“Un gran pintor del alma humana”

Alicia Sánchez y Enrique Alcides. Foto de Álvaro García

Alicia Sánchez y Enrique Alcides. Foto de Álvaro García

Hay una ciudad que le viene inmediatamente a la cabeza a quien piensa en Fiódor M. Dostoievski: San Petersburgo. Sin embargo, también otras han festejado por todo lo alto el 190º aniversario del nacimiento de este genio; nos referimos a la capital de España, a Madrid, que, a lo largo del pasado mes de marzo, celebró una serie de eventos en memoria del escritor. En especial, la sala “Réplika Teatro” se volcó en un homenaje en el que hubo conferencias, películas, música y, cómo no, representaciones teatrales.

Se representaron conjuntamente “Las noches blancas” y “El gran inquisidor”, concebida esta última a partir de un fragmento de “Los hermanos Karamazov”. El director de “Las noches blancas” ha sido Jaroslaw Bielski, polaco afincado en España, y director asimismo de Replika Teatro. Por su parte, Borís Rotenstein ha dirigido “El gran inquisidor”. Este director ruso vive en Barcelona desde 1987 y ejerce además de profesor en el Collegi del Teatre de Barcelona.

Tal y como declaró Rotenstein a otro medio, "en este espectáculo nuestra mirada al mundo va a ser a través primero de un microscopio y después de un telescopio. En “Noches Blancas” vemos pequeños movimientos del alma humana y en “El Gran Inquisidor” esa mirada es desde muy arriba y se dirige a todo lo que pasa al ser humano, pero desde el punto de vista de un soñador, como si Jesucristo viera a dónde ha ido a parar su legado, la consecuencia de su doctrina. Aquí hay dos miradas y ambas son amargas, y muy distintas" (fuente).

Por su parte, el señor Bielski ha concedido una entrevista para Rusia Hoy en la que ha conversado sobre la vigencia del genial novelista y también sobre la reacción del público.

¿Qué tal ha ido este marzo tan dostoievskiano en Replika Teatro? ¿Qué valoración haría de los eventos que han tenido lugar a lo largo del mes?


Puedo decir que la respuesta ha sido sorprendentemente buena. Francamente, tengo que decir que hacen falta eventos de este tipo. Todo el mundo que venía agradecía que fuera algo más completo que una simple representación teatral, que hubiera un ciclo dedicado a una figura que despierta tanto interés. Ha venido mucha gente del ámbito universitario: profesores, catedráticos... Por otro lado, el público ha llenado la sala en cada representación. En ese sentido, estamos muy satisfechos.

Dentro de este Año Dual España-Rusia, ¿cómo ha sido la organización del festival? ¿Qué tipo de colaboraciones ha habido?


Se trata de una iniciativa que no tiene subvenciones, que surge de nuestro deseo de tener la oportunidad de poder hacer algo diferente. Una persona se dedicó a organizar y a poner en contacto a las insituciones y de diseñar el ciclo; hay que señalar que, a este respecto, ha habido colaboración de instituciones polacas, rusas y checas.

Explíquenos cuál ha sido el papel de los colaboradores.


Los colaboradores, tanto los ponentes como los que aportaron las películas, lo han hecho de forma desinteresada. En mi opinión, eso es un gran éxito, porque los participantes se sumaron al proyecto no tanto para cobrar dinero sino para compartir ideas. Nos dimos cuenta de que hay mucha gente a la que no le importa el dinero si la iniciativa le parece interesante.

Usted ha dicho en alguna ocasión que Dostoievski “está vigente”. ¿A qué se refiere cuando dice que su investigación sobre el alma es actual?


Creo que hoy en día está más vigente que nunca. Primero, porque intenta indagar sobre el alma humana de una manera muy profunda. Aborda tanto problemas éticos, como cuestiones acerca del sentido de la vida, el destino, muchos aspectos diferentes. En mi opinión, es un gran pintor del alma humana. Hay muchas cosas que podrían ser consideradas banales o superficiales, pero él las consigue reflejar de tal manera que se nos presentan como problemas que todos vivimos y conocemos, que todos hemos sufrido. Sin embargo, hoy en día, el afán por el éxito, por aparentar y llevar un estilo de vida determinado nos aleja de esa profunda reflexión sobre el ser humano. Por eso creo que está tan vigente y es tan atractivo para el público. Las personas se ven reflejadas. En este sentido no creo que importe el contexto ruso, ni tampoco el contexto histórico. Creo que supera cualquier contexto territorial o histórico. Es como si fuera universal. De hecho, lo hemos comprobado y por eso hemos decidido seguir representando la obra aunque se haya terminado el ciclo.

