Videojuegos: impulsores de la Cultura y el Turismo (I)

Con el devenir de los tiempos, el número de turistas atraídos por ciertos destinos gracias a la Literatura y el Cine han ido dejando un hueco a otros fascinados por algún título del 8º Arte.

Con 8º Arte nos referimos al de los videojuegos, cuya aplicación ha pasado del mero ocio, a estar integrados en planes de formación, educación y terapia… presentándose este sector, en los últimos tiempos, como un potente aliado de cualquier Ministerio de Cultura y Turismo.

Rusia ha sido una gran inspiradora e impulsora de videojuegos de gran éxito, algunos de los cuales se desgranarán en las dos partes de las que consta este artículo.

El primer ejemplo ruso/soviético de desarrollo de videojuegos fue el programa de ajedrez Каисса (Kaissa, en honor a Caïsa, la diosa del Ajedrez), ya mencionado en otro artículo, y que ganó el Primer Campeonato Mundial de Ajedrez en 1974.

Otro ejemplo desde la nostalgia más cercana de muchos de los lectores es el Тетрис o Tetris, como es conocido fuera de Rusia. Fue inventado por Alekséi Pázhitnov en 1984 cuando estaba trabajando en la Academia de las Ciencias de Moscú y se convirtió en uno de los iconos tanto de la década de los ’80 como de los ‘90.

Combinación artística de la publicidad de Tetris y la propaganda soviética

Son muchos los beneficios que a lo largo de estos años se le han ido adjudicando a este videojuego ruso, versionado en tantísimas ocasiones. Por ejemplo, en nuestra primera partida, nuestro cerebro verá su actividad y funciones incrementadas, redundando en un gran consumo de energía y glucosa. Dicho consumo disminuirá a medida que la partida se prolonga, alcanzando por tanto un nivel de eficiencia en nuestro proceso mental que puede ser aplicado a otros campos.

Además, la mecánica del Tetris, en la que se deben tomar decisiones para resolver problemas NP-completos en un corto espacio de tiempo, hace que nuestra velocidad de razonamiento se vea incrementada sustancialmente.

Fuera del ámbito de la salud, Tetris es uno de los programas escogidos por los alumnos de Informática en sus primeros años de carrera para comenzar a programar.

Por otro lado, ha sido a lo largo de estos años uno de los escaparates de la cultura rusa a través de su música. La melodía que seguramente ahora mismo suena en nuestras cabezas pertenece a la versión que se hizo para la segunda edición y se llama "Коробе́йники" (Korobéikini, Los Buhoneros). Ésta es una canción popular rusa basada en el poema homónimo de Nikolái Nekrásov de 1861 y que narra la historia de un joven porteador de mercancías (buhonero) y su romance con una joven de ojos oscuros.

Tchaikovsky también está presente en Tetris. La “Danza del Hada del Azúcar” de su ballet “El Cascanueces” es uno de las homenajeadas en otra de las ediciones.

Y por último, “Калинка” (Kalinka) no podía faltar tampoco en este carrusel de cultura rusa. Esta conocidísima canción fue escrita por Iván Petróvich Lariónov en 1860 y es una oda a la калинa (Kalina), un arbusto de “bayas de nieve”.

Publicidad de Tetris cuando era distribuido por ATARI en 1988

El grado de penetración de los videojuegos en el público general se ha incrementado en gran parte por la gran inversión realizada en la evolución de las arquitecturas de computación convencionales y que han dado su fruto en componentes dedicados. Los procesadores gráficos o GPUs suponen un alivio al procesador central (CPU) de todas las tareas relacionadas con la renderización y cálculo de trayectorias.

Con esta nueva tecnología, los videojuegos de nueva generación consiguen que el usuario se meta de lleno en el universo propuesto.

Pero como pasa con cualquier otra herramienta, las GPUs se están utilizando en el entorno científico para realizar todo tipo de cálculos específicos que antes tardaban el cuádruple. Esta rama derivada de la industria del videojuego ha posibilitado el nacimiento de las GPGPUs o procesadores gráficos de propósito general.

En la actualidad, tanto GPUs como GPGPUs se están utilizando en diferentes campos, desde el procesado de imágenes médicas hasta las provenientes de los satélites.

GPU de NVIDIA

Ahora bien, es cierto que una gran calidad gráfica dota de realismo al universo propuesto por el videojuego, esto no valdría de nada sin un buen guión y una todavía mejor ambientación.

Cada vez son más los esfuerzos realizados en esta dirección, confiriendo al desarrollo de un videojuego el aspecto de toda una superproducción cinematográfica. Esto redunda en un mayor tiempo dedicado a la documentación, incrementado cuando los hechos narrados tienen lugar un escenario real y/o durante un acontecimiento histórico.

