Según el Presidente las regiones deberían contar con más recursos y responsabilidad. Foto de Itar-Tass
A finales de junio, Dmitri Medvédev nombró a los viceprimeros ministros Dmitri Kozak y Alexánder Jloponin responsables de la elaboración de propuestas para la descentralización que había anunciado en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Kozak se encargará de las relaciones legales entre las diferentes administraciones; por un lado, federales y regionales, y por otro, regionales y municipales, mientras que Jloponin se ocupará de las relaciones financieras y tributarias.
Kozak y Jloponin tienen que preparar sus informes para el 15 de septiembre, y el 1 de diciembre tendrán que presentar un plan de acción completo.
Un funcionario del Kremlin explica la metodología de la descentralización, consistente en no hacer pasar el dinero por el centro de la Federación , dotando así de más medios a las regiones. De modo que habrá que elaborar una metodología de transferencias interpresupuestarias, según la cual los excedentes de los impuestos recaudados en las regiones permanezcan allí. Las administraciones regionales obtendrán más competencias para determinar los presupuestos municipales ya que distribuirán recursos entre los ayuntamientos. El objetivo de la descentralización no consiste en inventar nuevos impuestos para las regiones sino en permitir que ellas mismas se administren. Según declaraciones del asesor del presidente Arkadi Dvorkóvich, “el actual sistema de motivación no es suficiente”.
Viacheslav Shport, gobernador de la región de Jabárovsk, está convencido de que si las regiones pudieran destinar los excedentes tributarios a su desarrollo estimularían no sólo el trabajo de la administración, sino también el deseo de las empresas locales por pagar impuestos. Sin embargo, un alto cargo del Ministerio de Finanzas considera que esta iniciativa es poco realista.
Los impuestos no son recaudados por las regiones sino por los organismos tributarios federales, tras lo que se pone en marcha un sistema de redistribución en el que cada cual recibe su parte. Tal y como recuerda Borís Kopeikin de Standard & Poor's, “en el sistema actual las regiones no participan en absoluto en la recaudación de beneficios”.
En 2010, se otorgó libertad a las regiones para utilizar los recursos del programa estatal llamado “La Vivienda” lo que supuso una medida de descentralizadora , ahora se intenta difundir esta experiencia a todos los programas.
Asimismo, es posible que se proponga la participación de los gobernadores regionales en el proceso de elección de altos cargos de las estructuras federales en las regiones.
La actual distribución de beneficios entre regiones y el centro federal no permite un desarrollo eficaz de los territorios ya que el dinero pasa por las estructuras burocráticas de los ministerios federales, tal y como afirma el miembro de la Cámara Pública Viacheslav Glázychev. En este sentido, la experiencia de Jloponin, exgobernador de la región de Krasnoyarsk podrá ser útil. Considera que el problema de las administraciones municipales no se reduce solamente a la cuestión de los impuestos: es imposible evitar la concesión de subvenciones a los ayuntamientos, aunque resulta necesario optimizar el proceso dirigiendo la financiación directamente a las localidades. Kozak fue la persona encargada en llevar a cabo la reforma municipal, por lo que es lógico que el presidente le haya encargado enderezar la situación, asegura Glázychev.
Según afirma un funcionario, el Ministerio para el Desarrollo de las Regiones ha realizado sus propias propuestas respecto a la reforma de las relaciones interpresupuestarias; las administraciones regionales y municipales están cumpliendo con sus tareas sociales dentro de una lógica de distribución de recursos, y están más interesadas en obtener partidas del presupuesto federal que en desarrollar los territorios y hacer crecer el potencial tributario. Hay que renunciar a los subsidios y empezar a conceder bonificaciones por el aumento del potencial impositivo de las regiones. Según el funcionario, estas propuestas todavía no han sido presentadas a la administración del presidente.
El objetivo de esta reforma es ante todo electoral, asegura una fuente cercana a la administración presidencial. En 2005, durante la monetarización de las bonificaciones sociales, los poderes se redistribuyeron entre las regiones y el centro federal de una manera más clara; en particular, las regiones se hicieron responsables de la mayoría de las garantías sociales para la población, pero no les fue adjudicado ningún dinero adicional. El Código Presupuestario establece solamente el poder federal puede garantizar una normativa a nivel federal, por lo que a la hora de distribuir el presupuesto de los planes sociales no se tiene en cuenta a las regiones.
Si se informa a ciudadanos de que el centro federal ha transferido a las regiones no sólo la responsabilidad por los pagos sociales sino también el dinero, el descontento del electorado se dirigirá contra los gobernadores y cargos municipales, comenta el interlocutor de Védomosti.
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