que intervienen exclusivamente materiales puros: lino ecológico, lana, algodón, raso, seda y piel, y en los que tampoco faltan los materiales reciclados, dieron muchas pistas de que la creatividad de los artistas rusos apuesta por el arte en sus diseños y que la llegada de firmas internacionales a las principales calles comerciales de Rusia es algo que no les preocupa en absoluta porque ellos van por otro lado.

Los motivos aplicados sobre los tejidos y las temáticas de inspiración también resultaron ser muy diferentes entre unos y otros. Viajamos por el romanticismo del Hermitage y la joven Daria Kanaykina nos llevó hasta la época soviética. Nos sumergimos el fondo marino y en el de los cuentos, y paseamos por la arquitectura en los diseños de Elena Potapova, o por la delicadeza del paisaje japonés pintado sobre seda de Elena Rudavina. El público pudo contemplar modelos únicos y exclusivos, de alta costura, informales y hasta propuestas de trajes de novia. Todos destinados a un tipo de mujer que quiere lucir su sensualidad ayudándose de la transparencia que ofrecen los tejidos naturales. La apuesta cromática se inclinó por los colores terrosos, el verde marino, la pasión del rojo, la elegancia del negro y la efusividad del blanco.

Con más de treinta años de profesión, Irina Belopuhkova colabora ya con algunas firmas españolas. Tiene una tienda en el centro de Moscú que viste a las grandes estrellas de Rusia. Los diseñadores más jóvenes continúan siendo estudiantes de moda y ven la oportunidad de enseñar su colección en pasarelas internacionales. Para ellos es la manera de descubrir si existe sintonía entre su creatividad y el gusto del público. Según Nicolai Sapelkin, director de la Casa de diseñadores y organizador de un original concurso entre los jóvenes, hoy la moda no sabe de fronteras, es un arte que pertenece al mundo globalizado.” Claro que la moda rusa posee señas de identidad propias del país, igual que ocurre con la moda española, pero el arte de la moda es un lenguaje universal.”

Diseñadores participantes


Elena Batinich, Irina Belopuhova, Elena Condrina, Tatiana Smirnova, Elena Starikova, Tatiana Kiselyova, Nina Krupnova y Lydia Krymskaya, Tatiana Romaniuk, Anna Lesnikova, Svetlana Sidorovskaya, Tatiana Savosina, Maria Pershina, Elena Alegina, Ekaterina Jadrikova y Elena Smirnova, Vera Cherepova, Elena Wagner, Elena Rudavina, Ekaterina Tkachova, Ekaterina Kurepina, Ekaterina Súslikova, Yevgueniya Kim, Stepan Kazyavin, Ekaterina Pokotilo, Elena Potapova y Daria kanaykina.

Entrevista a VALENTINA MÉLNIKOVA


Los ojos de Valentina no pueden disimular su emoción. Promotora del proyecto “Días de moda de Rusia en Europa”, trabaja desde 1995 en pasear la moda moscovita por las principales capitales europeas. Hoy está nerviosa pero confía ciegamente en que este numeroso y variado grupo de diseñadores, representantes de la moda rusa, asombren con su arte en Cibeles. “El día de hoy es un sueño convertido en realidad. Este año hemos triunfado en Milán, en París, en Londres, en Nueva York y acabamos de estar en Dusseldorf, pero estar en España con motivo del año dual era muy importante para nosotros”, nos comentaba minutos antes de comenzar el desfile mientras nos enseña con orgullo los modelos que se van a mostrar al público. “Hemos traído lo más representativo de lo que se está haciendo en Rusia. Hay diseñadores consagrados pero hay otros siete que son diseñadores que continúan estudiando y formándose, y que en Rusia ya se consideran nuevos talentos. Para ellos es una oportunidad mostrar sus colecciones y ver cómo las recibe la gente”. Cuando le comento que la moda rusa desde el exterior ha tenido siempre muchos tópicos, Valentina se defiende: “Queremos romper con los clichés que existen y hoy lo vamos a romper en la pasarela. Hay elementos tradicionales incorporados en algunos diseños pero éstos se han transformado o modernizado, buscando la vanguardia. Creo que esto va a sorprender al mercado europeo.”

Las grandes firmas internacionales que se han establecido en Rusia a Valentina no le asustan en absoluto. “No hay tiempo para pararse en eso, la creatividad tiene que seguir evolucionando en nuestro país, y esto se consigue paso a paso. Todas las influencias son buenas y sirven de estímulo para que el diseñador busque superarse. En este mundo de conflictos que estamos viviendo, la belleza salvará el mundo. Incluso en los tiempos difíciles reutilizar los materiales en los complementos y en los vestidos se ha convertido en algo muy importante”, y Valentina nos muestra un cinturón hecho con cucharas, creación de Daria Kanaykina, estudiante de la Universidad Textil Estatal de Moscú kosygin. De pronto la conversación se interrumpe porque ha entrado una modelo jovencísima maquillada, peinada y vestida para desfilar. “Nuestras modelos son casi todas estudiantes que apoyan a sus compañeras de curso. Aquí somos un equipo, no hay competencia entre nosotros. Esa es la clave para continuar triunfando por Europa.” Valentina Mélnikova no puede seguir charlando. “¡La pasarela está a punto de empezar!”.

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