Mirando de cerca a la policía

Ilia Zhuravlev. Foto de los archievos personales

Ilia Zhuravlev. Foto de los archievos personales

El 1 de marzo comenzó a implementarse la radical reforma de la estructura de las fuerzas de seguridad del estado, que muchos ven como un simple cambio de nombre, de militsia a policía. Debido a que a partir de ahora esta profesión va a pasar a denominarse Rusia igual que en la mayoría de los países del mundo,hemos decidido dedicar este artículo al policía.

Si quiere entrevistarse con un integrante de las fuerzas de seguridad de Rusia, no le quedará más remedio que violar la ley. Se le harán muchas preguntas a las que tendrá que responder forzosamente y, probablemente, en presencia de un abogado. Si prefiere que sea al revés, es decir, que usted sea el que pregunte, será el integrante de las fuerzas del orden el que estará violando la ley. Los estatutos de la policía prohíben a sus efectivos colaborar con la prensa. Todas las preguntas hay que dirigirlas a la oficina de prensa del cuerpo, que dará unas respuestas estándar, insulsas y neutras. Aunque afortunadamente, sí que se puede entrevistar a un ex policía.

Hay algunas personas que desde niños saben los que van a ser de mayores. “Seré policía, - dicen, por ejemplo”. Ilia Zhuravlev nunca quiso serlo, pero sí trabajó seis meses para la Fiscalía y un año y medio en el Departamento de Seguridad del Ministerio del Interior. Al llegar a los 25 decidió cambiar de oficio.

¿Cómo es el procedimiento para ingresar en el cuerpo de Policía? ¿Qué tipo de entrenamiento recibes una vez que eres miembro del cuerpo? Es imposible llegar a ser parte de las Fuerzas de Seguridad sin una formación especial. De ahí surge la pregunta: ¿Cómo es posible que una persona que no aspiraba a hacer carrera en las fuerzas de seguridad llega a meterse?

- Quise ingresar en la Academia de Derecho y me enteré de que la Fiscalía ofrecía plazas gratuitas a condición de que firmases un contrato con ella.

La oportunidad de tener formación gratuita hizo que Ilia ingresara. Fue buen estudiante y obtuvo el cargo de investigador jefe de su distrito.

- Para tomar posesión del cargo tienes que pasar múltiples pruebas psicológicas. La más larga tiene como fin determinar si eres capaz de defender tus ideas. Te plantean una y otra vez las mismas preguntas de manera diferente para intentar liarte. Pero me di cuenta desde el primer momento y la hice bien, - cuenta Ilia.

¿Qué opinas de tu trabajo?

La actitud que tiene Ilia hacia su trabajo es algo ambigua. Por un lado, califica a las fuerzas de seguridad de sumidero y subraya que las dejó porque en absoluto respondían a sus propios objetivos. Por otro lado, cuando habla de su trabajo de investigador jefe lo describe como “interesante y nada aburrido”, aunque complicado.

- En algunas ocasiones salía a trabajar el jueves por la mañana y volvía el domingo por la noche. Requiere una importante preparación física y emocional. Tuve que investigar crímenes muy graves, homicidios y violaciones. Vi tantas cosas horribles que ahora ya no me asusta nada.

¿Qué habrías hecho si hubieras visto un crimen fuera de servicio? ¿Has salvado alguna vez la vida de alguien?

- No, - responde Ilia tristemente - nunca he salvado a nadie, ya que la fiscalía investiga crímenes que ya han sido cometidos. En cuanto a la conciencia cívica, según Ilia, depende más de persona que del oficio en sí. Aunque el oficio también es importante. Ilia cuenta que una vez tuvo que despertar a un borracho que se había quedado dormido en la calle en invierno. Dice que, entre otras cosas, porque no quería investigar su muerte.

¿Es suficiente el salario de un policía para llevar una vida cómoda?

La verdad sea dicha, nunca he visto que nadie responda a esta pregunta afirmando rotundamente: “Sí, trabajo poco, cobro bien y no quiero tener más”. Ilia no es una excepción.

