Rusia y Georgia, a 3 años de la guerra

Un niño osetino dibujando las banderas de Rusia y Osetia del Sur. Foto de AP

Un niño osetino dibujando las banderas de Rusia y Osetia del Sur. Foto de AP

El 8 de agosto de 2008, las tropas georgianas se enfrentaron a Rusia en la ciudad de Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, comenzando una guerra que duró sólo nueve días. Sin embargo, las tensiones siguen más vigentes que nunca.

Hace ya 3 años de aquella guerra que enfrentó a Rusia y a Georgia por el reconocimiento de la independencia de los territorios de Abjazia y Osetia del Sur. Ambos gobiernos de estos nuevos países creyeron que su destino podría correr la misma suerte que el de Kosovo, quien se independizó de Serbia el 17 de febrero de ese año tras una cruenta intervención de la OTAN, logrando el reconocimiento por parte de más de 70 países de la comunidad internacional.

Pero esto no fue así. Luego de sus respectivas declaraciones de independencia, tropas georgianas invadieron territorio osetino forzando a Rusia a intervenir en el conflicto en defensa de los habitantes de ambas repúblicas, quienes en su mayoría poseen ciudadanía rusa.

La guerra duró 9 días y finalizó con la victoria de Rusia, la que pocos días después reconoció la independencia de los dos flamantes Estados caucasianos, esperando que el resto de los países del mundo siguieran su ejemplo. Sólo 3 países así lo hicieron: Venezuela, Nicaragua y el pequeño Estado de Nauru, una isla del Océano Pacífico. Estos hechos llevaron a que Georgia rompa relaciones diplomáticas con la Federación Rusa y declaré tanto a Osetia del Sur como a Abjazia como “territorios ocupados”.

En un primer momento se especuló con la posibilidad de que Osetia del Sur fuese anexada a Osetia del Norte, con lo que habría pasado a formar parte del territorio de la Federación Rusa. Sin embargo, las autoridades de ambos países han desmentido esta opción. El primer ministro Vladímir Putin sostuvo que eso sólo depende del propio pueblo suroseta y el presidente Dmitri Medvédev remarcó que “no existen premisas jurídicas ni fácticas” para que esto suceda.

Hoy, a tres años de la guerra, Georgia sigue siendo un punto de tensión internacional. El gobierno ruso continúa apoyando a los ciudadanos de las nuevas repúblicas independientes, mientras que Georgia fortalece sus vínculos con los Estados Unidos e intenta ser uno de los próximos países en ingresar a la OTAN.

Hace algunos días, el Senado de los Estados Unidos aprobó una resolución en la cual se condena a Rusia por “violar la integridad territorial y la independencia de Georgia”. El Presidente Medvédev, en una entrevista reciente que ofreció a “Russia Today” en conjunto con el Primer Canal Noticioso Caucasiano de Georgia y la radio “Eco de Moscú”, sostuvo que “es una resolución sin fundamentos, que sólo refleja las simpatías de algunos senadores ancianos por determinadas personas. Es un parlamento extranjero que no me afecta en absoluto ni sus resoluciones representan interés para Moscú”.

Además, Medvédev sostuvo en la entrevista que si fuera por él, llevaría a Mijaíl Saakashvili, actual presidente de Georgia, a un tribunal internacional para ser juzgado por haber violado las normas del Derecho Internacional. Sin embargo, reconoció la baja probabilidad de que esto ocurra dado el apoyo que recibe el líder georgiano por parte de algunos países muy poderosos.

Por otro lado, entre las tensiones existentes también se encuentra la del eventual ingreso de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC). Aquí, es Georgia de quien en parte dependen las posibilidades rusas. Según el Presidente ruso, si el gobierno georgiano pudiese cambiar esta posición, se estaría logrando un primer paso para llegar a restablecer relaciones económicas y diplomáticas entre ambos países.

Lic. Sergio G. Caplan es investigador del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI)

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