Shoigu solamente mencionó cuatro de las siete catástrofes: los incendios en Rusia el pasado mes de agosto, las inundaciones de Pakistán, la lluvia helada del invierno pasado y el tsunami de Japón. Los expertos se apresuraron a sugerir accidentes que merecían contarse entre estos siete: los terremotos de Haití, Chile y China y el derrame de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México fueron los más mencionados.
Es cierto que, hasta cierto punto, parece imposible prepararse para este tipo de catástrofes. Sin embargo, los nuevos equipos que se exhiben en la exposición anual no dejan lugar a dudas de que los equipos de rescate rusos quieren estar preparados para cualquier tipo de catástrofe.
“La tecnología que permite minimizar desastres ya está disponible”, señaló Guennadi Gudkov, vicepresidente del comité de seguridad de la Duma. “Esto incluye edificios a prueba de terremotos, evacuaciones en zonas de alto riesgo sísmico y la dotación de miembros del Ministerio de Situaciones de Emergencia con equipos y provisiones especiales”.
En cualquier caso, Gudkov considera que el centro de atención no debe ser tanto el desarrollo de nuevas tecnologías como la capacidad de ponerlas en práctica lo más rápido posible.
Aunque los terremotos son la catástrofe natural que más víctimas mortales provoca, la amenaza más inmediata de Rusia son los incendios forestales, de ahí que lo más sobresaliente de la exposición de este año haya sido la seguridad contra incendios. El verano pasado, los incendios destruyeron unos dos mil hogares y pusieron en peligro numerosas instalaciones estratégicas, incluidos el centro nuclear de Sarov y la central nuclear del Novovoronezhskaya. En la exposición de este año, los ingenieros presentaron equipos capaces de extinguir cualquier tipo de incendio, por grave que sea. Shoigu declaró que gran parte de los equipos presentados en la exposición pasarán a formar parte del ministerio el año que viene.
El ministerio necesita disponer de equipos contraincendios de tecnología avanzada. A fines de mayo se registraron 131 incendios en Rusia, comparados a los 120 del año pasado por estas mismas fechas, y ya han devorado unas 390.000 hectáreas. Al igual que el año anterior, Yakutia – la inmensa república del lejano oriente de Rusia – encabeza la lista de zonas de amenaza de incendios. En estos momentos la región está luchando contra varias docenas de incendios con una dotación de 1.800 personas y 174 equipos. Por ahora las innovaciones de “seguridad integrada” no se ven por ningún lado. Los bomberos luchan contra los incendios a la vieja usanza.
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