Els Comediants estrenan su Perséfone en el Festival de Teatro de Chéjov. Foto de Itar-Tass
Mezclando en un mismo recipiente las técnicas del teatro de variedades, el musical y el antiguo teatro de máscaras, Joan Front y sus comediantes se ríen irrefrenable y despiadadamente de todo tipo de tradiciones, creencias y leyendas relacionadas con la muerte. Por eso, su Perséfone se enfrenta constantemente a las situaciones más inconcebibles, llenas de un humor negro tan paradójico que algún crítico ha comparado esta obra con los cuadros de El Bosco. A todo esto se añaden instalaciones de vídeo, música en vivo, bailes muy bien montados, un ardiente temperamento catalán y una gran capacidad para hacer bromas inteligentes sobre lo más íntimo y sagrado. Así que, si toda esta picante mezcla no le parece sabrosa, será porque no está del todo vivo.
La obra también sorprende porque las preguntas surgen en la cabeza del espectador no tras la función, sino durante su transcurso. Y lo que es más importante, una vez que surgen, ya no le dejan tranquilo hasta el final de la obra.
Para satisfacer nuestra curiosidad, tuvimos que meternos entre bastidores. Allí nos encontramos a la actriz Ángels Gonyalons, que hizo de Perséfone.
-¿Es vuestro espectáculo una broma sobre la muerte?
Nuestro espectáculo no interpreta la muerte de manera frívola. Es evidente que cuando te toca directamente duele mucho. Los españoles y los catalanes sufrimos mucho ese dolor. En el desastre de Japón hemos visto la contención emocional japonesa. En cambio, España tiene mucha capacidad para reírse de sí misma, para reírse de su propio dolor. Aunque no siempre puede, solamente cuando el dolor está lejos. Esta risa no pretende ser ofensiva.
- Todos los personajes que son miembros de la familia de Rafael, excepto Perséfone, llevan máscaras cómicas. Hay cierta ironía en ello. Nosotros comprendemos que la ironía y la muerte son amigas. Pero, ¿por qué aparece la cuestión sexual en la figura de Perséfone?
A menudo la muerte se representa como una dama por lo que tiene de misterio. Esto le dota de un componente sexual, porque el misterio atrae, el misterio seduce. En la mitología griega nunca se deja claro si Perséfone es engañada por Hades o si ella sabe que será condenada. Al coger aquel narciso y comer la granada pasa de la infancia a la madurez. Aparece más sabia al final pero el saber también es triste. Es más fácil vivir en la inconsciencia.
- ¿Cuál era la finalidad de utilizar tanta música?
Creo que la música es sobre todo una herramienta, un camino para nuestro mensaje. La música añade poesía al espectáculo. Me parece muy poético cuando recojo al muerto y me lo llevo bailando. La música ayuda a la poesía en los momentos dramáticos. No todos los momentos del espectáculo son de humor. El personaje de Perséfone muestra paralelamente sus relaciones con los muertos y sus relaciones con otros dioses. Llega la primavera cuando ella es una adolescente secuestrada con el consentimiento del padre y está en un lugar muy oscuro. La música ayuda mucho a explicar mi personaje.
Tras la conversación con Ángels tambíen pude hacer algunas preguntas a Joan Font, director del espectáculo, que se econtraba por allí cerca.
- ¿No era un riesgo para el espectáculo mostrar el tema de la muerte de manera ligera?
Nuestra mentalidad nos obliga a interpretar la muerte como algo filosófico y serio. La manera rusa de entender la muerte difiere de la española. Hay una cita famosa del pintor Joan Miró: “Para ser universal e internacional hay que contar una cosa pequeñita y real para ti”. No hemos preparado nada especial para Moscú, sino que hemos contado nuestra historia. Por ejemplo, Chéjov nos queda muy lejos, pero a pesar de esta lejanía se nos hace tan cercano porque es auténtico. Es importante que otras culturas entiendan y puedan engrandecer su visión de la muerte.
- ¿Por qué un espectáculo sobre un tema bastante trágico se parece mucho a la fiesta?
Es que soy muy dulce, muy suave; no soy para nada violento y por lo tanto, cuando hablas de una muerte, hablas de una muerte poética, de una muerte mitológica. Es inevitable para poder convivir con la muerte porque cuando nacemos estamos tocados por ella. Es curioso que en todas las culturas la muerte dé miedo. Pero si nos enseñaran convivir con ella de manera natural, viviríamos más felices. La civilización avanza cuando tiene menos dolor. Hay que evitar el dolor.
- ¿Por que en este espectáculo que se llama “Perséfone” apenas aparecen elementos griegos?
Porque nos parecía que en el 2011 no hacía falta recuperar la estética helénica sino el concepto de muerte. No queríamos hacer una cosa antigua, ni de museo, sino una cosa de vanguardia, para la gente joven.
- ¿Para qué se abren constantemente las puertas en el fondo de la escena?
La vida consiste en abrir viajes, paisajes. Durante toda la vida abrimos puertas y las dejamos abiertas. Solamente cerramos la puerta una vez, al final. Pero durante el trayecto se cierran las puertas de otras personas. Nacemos curiosos y es la curiosidad la que abre las puertas.
- ¿Usted piensa que su propia muerte se va a parecer a la de Perséfone de Ángels Gonyalons?
Absolutamente. Me gustaría que cuando me muriera apareciera esa bella chica que me ayudara a buscar mi propia eternidad.
- Si Perséfone ofrece a Rafael variantes de la eternidad eso significa que el sentimiento se conserva después de la muerte.
En caso contrario, para Rafael, todas las eternidades serían iguales.Lo que queda después del hombre es la memoria de los sentimientos relacionados con él. Tú descubres a Rafael por los otros: el hijo, una muchacha viva, una amante, una examante...
- En la escena aparece un encarcelado. ¿Quería mostrarnos que la muerte no es lo más horrible, que la vida puede ser peor que la muerte?
Para gente desesperada, para un niño que no tiene niños, que nace en un lugar donde será explotado. Creo que eso es peor que la muerte. La muerte es un mal menor. A menudo es una liberación. Perséfone dice en el espectáculo: “Vosotros, los humanos, me veis como terrible y cruel. Otros de vosotros me veis como liberadora, generosa y buena. La muerte no es lo peor. Lo peor es vivir indignamente.
Hoy vuestra pasión ha penetrado en cada corazón de cada espectador. Usted ha conseguido hacer una verdadera fiesta de la muerte. Esta fiesta de muerte es igual a la vida por las emociones despierta. Esto es importante porque la vida sin muerte se convertiría en una tragedia. Precisamente es la muerte la que hace feliz la vida.
Nota informativa
El catalán Joan Front se graduó en la escuela teatral de Jackes Le Cock de París y fundó su teatro hace casi treinta años, en tiempos de la dictadura franquista. Entonces resultaba peligroso hablar en catalán. Sin embargo, la compañía de teatro Els Comediants no sólo se las apañaba para representar obras en este idioma sino también para mofarse discretamente del totalitarismo. En aquella época la compañía vivía en una especie de comuna y las autoridades no se decidían a detener a gran cantidad de personajes divertidos que contaban con el cariño de los habitantes de Barcelona. Joan Front a menudo organizaba representaciones en plena calle.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: