Un mistral para Francia y para Rusia, foto de RG
La licitación para su adquisición fue publicada el 15 de noviembre. Este tipo de portahelicópteros también se suelen llamar “buques de proyección estratégica” y están pensados para ser usados en conflictos locales. Según Anatoli Serdiukov, ministro de defensa ruso, se tuvieron en cuenta todas las propuestas de las empresas que estaban interesadas en vender a Rusia un buque LHD de estas características. Sin embargo, el ministro no nombró a otros participantes de la licitación, aunque se sabía que aparte de los franceses había participado también el proyecto español Juan Carlos I y el surcoreano Dokdo. Aún así, ya se sabía de antemano quién iba a ser el ganador. Muchos observadores tenían claro que el favorito de la armada rusa era el Mistral. Como es sabido, el propio Medvédev, prometió a Sarkozy que Rusia compraría este buque a Francia. Tal y como el mismo presidente ruso aseveró en una ocasión, su palabra“está grabada en granito”. ¿Quién se atrevería a incumplirla? Además, el presupuesto estatal para 2011 ya tiene asignadas dos partidas de 720 y 650 millones de euros, respectivamente, para la adquisición de dos portahelicópteros.
Rusia se limitará a comprar a Francia dos LHD, en vez de los cuatro que estaban previstos anteriormente. Serán construidos fundamentalmente en los astilleros de Saint-Nazaire de la empresa STX-France y, según el ministro Serdiukov, se destinarán a la armada rusa en el Océano Pacífico. Sin embargo, el Mistral está pensado para actuar en los cálidos mares del sur por lo que el casco tendrá que ser reforzado con láminas de acero adicionales, ya que en aquellas zonas las temperaturas del océano son muy bajas y hay hielo. Además, habrá que modernizar en cierto grado la cubierta del portahelicópteros elevándola en algo más de un metro sobre el hangar.
La armada rusa tiene previsto utilizar en estos buques helicópteros de las marcas Kamov y Mil, en lugar de sus análogos franceses. Aquellos son aproximadamente un metro más altos que los helicópteros para los que estaba proyectado este BGM. Esta es la causa por la que habrá que fortalecer y elevar la cubierta de despegue. También habrá que aumentar el armamento del portahelicópteros, que resulta “demasiado débil”, según los marinos rusos: dos plataformas de lanzamiento para misiles antiaéreos de radio de acción corto, dos cañones de 30 milímetros, también para combatir ataques aéreos, y cuatro ametralladoras de gran calibre. Por ello, este buque necesita una fuerte escolta, que el ejército ruso no es capaz de garantizar en este de momento. Esto implicará la necesidad de modificar parte de la documentación referente al proyecto así como el presupuesto. Actualmente, la empresa rusa Rosoboronéxport negocia con la francesa DCNS el coste de cada operación, y sólo después de haber aclarado todos los detalles firmará el contrato de adquisición del portahelicópteros.
Existen también otras pequeñas diferencias, que no son fundamentales, pero que siguen siendo importantes. Se trata del suministro del equipo electrónico y de los sistemas de control del buque. Según el general del Nikolái Makárov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, es necesario obtener el Mistral con todo el sistema de control instalado, excepto los códigos de comunicación con los centros de control de la OTAN que, según los especialistas, constituyen un secreto importante de la Alianza. Pero aún no se sabe qué opinión tendrá Bruselas respecto a la venta de estos sistemas. Aunque el primer ministro francés, François Fillon, dijo que este tema estaba resuelto cuando estuvo en Moscú , el director de la empresa pública de construcción naval militar DCNS, Pierre Legros, advirtió que el LHD fabricado para Rusia sería ligeramente diferente a sus análogos franceses. El Sr. Letros no precisó en qué consistiría esta diferencia.
Es por ello por lo que sigue abierta la cuestión acerca de la venta del relleno electrónico del buque, junto al sistema de información y control de combate (AEGIS), así como los sistemas de comunicación y navegación, y por último, los sistemas de control de armamento y de la maquinaria. Es posible que la demora respecto a la firma del contrato esté relacionada, entre otras cosas, con la falta de resolución sobre este tema.
Finalmente, recordemos que entre los especialistas rusos no existe una opinión firme y unívoca respecto a la viabilidad de la adquisición del Mistral. Los contrarios a la firma del contrato afirman que la Doctrina Militar rusa no prevé ninguna expedición para la que este buque sería útil. “No tenemos intenciones de efectuar un desembarco en una costa ajena. Mucho menos en el Lejano Oriente”. Evidentemente, es importante conseguir la tecnología y la experiencia en la construcción de este tipo de buques de guerra anfibios y más, teniendo en cunta lo que se ha perdido en estos años. Sin embargo, ¿vale la pena gastarse tanto dinero en ello? Por otro lado, los partidarios de esta compra afirman que el buque no se adquiere para un año o dos, sino para 10 ó 15. Y en este período pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo, podría modificarse la Doctrina Militar. Además, hay que luchar contra los piratas, y el Mistral es un buque ideal para este propósito.
En cualquier caso, para decidir quién tiene razón, tenemos que disponer de un Mistral. Y no de uno solo, sino al menos de dos con sus respectivos buques de escolta para cada sección de la marina. Sólo la experiencia nos puede servir de criterio para discernir la verdad.
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