El Doctor Zhivago ya habla español

Soria, Madrid, Granada… también repasamos los lugares donde se rodó la película de David Lean. El idioma supone una frontera, aunque estas no se cruzan con trenes sino con traductores. Por eso, empiezo por reconocer el magnífico trabajo que mi compañera de blog ha hecho con el anguloso texto de Borís Pasternak.

El Doctor Zhivago es un cuento generacional, una Biblia rusa del primer cuarto de siglo XX. No obstante, sus más de 700 páginas no bastan para entender un periodo tan poliédrico y agitado, y de hecho cierra un círculo donde podrían estar obras paralelas como “Petersburgo” de Bely, “Nosotros” de Zamiatin, “Chevengur” de Platónov o “Corazón de perro” de Bulgákov.

De acuerdo con sus documentos personales, Pasternak tampoco pretendió realizar una reconstrucción histórica de dicha época, sino mostrar cómo una vida individual se ve desgarrada por el entorno que le toca vivir, y eso lo hace de forma magistral, en mi opinión, aunque es cierto que la obra recibió muchas críticas como veremos más adelante.

Pasternak lo consigue a través de unos personajes impresivos, contradictorios, complejos y porosos, que se ven acorralados por el barbarismo del intelecto, la paradoja de la racionalidad y la modernidad. “El Doctor Zhivago es la novela de un poeta que pone a prueba los límites del género para hablar de todo aquello que convulsiona el alma: amor, ideología, historia, religión, naturaleza”, confirmó Marta Rebón durante la presentación del libro.

La actual edición ha sido publicada por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, sobre el manuscrito original revisado por Yevgeni Pasternak, hijo del escritor. Según Marta Rebón, el encargo fue “un regalo” para ella, aunque el texto resultó “dificilísimo” de traducir.

Por encima de todo, el Doctor Zhivago es una novela rusa, palabras literarias mayores con abundantes disgresiones filosóficas y laberintos metafísicos. Pasternak también introduce otro rasgo típico de la literatura rusa: la sensibilidad cosmológica, complementada con un manifiesto antagonismo de erotismo y ética frente a ideología y sentido hegeliano de la historia.

Borís Pasternak

Constantes reflexiones en torno a la creación artística también se nos ponen sobre la mesa, como un té que a cualquier hora tienes que tomar en casa rusa. Creación como formas que el hombre impregna a la vida, vida que irremediablemente conlleva muerte. Una novela pesimista y disonante que al mismo tiempo es muy cristiana y armónica. Como en una sinfonía de Shostakovich, pero que Pasternak nos ofrece con más azúcar, no tan tétrica y radical como el compositor de Petrogrado.

También hay muchos elementos para interpretaciones freudianas, como la necesidad de Yuri de amar y ser amado tras la muerte de su madre, la autoflagelación de Strélnikov/Pasha Antípov, el parasitismo de Komarovsky, o el carácter destructivo de Lara.

Tolstoi como raíz


Aunque el estilo novelístico es diverso, resulta innegable la influencia ideológica de Tolstoi. De hecho, en varias ocasiones Pasternak reconoció su admiración por el pope de Yasnaya Poliana, evocando la visita de éste a casa de sus padres, cuando Borís Leonidovich aun no era capaz de decir “solntse”.

Pero Doctor Zhivago es la novela de un poeta, en la que poética (mitos) y filosofía (logos) se muestran como una entidad única. Tanto respeta la tradición rusa Borís Pasternak que esta obra está tomada por un dramatismo casi decimonónico, aunque con muchos elementos simbolistas, de hecho son varias sus alusiones a Blok en el texto.

También menciona España, aunque igual no nos guste escuchar esto: “Y alrededor no había más que linchamientos, atrocidades, dramas de celos. Como en las novelas españolas” (Pág. 524).

Pero acerquémonos a la novela, a pesar de su complejidad, de la dificultad de orientarse entre patronímicos, apodos y personajes históricos, del ritmo lento de las cien primeras páginas, y de las muchas críticas políticas y literarias que recibió: “Si comparamos a Pasternak con un cerdo, un cerdo no haría lo que él ha hecho, porque un cerdo caga allí donde come”, sentenció Nikita Jruschov, quien sorprendió al mundo mostrando cómo su inteligencia cabía en un zapato.

La represión a Pasternak fue un ejemplo para evitar que otros escritores soviéticos publicasen en Occidente, y un aviso a la última generación de intelligentsia rusa, como se explica en los libros “Zhivago’s Children” de Vladislav Zubok y “El coro mágico” de Solomón Volkov.

De hecho la campaña contra Pasternak recuperó lo peor de la tradición stalinista, con denuncias oficiales en Pravda y cartas de “trabajadores soviéticos anónimos” que decían no haber leído el libro pero pedían la cabeza de Borís Leonidovich.

Tampoco gustó Doctor Zhivago en Israel, y Ben Gurión (entonces primer ministro del país) lo puso como ejemplo de “cómo un judío puede darle la espalda a su pueblo”.

Dentro del mundo literario, el Doctor Zhivago tuvo a Vladimir Nabokov a su gran denostador: “Política aparte, para mí el libro es una triste cosa, desmañanado, trivial y melodramático, con situaciones estereotipadas, abogados voluptuosos, muchachas inverosímiles y coincidencias trilladas… aplaudí que se le otorgara el Premio Nobel por su poesía. Pero el Doctor Zhivago no alcanza el nivel de la poesía”.

Tampoco a Anna Ajmátova le gustó el libro. Movida quizá por su amistad con la ex esposa de Pasternak y su aversión contra su nueva amante (la periodista Olga Ivinskaya), aseguró que “la novela abunda en páginas indignas de un escritor profesional, incluso parece que han sido escritas por Ivinskaya”.

Pero la repercusión y prestigio de Doctor Zhivago son innegables, y sus partidarios destacan la supeditación de la prosa a la poética que Pasternak consigue en el género de la novela. También es cierto que la película de David Lean contribuyó enormemente a su popularidad, tanto que ahora siempre identificamos a Zhivago con bigote y los magnéticos ojos de Omar Sharif.

Edición italiana y Nobel


La novela fue publicada en 1957 en ruso e italiano por el editor Giangiacomo Feltrinelli, quien consiguió sacar el manuscrito de la URSS con ayuda de Isaiah Berlin. Un año después le fue otorgado a Pasternak el Nobel de literatura. El libro no apareció en la Unión Soviética hasta 1988, publicado en Novy Mir, aunque durante muchos años había circulado en el circuito samizdat.

Borís Leonidovich renunció al premio Nobel bajo presión de las autoridades soviéticas. No quería ser expulsado de Rusia y pensó que así evitaría problemas a su pareja Olga Ivínskaya. Acertó en lo primero, ya que murió en 1960 en su residencia de Peredélkino, pero no en lo segundo, ya que Ivínskaya fue internada en un GULAG poco después de la desaparición del poeta.

Portada de la 1ª edición de

Doctor Zhivago por Feltrinelli

Como anécdotas, recalcar que Yuriatin (“Pueblo de Yuri”) era en realidad la ciudad de Perm; Que Zhivago viene a significar “el vivido” o “viviente”; Que Larissa quiere decir “brillante” y “resplandeciente” en griego antiguo; y Komarovsky tiene su origen en “komar”, mosquito.

De la novela se han hecho muchas adaptaciones. La primera versión fue brasileña, hecha en 1959. La adaptación rusa no llegó hasta 2006, con una serie de televisión de más de 8 horas y bastante fiel al texto original. Aunque la más conocida es la película de David Lean de 1965 que cosechó 5 Oscars.

Como bien señala Yevgeni Pasternak (hijo del escritor), película y libro resultan complementarios porque “son dos lenguajes diferentes, dos enfoques diferentes”. La novela es larga y cargada de matices, y está tomada por una delicadeza casi imposible de reproducir en cine, o al alcance de muy pocos, que además deberían de ser rusos, tipo Tarkovsky o Sokurov. No obstante, las versiones cinematográficas han potenciado la épica, la historia o el romanticismo que también hay en el texto, aunque no sean el elemento central del mismo.

Cuando los Urales estuvieron en Soria y Moscú en la periferia de Madrid


La película de David Lean fue producida por la Metro Goldwyn Mayer y rodada entre el 28 de diciembre de 1964 y el 7 de octubre de 1965. Comenzaron en Madrid, a la espera de que Soria se cubriera de blanco, pero resultó que el frío fue perezoso y Castilla disfrutó de uno de los inviernos más benignos que se recuerdan.

Descanso del rodaje en Aldedávila

El equipo de producción, encabezado por John Box, recurrió entonces a toneladas de polvo de mármol y sal para simular la nieve siberiana, además de plásticos extendidos. Aun así, varias escenas tuvieron que ser repetidas en Finlandia y Canadá para que el paisaje nevado fuera más creíble.

El trabajo comenzó en Canillas, un Barrio periférico de Madrid donde se construyó -en diez hectáreas de terreno- una réplica de Moscú que contaba con tranvía, adoquines, Kremlin y calles con tiendas. También se rodó en las estación de Delicias y en el Palacio del Capricho de Madrid, y las escenas de interior se grabaron en los estudios CEA.

La película comienza y acaba con escenas rodadas en la presa de Aldedávila (Salamanca), inaugurada meses antes por Franco como planta hidroeléctrica. De hecho en los créditos de la película figuran agradecimientos a los ferrocarriles españoles y a Iberduero (ahora Iberdrola).

Muchas estaciones de ferrocarril españolas aparecen en la película. La de Campo Grande en Valladolid, la de Guadix o la de Muñogrande en Ávila. Además, las vías por donde circulaban los trenes hacia los Urales era en realidad la línea Santander –Mediterráneo, en los parajes de Campo de Gómara, Pinares, Soria-Castejón y Soria-El Cañuelo. Para estas escenas la productora alquiló tres locomotoras de vapor y sesenta vagones antiguos de Renfe. Por ejemplo, el tren militar ruso en el que viaja Strélnikov era en realidad un Mikado 141.2239.

La ciudad que estuvo más presente en el rodaje fue Soria y 2.500 extras participaron en la película, incluso el director artístico español Gil Parrondo y el Director de fotografía Manuel Berenguer hicieron su cameo. Durante la producción, el equipo de Doctor Zhivago se repartió en tres hoteles sorianos: Comercio (reconvertido en sucursal de Caja Duero), Las Heras (demolido) y Florida (comisaría de policía en la actualidad). También se rodaron escenas en el paseo del Espolón y la Alameda de Cervantes.

Dos veces aparecen los Urales en la película. La primera durante el entierro de la madre de Yura Zhivago (papel representado por Tarek, el hijo de 8 años de Omar Sharif); en esta ocasión es Sierra Nevada la que evoca la cordillera rusa, vista desde Calahorra. En la segunda es el Moncayo el que representa a los Urales, grabado desde el paraje de Aldealpozo. También en Aldealpozo fue grabada la escena del pueblo devastado por Strélnikov, cuando una mujer y un niño suben al tren en marcha.

Otro paraje que aparece en la película es Candilichera, donde se grabó con temperaturas de 30º la batalla sobre el río helado, aunque la jornada en la que más calor pasaron los actores fue durante el rodaje de las escenas en el palacio de hielo de Varíkino, cuando tuvieron que vestir pieles y abrigos a pesar de los 40º de temperatura.

El espléndido paraje soriano de Laguna Negra también aparece en la película, cuando Yuri Zhivago sale a dar un paseo y es recluido por los soldados de Strélnikov. Otro ejemplo es la cabalgata de partisanos en tierras siberianas, aunque en realidad se encontraban en Abejar, cerca de Cuerda del Pozo.

Candilichera, Villaseca de Arciel, Navaleno, Villar del Campo, Matamala de Almazán, Barajas, Cainllas, Guadix, Aldeávila, Campo de Gómara, Ólvega, Villaseca de Arciel, Calahorra… son algunos de los parajes españoles donde se rodó la película, también grabada en Punkahariu, Punkasalmi, Pyhäselkä, Helsinki, Joensuu y Koli en Finlandia y Morley Flats en Canadá.

Por cierto, a los habitantes de Candilichera les vino muy bien que Varíkino fuese recreado en el lugar, ya que recibieron como compensación el equivalente a dos años de salario. Otra anécdota es que en el rodaje se utilizaron 120 perros, 50 palomas, 60 cuervos, 50 perdices rojas, dos pavos reales y varios ciervos.

Como curiosidad decir que David Lean le propuso a Peter O’Toole hacer de Zhivago, pero éste rechazó el papel, ya que acabó agotado de las maratonianas jornadas de rodaje impuestas en Lawrence de Arabia; el elegido fue entonces Omar Sharif, quien ganó un globo de oro por su interpretación. Las otras dos protagonistas de la película, Julie Christie y Geraldine Chaplin mantuvieron su relación con España después de la película: la primera vivió durante varios años en Alicante, y la segunda estuvo casada con el director español Carlos Saura hasta 1979.

Para saber más:

http://elarcarusa.tumblr.com/

http://arribescultura.blogspot.com/2011/05/diseno-de-la-filmacion-de-doctor.html

http://www.silver-screen-spain.com/index.php?option=com_content&task=view&id=71

http://blogs.lavanguardia.com/inspiracion-digital/2011/04/05/entrevista-marta-rebon-y-ferran-mateo-tanta-rapidez-hace-unos-anos-seria-impensable/

http://www.circulo.es/Images/El_doctor_Zhivago_tcm33-351036.pdf

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