Albert Kuvezin es músico de rock y folk, un poco filósofo y sobre todo buena persona. Responde a mis preguntas con amabilidad y cercanía y su voz resulta desconcertantemente humana. "Yo hago rock porque es lo que más escucho, también me gusta el punk y el metal aunque ya sea mayor para eso", explica.
Albert nació en Tuva y es maestro de khoomei, canto de garganta mongol por el que es posible producir hasta cuatro tonos a la vez. Está especializado en la variante "kanzat kargyraa" que reproduce los tonos más bajos y a base de darle vueltas de turca al folk mongol con llaves rock ha conseguido crear sonidos diferentes y un estilo muy personal.
- Hagamos un experimento Albert, yo le nombro cuatro músicos y me los comenta:
Vladimir Vysotsky: para mi es sobre todo actor, luego lo considero poeta y en tercer lugar un bardo. Es la voz de una época musical dorada.
Tom Waits: me gustan mucho sus creaciones y experimentos. A mí me encanta experimentar. Sus canciones son historias completas, como con Vysotsky, por cierto. También me gustan muchos sus arreglos y el sonido que consigue de los instrumentos, además de la combinación de diferentes estilos y direcciones.
Sainkho Namtchylak: otra de los experimentadores, pero en ella la voz es el principal instrumento. Su espíritu se abre cuando canta las canciones de Tuva y esto despierta la nostalgia de mi patria.
- En algunas entrevistas declaró que el nombre de su banda “Yat-Kha” proviene de un instrumento musical asiático, y en otras que es el nombre de una calle en Katmandú. ¿Tiene una tercera versión?
-Sí, existe un tercer significado. Se trata de la mezcla de dos palabras tuvanas: “Yadyy” y “Khaa”, que significa “pobres compañeros jóvenes”. Así pensaban de nosotros los rusos en tiempos soviéticos e incluso antes. Se consideraban “los hermanos mayores” y el resto éramos los “pobres compañeros jóvenes”. En este contexto es mero humor negro e ironía consigo mismo.
- ¿Y cómo un humilde banda de rock de Tuva consiguió este éxito internacional?
-Si supiera el secreto escribiría manuales y me convertiría en profesor de universidad. No sé como se consiguió todo esto. Creo que reunimos los componentes adecuados, además de estar en el espacio y tiempo oportunos. También creo que es importante entender que el mundo es muy diverso pero simultáneamente es uno. Nosotros somos cosmopolitas pero al mismo tratamos de conservar nuestra particularidad.
- ¿Recuerda cuando decidió ser músico?
-Fue en los últimos años del colegio.Tocaba en una banda pero quería ser futbolista. Cuando llegó el momento de elegir lo que hacer en la vida presenté una solicitud en el conservatorio sin que lo supieran mis padres. Cuando pasé los exámenes y fui admitido se lo dije. Ya no había marcha atrás. Al día siguiente me fui con una filarmónica a dar conciertos y estuve de gira durante dos meses por toda Siberia. Estamos hablando del año 83.
- ¿Quién le descubrió para el mundo del rock?
-El periodista Artemi Troitsky quien vio en un concurso de Alma-Ata. Recuerdo que Brian Eno me entregó el premio del festival. A partir de entonces Artemi me fue recomendando a festivales en Rusia y Europa.
También Nikolai Grakhov, Rudolf Sterkhov y Alekxei Odintsov, quienes dirigían el Rock-club de Sverdlovsk (ahora Ekaterinburgo). Viví allí varios años a finales de los 80. Fue donde empecé a hacer experimentos y donde tuve más acceso a la música occidental.
- Supongo que no tenía que ser fácil hacerse con vinilos de rock en Tuva…
-Sólo había una tienda de discos y vendía vinilos del sello “Melodia”. La mayoría eran discos de música clásica, aunque si tenías suerte podías encontrar alguno de Ravi Shankar o de música cubana. Así que comprábamos discos en el mercado negro y los intercambiábamos entre un reducido grupo de amigos. Los discos clandestinos venían de Moscú o de Vladivostok, que por ser una ciudad con puerto y estar cerca de Japón importaba clandestinamente vinilos y cassettes.
- Su música es muy espiritual, pero en ella también hay mucha ironía…
-Considero que lo espiritual no debe de ser demasiado serio. De hecho, sin humor no existe, porque sino viene el apocalipsis. Todos los gurús y los santos poseían un gran sentido del humor y se referían a sí mismos con ironía. La estupidez y la ausencia de ironía es como el pecado.
- Según tengo entendido los tuvanos sois muy celosos de vuestra cultura. ¿Te ha causado muchos conflictos el hecho de mezclar folk local con música occidental?
-Sí, esto siempre fue problemático en Tuva y en toda la URSS. Aquí la gente es conservadora y poco erudita, excepto los funcionarios y burócratas. Pero el desarrollo siempre va ligado a las nuevas interpretaciones que son semejantes pero diferentes, especialmente en la música y en la cultura.