- El salario, claro está, no era muy bueno. Teniendo los mismos conocimientos de derecho, en el sector privado puedes cobrar mucho más que en la Fiscalía.

Describe, por favor, a un policía típico que aparece en el cine.

Ilia se ríe.

- No es un tipo muy bueno…

Lo que corresponde, en líneas generales, al retrato de un policía que hizo Ilia en el transcurso de nuestra entrevista. “Basurero, sumidero” son sólo algunas de las palabras que utilizó para describir esta profesión. Sin embargo, sigue mostrándose ambiguo al respecto.

- No me gusta nada como muestran por la tele el trabajo del investigador jefe. Hay un montón de programas de televisión donde se trata de imitar el proceso judicial, pero no tienen nada que ver con la realidad. No reflejan el trabajo que tienes que realizar cuando investigas un caso.

¿Intentaron sobornarte alguna vez? ¿Es difícil seguir siendo un policía honesto cuando te ofrecen sobornos para eludir el sistema judicial?


- La Fiscalía no te ofrece la posibilidad de ganar dinero de manera deshonesta, - dice Ilia y empieza a quejarse de la corrupción en la policía de tráfico y en la del distrito.- Sin embargo, la fiscalía tampoco es pura y sin mácula. Voy a poner un ejemplo personal. Una vez mi vecino, borracho, quiso quitar mi moto del portal y le rompió los espejos retrovisores y el freno. Después me dijo que no había sido él, que “sus zapatos valían más que mi moto” y que no iba a pagar nada. Entonces me dirigí a la policía pidiendo que revisaran la grabación de la cámara de vídeo del portal. El investigador jefe del caso insistió que escribiera en mi solicitud que mi vecino había intentado robar mi moto, no sólo echarla a la calle. Así lo hice porque me daba lo mismo: tenía rota mi moto y quería una compensación. Sin embargo, para mi vecino, que tenía mujer y dos hijos pequeños, resultó mucho peor, ya que el caso pasó de administrativo a penal. Estuve dispuesto a retirar mi solicitud a cambio de una moto nueva, pero mi vecino prefirió arreglarlo directamente con el investigador jefe, pagándole la mitad de lo que valía una moto nueva.

¿Qué opinas sobre la necesidad de reformar el Cuerpo de lPolicía en Rusia? ¿Hace falta realmente? ¿Qué cambios son necesarios?


- Se necesita una reforma integral, profunda y radical.

¿Y la actual reforma no es así?


- No creo en ella. Han cambiado el nombre de “militsia” a “policía”, han blanqueado mucho dinero y para de contar. Faltan modelos para que haya un control adecuado, falta participación civil. Entre otras cosas, podríamos hacer electivos los cargos de inspector de distrito y de todas las autoridades locales. De otra forma, no es posible que se trabaje de una manera honesta. Si no robas te presionan desde arriba para que lo hagas, como todos. Así que limpiar las filas no sirve para nada.

¿Has violado alguna vez la ley? ¿Has tenido problemas con la policía?


Ilia sonríe. No sé si es porque quiere ocultar la verdad o porque se alegra de que la entrevista esté a punto de acabar. Luego dice:

- No, nunca he violado la ley ni he tenido problemas con la policía. He cometido algunas infracciones del código de circulación, claro. Pero siempre me dejaban en paz por ser policía.

¿Ni tan siquiera de niño tuviste problemas? ¿Nunca has roto alguna ventana jugando al futbol?


- Juego bien al futbol, así que lo de ventanas no iba conmigo, responde Ilia.

Conclusión


En ese momento, en frente de nuestra ventana, al lado de un paso subterráneo comienza una pelea. Cuatro jóvenes comienzan a pegarse hasta que uno de ellos cae al suelo.

¿Por qué no los paras?

- No vale la pena. Se arreglará, - responde Ilia con aire de experto en la materia.

La pelea, efectivamente, concluyó en unos minutos. Los mismos jóvenes ayudaron a levantarse al que se había caído y le pusieron la chaqueta. De acuerdo, las peleas a base de puñetazos siempre han sido populares en Rusia. Parece que los policías lo saben muy bien y prefieren no meterse en ellas.

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