Arte polémico en las calles

El grupo artístico “Voiná” (Guerra) no permite  que la opinión pública rusa se relaje ha recibido un premio estatal. Foto de PhotoXpress

El grupo artístico “Voiná” (Guerra) no permite que la opinión pública rusa se relaje ha recibido un premio estatal. Foto de PhotoXpress

Un falo de sesenta metros y varios “Zhigulí” (modelo de coche soviético) de la policía volcados. El grupo artístico “Voiná” (Guerra) no permite que la opinión pública rusa se relaje ha recibido un premio estatal.

La milicia peterburguesa no tuvo una noche de verano tranquila el día del 82 aniversario del Che Guevara. Nueve jóvenes vestidos de negro, con máscaras y armados con pintura blanca, asaltaron el puente Liteini (Puente de Hierro Fundido) en el mismísimo centro de la Capital del Norte. El puente se levanta cada noche y vuelve a bajarse al amanecer. La elevación dura exactamente 40 segundos.

En cambio, la acción apenas llevó a los nueve artistas 23 segundos. La custodia del puente intentó atraparlos pero sólo pudo atarpar a un joven. Todos los demás consiguieron huir. Aunque sobre el puente quedó un falo de 65 metros en vertical y señalando directamente al edificio de la Dirección del Servicio Federal de Seguridad (SFS) de San Petersburgo y la Región de Leningrado.

El “golpe palaciego”

La acción fue planificada y llevada a cabo por activistas del grupo artístico “Voiná”. “El miembro está preso en el SFS”, así se llama la obra de arte aparecida en las primeras planas de los diarios rusos. Si otras acciones de ”Voiná”, tales como “Sexo grupal en el museo zoológico”, o “Asalto a la Casa Blanca” (así se conoce la sede del gobierno ruso), habían pasado desapercibidas para alguien, en esta ocasión todo el país prestó atención.

El grupo fue creado en 2007, según distintos datos e incluye más de 60 personas aunque son tres quienes conforman su estructura básica: el filósofo Oleg Vorótnikov, su esposa la física Natalia Sókol y Leonid Nikoláiev, apodado Lena el Tocado, que ex empleado de una empresa productora de aparatos de calefacción. Tras la acción del falo pasó 48 horas en comisaría. Posteriormente, sus actos fueron calificados como desórdenes menores y fue puesto en libertad.

Lo cierto es que no se amilana fácilmente. Justo después de la memorable acción, consumada al amparo de la oscuridad y la neblina, Lena el Tocado se subió encima de un vehículo de los servicios de seguridad con un balde azul en la cabeza en frente del Kremlin: fue una protesta contra las sirenas azules en los automóviles oficiales, cuyos usuarios utilizan para pasar evitar los constantes atascos en las calles de Moscú.

“Voiná apenas refleja la opinión popular”, señala el filólogo Alexéi Plutser-Sarno y participante del grupo artístico. Aunque en los últimos tiempos solo interviene pasivamente ya que tras una de las acciones de ”Voiná” se trasladó a vivir a Estonia.

A día de hoy, la acción con mayor repercusión mediática fue la que se dirigió contra las reformas de los organismos de Asuntos Internos, o fuerzas de orden público. Actualmente, este tema está en el centro de atención de la sociedad rusa. “Voiná” plasmó su particular punto de vista en una perfomance que transcurrió en la Plaza de Palacio de San Petersburgo.

La milicia patrulla la plaza por la noche y estacionan sus vehículos en las calles adyacentes. El hijo de dos años de Natalia y Oleg tiró una pelota debajo de uno de esos autos y entonces cuatro activistas volcaron el “Zhigulí” miliciano. Nadie sabe cuántos coches patrulla fueron volcados por los activistas de ”Voiná” esa noche. Aunque lo importante no era la cantidad, sino la calidad, es decir, los artistas quisieron dar ejemplo y demostrar cómo hay que reformar la milicia: radicalmente y sin compromiso.

Entonces, huvo consecuencias de crucial importancia para el grupo. La milicia hizo lo que, de acuerdo con algunas opiniones, debería haber hecho hacía tiempo y presentó una acusación de vandalismo mientras que alojó a Oleg y a Leonid en una celda durante cuatro meses. Si Banksy, famoso activista británico de street-art, no hubiese depositado generosamente el importe de la fianza, los artistas todavía seguirían entre rejas. Ahora aguardan la instancia judicial en libertad.

Calurosa discusión sobre arte

La admiración de Banksy por Rusia no es compartida por muchos. En Internet se desataron calurosas discusiones tras el nombramiento, por parte de un un grupo de artistas, de “Voiná” a candidato para obtener el premio estatal de arte. Andréi Eroféiev, comisario de la exposición “¡Precaución!¡Religión!”, el mismo que no hace mucho debió presentarse ante los tribunales, proclamó: “Las gigantografías son un símbolo de protesta digno de premios”.

Los propios activistas de “Voiná” boicotearon la entrega del premio ya que está administrado por el Ministerio de Cultura, considerado como enemigo jurado del grupo. A su vez, tras la entrega del galardón, los funcionarios ministeriales redactaron una carta oficial en la que consideraron necesario señalar que la decisión sobre la concesión no había sido tomada por ellos.

Numerables artistas también se mezclaron en la polémica. Así, el pintor Iliá Glazunov, cuya galería está ubicada directamente ante el Kremlin, dice: “¡Qué clase de arte es esto, dibujar un órgano sexual en el puente! ¡Esto no tiene ninguna relación con el arte!”. Por su parte, el estudioso del arte Iósif Bakshtein no está de acuerdo con este juicio: “No todas las acciones del grupo son iguales. Muchas tienen un carácter escandaloso y para nuestra Rusia actual no es una rareza. ‘Voiná’ envía a la sociedad importantes impulsos”. Precisamente, este es el objetivo que persiguen los activistas del grupo. “Queremos sacudir la sociedad -dice Oleg Vorotnikov-. No necesitamos el Estado, una forma arcaica de estructura social”. Su mujer Natalia es todavía más concreta: “Queremos derrocar el régimen de Putin”. A pesar de las sonoras declaraciones políticas, ambos se consideran artistas.

Los activistas del movimiento juvenil pro-Kremlin “Rusia joven” lo consideran de otro modo. Estos jóvenes de 20 años protestan ante el edificio del Ministerio de Cultura contra la entrega del premio. Según ellos, no son artistas sino extremistas. En cualquier caso, hay alguien que está seguro de ello.

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