Cerca del 80 % de la población somos étnicamente tuvanos. Somos capaces de salvaguardar nuestra cultura, canciones e idioma a pesar de varios siglos de políticas de asimilación. Durante la Unión Soviética no era posible estudiar nuestra música tradicional en la escuela y estaba mal visto tocarla a nivel profesional. Aprendíamos música rusa, europea por supuesto, pero nada relacionado con la cultura tuvana. Creo que fue uno de los grandes problemas de los comunistas.
- Cada uno de sus discos resulta un nuevo paso adelante en busca de su propio estilo. ¿Sabe donde quiere llegar o simplemente va probando?
-Yo sigo buscándome a mí mismo: mi camino, el sentido de mi vida, mi destino… Me gustaría encontrar algo nuevo, un sonido contemporáneo y alternativo.
- Según tengo entendido, antes de grabar su album “Re-Covers” pasó por un periodode muchas dudas, depresión e incluso un accidente de coche. Aun así, sus canciones siempre son positivas y transmiten mucha energía. ¿Compone mejor cuando está alegre?
-Depende. Aunque las mejores melodías nacieron cuando sentía tristeza o pena. Incluso cuando sufrí una depresión. Posiblemente sea lo mismo con otros artistas. En cuanto a la depresión, espero que no vuelva a aparecer. Cuando hice Re-covers estaba cansado de tocar la misma música durante años. Al principio sólo quería refrescar mis oídos y mi mente, así que empecé a revisar mi colección de discos y volví a escuchar la música que me gustaba cuando era joven.
- También tengo entendido que la naturaleza y la filosofía euroasiática son importantes fuentes de inspiración para usted. Puede hablarnos un poco cómo le influyen o qué es lo que le interesa especialmente de ellas.
-Sí, es cierto. Me gustan los libros de historia, etnografía, filosofía y esoterismo. Sobre todo me interesa descubrir nuevas perspectivas sobre hechos que parecían ya interpretados. Por ejemplo la teoría del “passionarnost” de Lev Gumilev dio muchas respuestas a mis interrogantes. También creo que en la música pueden encontrarse paisajes como los que hayamos en la naturaleza. La vieja tradición musical de Tuva imitaba los sonidos de la naturaleza al cantar y también con instrumentos como el arpa de boca, el igil o el tambor shamánico. Seguimos utilizando algunos de esos instrumentos, como el igil, doshpoluur, dungur, morinkhuur o el temir-khomus.
- ¿Es difícil ser músico en Rusia?
-Lo difícil no es ser músico sino vivir de la música. Ahora hay muchos buenos músicos en Rusia pero necesitan un segundo empleo con el que ganar dinero. Aunque en Europa pasa lo mismo.
- ¿Por cierto, hay vida musical más allá de Moscú y San Petersburgo?
-Sí, en los últimos años llegó dinero y abrieron nuevos clubs en ciudades como Novossibirsk, Ekaterimburg o Khanty-Mansysk, lo que permite que los nuevos grupos tengan recorrido y se muestren. Infelizmente aquí en Tuva todavía no tenemos ningún club por lo que los jóvenes tienen que tocar para sí mismos.
- Supongo que si quisiera podría estar viviendo en Londres o Los Ángeles, ¿por qué prefiere quedarse en Tuva?
-No tengo una respuesta única. Podría decir que es mi país y que mi familia está aquí, pero serían tópicos. También sería posible explicar que para mí es importante el contacto con la naturaleza y la energía del lugar, pero entonces sería demasiado esotérico. Desde hace un tiempo he empezado a sentir que ya no estoy bien aquí, pero tampoco sé adónde ir y quedarme es lo más cómodo.
- Para cerrar, ¿podría decirme si hay algún aspecto de la cultura española o latinoamericana que le interese especialmente?
-Siempre me interesaron España y América Latina, pero tengo más preguntas que conocimiento. Por ejemplo ¿cómo condiciona la iglesia católica el desarrollo latinoamericano? También ¿cuál es el acercamiento de los españoles hacia la herencia cultural de Al Andalus? O ¿Cuál es el acercamiento de los aborígenes de América Latina hacia la religión actual? Me gusta mucho la música latinoamericana, desde la cubana al chorró brasileño, desde Villalobos a Sepultura. También me interesa la cultura indígena de los Andes y la literatura de allí.
- La música latina está de moda en Rusia no?
-Nosotros escuchamos sobre todo a Jennifer Lopez y Shakira. El interés ruso por lo latino o lo africano se da siempre que la música sea bailable.
Discografía de Albert Kuvezin:
- “Prizrak Bedy”, 1989.
- “Antropofagia”, 1993.
- “Yenisei Punk”, 1995.
- “Dalai Beldiri”, 1999.
- “Aldyn Dashka”, 2000.
- “Live in Europe”, 2001.
- “Tuva Rock”, 2003.
- “Re-covers”, 2005.
- “Poets and lighthouses”, 2010.
- “The way of nomads”, 2010.
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