Entrevista con Akardy Dvorkovich

Akardy Dvorkovich. Foto de Nikolay Koroliov, Rusia Hoy

Akardy Dvorkovich. Foto de Nikolay Koroliov, Rusia Hoy

La economía, la crisis y la manera en que la corrupción ha impedido a Rusia convertirse en un país normal fueron temas en la conversación que mantuvo con el nuevo jefe de edición en el área de negocios de Europa.

El Consejo Arbitral Sueco congeló la permuta de acciones entre la inglesa BP y la gran petrolera rusa Rosneft debido a la disputa por el acuerdo de accionistas de BP en su sociedad conjunta rusa TNK-BP. ¿El gobierno se apoyará en el consorcio AAR, que representa los intereses rusos en TNK-BP, para resolver la disputa?


Obviamente, esta operación se inició con un riesgo legal y todos sabían antes de concretarla (que existía un problema con el acuerdo de accionistas), pero esperamos que las partes involucradas lleguen a una solución de compromiso y la sociedad no se rompa del todo.

El gobierno ruso acaba de concluir una ronda de grandes convenios de inversión con fabricantes automotrices líderes mundiales que aceptaron aumentar considerablemente su producción. ¿Rusia está dispuesta a competir mano a mano en el mercado global de autos, suponiendo que Rusia se incorpore a la OMC y se bajen los aranceles de importación?


Esperamos atraer nuevas inversiones a Rusia y esto no se refiere sólo al montaje (de autos). No sé si es algo que se puede lograr simplemente subiendo los aranceles, porque se refiere más bien a mejorar la calidad del clima de inversión.

No estamos totalmente listos para competir mano a mano con productores internacionales, pero la OMC incluye un período de transición de 7 años y es lo suficiente para prepararnos. Grandes empresas como Avtovaz (fabricante de Lada) y GAZ todavía no son competitivas, o sea que necesitamos esos siete años. También necesitamos buenos inversores estratégicos.

El gobierno parecer estar siguiendo un programa similar al de las automotrices con el sector farmacéutico: elevar los aranceles de importación para las empresas que no aumenten su capacidad de producción en Rusia.

La situación con los laboratorios es un poco distinta. Hay una gran demanda interna del Estado; es un panorama diferente y podemos atraer inversiones nada más que por la dimensión del mercado. Si hay algún grado de certeza (en el crecimiento de la demanda) las empresas internacionales aumentarán su producción aquí sin necesidad de elevar los aranceles.

Una de las mayores quejas de los inversores extranjeros es que el Estado juega un papel demasiado grande en la economía rusa. ¿Qué se está haciendo para reducir esa participación?


Ya acordamos vender activos estatales, pero es una cuestión de oportunidad. De todos modos, es evidente que, finalmente, no necesitamos participar en la mayoría de los sectores de la economía.

(El gigante bancario minorista estatal) Sberbank es un caso especial y debemos ser muy cuidadosos dado que tiene un gran componente social (muchos rusos guardan su dinero en él). Gazprom, (el monopolio estatal de ferrocarriles RZhD, la empresa federal de energía eléctrica EES y la red monopólica de oleoductos Transneft) son asimismo casos especiales – pero todo lo demás, como VTB Bank, no necesita participación estatal. A pesar de eso, el mercado sólo soporta una determinada cantidad de ofertas de venta y no podemos hacerlo todo de una vez.

El presidente ya ordenó, no obstante, que se acelere la privatización. Esta semana, justamente, la dirección del Consejo Nacional de Bancos aceptó vender un 7,58% de Sberbank en un lapso de 3 años y estamos preparando esa operación, aunque esperaremos el mejor momento (para realizarla). Será en 2011 o 2012 según las condiciones del mercado pero ya se tomó la decisión de hacerlo.

Hace un año, hubo una serie de artículos de opinión que instaban a eliminar la "R" del acrónimo BRIC. Rusia, por cierto, parece ser la menos querida de los cuatro mercados emergentes. ¿Lo considera justo?


China e India son mucho más grandes que Rusia y eso es importante para los inversores. Tienen un total de 2.500 millones de habitantes en comparación con los 142 millones de Rusia. Rusia es más comparable con Brasil, donde la población y el nivel tecnológico son similares. De todos modos, las expectativas para Rusia son mucho más altas (que para Brasil) en la medida que se nos considera un país europeo por lo que necesitamos alcanzar el mismo nivel de tranquilidad para los inversores extranjeros. Sí, es justo: somos un país europeo y por eso deberíamos tener los mismos estándares.

Probablemente la mayor queja con respecto a Rusia sea el alto nivel de corrupción. ¿Se ha hecho algún avance en la lucha por reducirlo?


La campaña contra la corrupción funciona y la tendencia (hacia un mejoramiento) está. Hubo un cambio positivo pero es algo que no se acaba en un año. Aumentan las coimas en parte porque quienes reciben comisiones advierten que esto no durará mucho más. No quieren perder el último tren.

Es un tema sistémico porque no se trata simplemente de un puñado de delincuentes. La corrupción existe en todos los niveles y se refiere a la participación del Estado en la economía. Si logramos reducirla, el potencial de corrupción también bajará. La corrupción está relacionada con el trato preferencial que reciben las empresas del Estado.

Se habla mucho sobre reforma, ¿por qué entonces avanza con tanta lentitud?


La iniciativa de reforma se frenó un poco porque hay una falta de objetivo. Este es un sistema tan grande que la gente se alinea tras de algo si tiene un objetivo político, de lo contrario continúa haciendo lo mismo que antes de la reforma.

Hicimos algunos avances disminuyendo el papeleo y hay menos licencias que antes, pero no basta como objetivo. El problema se agrava porque, si queremos mejorar el clima de inversión, debemos tratar de combinar la iniciativa federal con una decidida participación de las administraciones locales.

Hay algunas regiones que ya son muy activas y han tenido éxito – Kaluga (donde están los principales centros de producción de autos en Rusia) y (la región autónoma de) Tatarstán son buenos ejemplos de regiones activas y progresistas.

Una gran responsabilidad recae en los gobernadores y jefes regionales. Debemos introducir mejores prácticas en toda Rusia pero no podemos imponerlas de arriba hacia abajo. Podríamos quizás empeñarnos más en ese trabajo pero no somos como (los dos ejemplos de ex repúblicas soviéticas progresistas) Georgia o Estonia, más pequeñas que una sola de las regiones de Rusia.

Con más de $600.000 millones en reservas de libre disponibilidad destinados a la crisis, el gobierno al principio pensó que podía sencillamente rescatar a toda la economía. Pero Rusia fue muy golpeada por la crisis. Ahora que ella cede, ¿cuáles serán los mayores efectos?


Si hubiera sido una crisis local habríamos tenido dinero suficiente para resolverla, pero como se sabe fue una crisis global y no pudimos hacerle frente. La conclusión es que debemos cambiar la estructura de la economía y no repetir los mismos errores.

Mire los resultados de la crisis: no hubo corridas bancarias ni grandes quebrantos. Hubo gente que compró dólares pero a los pocos días volvió a venderlos y la demanda del rublo se recuperó. Hay una confianza en el sector bancario y en el rublo que no habíamos tenido la última vez.

Uno de los principales problemas que enfrentamos es que todavía no se entiende que ya estamos compitiendo globalmente, pero ahora – después de la crisis—la gente empieza a verlo cada vez más. Se da cuenta de que no podemos depender de nuestro mercado.

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