La reacción del público ha sido tan buena que la representación ha sido prorrogada y la obra se representará hasta mayo. ¿Cómo se tomó esa decisión? ¿Implica esto que el público español está motivado por conocer la realidad rusa?


Simplemente, se llenaba el teatro. Cada vez que había una función se agotaban las localidades de la sala. Entonces, nos pareció normal prorrogarlo. Tenemos la suerte de tener nuestro propio teatro y por eso contamos con la posibilidad de modificar la programación en función de lo que nosotros consideramos adecuado en cada momento; por eso, tomar esta decisión no ha sido difícil. Mi idea de hacer teatro y de tener un teatro era justamente esa: tener la posibilidad de conocer los intereses del público y responder en consecuencia. Esperemos que podamos seguir así por largo tiempo.

¿Por qué ha elegido “Las noches blancas”, una obra de juventud de Dostoievski? ¿Ha visto alguna adaptación escénica de esta obra? Respecto a las adaptaciones escénicas de “Las noches blancas”, no he visto ninguna. Todo esto surgió el año pasado a raíz del proyecto de la “La noche en blanco” que se organiza en Madrid. (Una noche en la que se abren lo museos y hay innumerables eventos culturales por toda la ciudad http://lanocheenblanco.esmadrid.com/) Hay cuatro salas que nos sentimos afines por la forma de trabajo: Réplika Teatro, Sala Tribueñe, La Guindalera y Teatro de Cámara-Chéjov. Así, decidimos hacer una lectura dramatizada de esta obra de Dostoievski, que tuvo muy buena respuesta y que entusiasmó a los actores. Personalmente, tenía pensado montar otras obras de Fiódor Mijáilovich, en concreto, una adaptación de “La patrona”, y desde hace tiempo me gustaría hacer una adaptación de “El idiota”. Pero en este caso hemos preferido empezar por “Las noches blancas”, por los motivos ya mencionados y porque se trata de una obra breve en la que participan dos actores, es decir, la adaptación no resulta nada complicada. Además, encontré el reparto perfecto y eso ha sido un gran estímulo para mí. Posteriormente, se unió al proyecto Alicia Sánchez con el monólogo de “El gran inquisidor”. Nos propuso hacerlo en “Replika” como posible ensayo previo con vistas a “La noche en blanco”. Como se trata de una pieza demasiado corta para ser representada de manera individual, nos pareció adecuado unir las dos obras y así mostrar dos etapas diferentes de Dostoievski. La primera etapa, la de “Las noches blancas”, es más juvenil y trata de la soledad de un soñador. La otra es distinta y está más relacionada con un soñador que ha abandonado los sueños. Francamente, creo que esta elección ha sido un acierto y el público lo ha apreciado.

Otro aspecto interesante es la música. En la representación aparecen romances populares rusos. ¿Cómo se integran? Así es. La música se integra de una forma sorprendente. La gente habla mucho de la música y de lo bien que encaja en la obra. Los romances rusos tienen una sintaxis musical que se asemeja mucho a las historias románticas. Hay muchas coincidencias no solo a nivel musical, sino también en las letras y los temas. Tratan del amor, de los desencuentros, despedidas... Además, ya por sí mismos, estos romances son preciosos. Es de todos conocido que la música tradicional rusa es muy nostálgica, muy potente emocionalmete y eso completa el espectáculo.

Pueden consultar la programación en http://replikateatro.com/replika/2011/03/dostoievski-confabulado-marzo-de-2011/

Jaroslaw Bielski nació en Lodz (Polonia) en 1957. Licenciado en la Escuela Universitaria de Arte Dramático de Cracovia en 1983. Llegó a España en 1985 con una beca de Dirección Escénica del Ministerio de Cultura de Polonia y Asuntos Exteriores de España. En 1989 pone en marcha Replika Teatro junto con Socorro Anadón y en 1996 crean la Academia del Actor, centro de formación de actores donde se imparten diversas técnicas de interpretación y otras disciplinas relacionadas directamente con el arte de la actuación. Ha trabajado en cine con directores como Julio Medem o Vicente Aranda y también ha participado en numerosas series de televisión españolas.

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