Aumenta la popularidad del whisky en Rusia

El Ministerio de Economía quiere cuadriplicar el impuesto sobre el alcohol en 2014. ”La venta de licores de importación se ha multiplicado por 40 en una década”, comenta un experto.

Los vendedores del popular aguardiente señalan que ha habido un lento pero perceptible cambio de gustos en Rusia y que se ha pasado del tradicional trago de vodka con arenques, a los aromas ahumados del whisky escocés.

La mayoría de los rusos descubrió el whisky cuando Boris Yeltsin eliminó el monopolio estatal sobre el alcohol en 1992, y lo que empezó como una novedad cara y un símbolo de estatus social se ha convertido en un producto básico nacional.

“En la última década, la venta de licores de importación se ha multiplicado por 40, impulsada por el aumento de ingresos y el crecimiento de la clase media”, señala Vadim Dobriz, del Centro Federal de Estudios de Mercado sobre el alcohol. “Pero para que el whisky se convierta en la bebida del pueblo, la botella de 70 centilitros no debería superar los 200 rublos (cinco euros)”, indica Dobriz. “Y en Rusia no hay ningún whisky que se venda por menos de 350 rublos” (8,60 euros), añade.

El Servicio Federal Regulador del Mercado del Alcohol está revisando las licencias de importación, anunciando que quiere reducir el número de licencias a la mitad. Los vendedores de alcohol extranjero temen que sea una maniobra mal disimulada para manejar el mercado y favorecer a algunos distribuidores en perjuicio de otros.

A esto hay que añadir que el ministro de Economía, Alexéi Kudrin, anunció el mes pasado que multiplicará por cuatro el impuesto sobre el alcohol en 2014. Se está hablando de un aumento de hasta 22 euros por litro de alcohol puro. Para los consumidores supondría pagar 4,5 euros por medio litro de vodka y otras bebidas, en lugar de los 1,13 euros que pagan ahora.

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