El filón más explotado siempre ha sido la 2ª Guerra Mundial y el ejemplo más representativo con ambientación ruso/soviética es la saga de Call of Duty.

En éste, iniciamos la campaña cruzando el Volga para recuperar la Plaza Roja de Stalingrado (donde se encuentra el Teatro Gorki) mientras sobrevivimos a la aviación y los nidos de ametralladoras alemanes. Tanto la primera entrega como en otra más reciente culminan con la toma del Reichtag, siendo nosotros en la segunda los porteadores de la bandera que ondearía en la histórica foto. Para el desarrollo de los juegos de esta franquicia, cada arma es modelada de la forma más fiel posible, realizando incluso un estudio del sonido, cadencia y comportamiento al recargar. El resultado es una vivencia en primera persona de los acontecimientos claves de la contienda.

Call Of Duty World at War: Accediendo al Reichtag en llamas

Pero cada vez más, la industria del videojuego ha buscado ofrecer destinos mucho más reales todavía, acompañando más notas culturales, con la premisa de que el jugador disfrute de los paisajes contemplados.

De esta manera, Traitor’s Gate (basado en la película homónima de 1964) usa la excusa de robar las Joyas de la Corona Británica para introducirnos en la Torre de Londres. Allí deberemos resolver acertijos relacionando las piezas de arte expuestas. La recreación de la Torre de Londres es increíblemente precisa, ya que el equipo de desarrollo se desplazó al lugar y fotografió cada milímetro a fin de ofrecer al jugador una vista en 360º de cada estancia con objetos interactuables.

Otro ejemplo es la segunda entrega de la saga de Assassin’s Creed, ambientada durante el Renacimiento. Las ciudades de Florencia, San Gimigniano, Forlì y Venecia son reproducidas hasta en el más mínimo detalle, permitiéndonos recorrer sus edificios emblemáticos por fuera, por dentro y sobre todo por encima, a la par que avanzamos en una historia galardonada por su guión. Y por si fuera poco, podremos interactuar con personajes históricos como Leonardo da Vinci, a la vez que asistimos de primera mano al descenso de los Medici y la subida de los Borgia.

Assassin’s Creed II: Sobrevolando la plaza de San Marcos en Venecia


Son precisamente estos títulos en los que se le da al jugador la libertad de moverse por doquier, los que más contribuyen a este proceso de pre-turismo que culmina en una visita real al destino escogido.

Curiosamente, los casos más representativos son los de títulos distópicos, aquellos en los que los hechos se narran en una línea histórica paralela a la actual manteniendo las localizaciones reales. Increíblemente, todo apunta a que ver dichas localizaciones desde una óptica diferente hace que su atractivo se incremente y la decisión de elegirlas como destino tenga lugar.

En el caso de Estados Unidos, el ejemplo más representativo es sin duda las dos últimas entregas de Fallout, un juego de rol post-apocalíptico ambientado en Washington D.C. y Las Vegas respectivamente. Con la excusa de sobrevivir a los estragos de la Tercera Guerra Mundial, realizamos toda una visita turística en primera persona por los puntos más emblemáticos, desde el Lincoln Memorial hasta la Presa Hoover, conociendo desde moradores de refugios nucleares que se erigen como garantes de los valores morales del mundo de antes de la guerra hasta auténticas hordas de asaltantes que han perdido toda su humanidad.

Fallout 3: Paseando por el centro de Washington DC

Pero Rusia y el resto de los países pertenecientes a la antigua Unión Soviética no se quedan atrás. En la siguiente parte veremos como a falta de un Fallout, Rusia y Ucrania tienen dos y encima empleando la mejor inspiración patria. No solo eso, también veremos que el futuro de los videojuegos rusos está en el Espacio, lugar en el que a lo largo de su Historia, escritores y científicos han dirigido su mirada mientras soñaban despiertos.

Más Información:


Playing Tetris May Build Up Your Brain


Free Tetris


Melodías de Tetris en “versión original”:

https://www.youtube.com/watch?v=NmCCQxVBfyM

https://www.youtube.com/watch?v=G0YLjccRPZg

https://www.youtube.com/watch?v=mgUdwsQyY


Call Of Duty World at War, escena final de la toma del Reichtag


Traitor’s Gate en Gamespot


Assassin’s Creed II, vídeo de ambientación con una de las pistas de la banda sonora


Fallout 3 vs. Reality, photo comparison


Fallout New Vegas Tour


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