Máscaras en la universidad

Festival empezó a las seis de la tarde y duró dos horas y media. Este año el Festival llevaba por título “¡Máscara, Máscara, Máscara!” y su escenario estaba adornado con máscaras de distintos orígenes y formas. La representación ha resultado complicada para algunos grupos, mientras que para otros ha sido muy real.En cualquier caso, para todos supuso una mezcla de misterio, descubrimiento, belleza y, por supuesto, tradición.

El Festival, en el que participaron alrededor de 150 personas, contó con actuaciones de diecisiete países: Tayikistán, Azerbaiyán, Uzbekistán, Afganistán, Kirguizistán, Colombia, Kazajstán, Zambia, Brasil, Ucrania, Armenia, Suazilandia (que se encuentra en el sur de África), Osetia, Distrito Autónomo de Ust-Orde de Buriatia, República de Chuvashia, República de Altai y República de Yakutia (estas últimas cuatro regiones forman parte de la Federación de Rusia).

Tal y como cuenta el estudiante colombiano Andrés Sánchez, espectador del evento, “la RUDN es un pequeño mundo aparte dentro de este enorme país llamado Rusia.” El evento promueve el intercambio de experiencias entre las naciones, confirmando la importancia del Festival como elemento constitutivo del desarrollo cultural y educativo. En esta edición, en el Festival de las Tradiciones se presentaron proyectos que utilizaban diferentes lenguajes artísticos, tales como la danza, las performances, las representaciones teatrales y la música, haciendo hincapié en el desarrollo de los procesos creativos.

Todos los grupos participantes hicieron un gran trabajo.Investigaron y ensayaron mucho para conseguir reflejar las tradiciones más importantes, fuesen leyendas antiguas o danzas regionales. Los espectadores del evento estaban eufóricos y animaron las intervenciones de sus compatriotas con banderas y con efusivos gritos. El primero en actuar fue el grupo de Tayikistán, que sorprendió a los espectadores con un espectáculo excelente y lleno de emoción.

Le siguieron las presentaciones de Azerbaiyán, Uzbekistán y Afganistán, que dieron a conocer la tradición del matrimonio en sus respectivos países. Kirguizistán mostró un triste duelo entre pretendientes por la mujer amada.


La República de Yakutia llevó a escena la historia de un guerrero que luchó contra poderes fantásticos para recuperar a su preciosa novia. Armenia contó con la ayuda de voces y luces para darle una atmósfera misteriosa a su narración, dejando al público entusiasmado. En sintonía con la tendencia lúdica, la República de Chuvashia representó su Leyenda de la Luna, y la República de Altai mantuvo el ritmo con una dinámica danza. Entonces subió al escenario el grupo de Colombia para desplazar el clima oriental que había reinado hasta entonces.Logró seducir al público literalmente, gracias a su encanto latino con la representación de la leyenda carnavalesca del Rey Momo, llena de color y swing, y basada en un ritmo de cumbia. Estos mismos colombianos participaron en la presentación del frevo brasileño, que narró la historia del carnaval de la ciudad de Recife. Con muy buena coreografía y una magnífica figura carnavalesca de Olinda, el grupo que representó a Brasil estuvo muy animado. El estudiante Danilo Prestes dio a conocer el ritmo frenético del nordeste del país.



En las presentaciones de Colombia y de Brasil participaron también estudiantes de otros países como Venezuela, Ecuador, Perú y Argentina que, a pesar de no haber preparado programas propios, se unieron para mostrar al público la alegría contagiosa de América Latina.

Algunos estudiantes latinoamericanos que asistieron al espectáculo lamentaron la escasa participación en el evento de representantes de sus países, tal y como comentó la estudiante de primero de la Facultad de Historia, Carmen López, de la República Dominicana: “Me gustaron mucho las actuaciones de los estudiantes, sobre todo la de la República del Azerbaiyán; las demás no me impresionaron tanto porque eran demasiado largas y no se entendía bien qué querían decir. Pero la participación de los estudiantes latinoamericanos ha sido muy positiva, aunque no hayan sido muchos”.

Kazajstán salió al escenario representado por numerosos participantes, trajes lujosos y una estructura bien organizada. ¡Que bonito! Zambia y Suazilandia,únicos participantes del continente africano, hicieron hincapié en sus danzas locales, tradicionales y contemporáneas, y consiguieron que el público, a pesar del cansancio, se levantara de las sillas para aplaudirles. Una de las últimas actuaciones fue la de Ucrania, que mezcló lo clásico y lo moderno. Fue breve, pero demostró una gran originalidad y musicalidad. Suazilandia, Buriatia y Osetia finalizaron el concierto con danzas regionales sincronizadas.

El Festival de las Tradiciones de la RUDN no se reduce a una sola noche de espectáculo. El martes anterior al evento tuvo lugar una conferencia en la que cada país participante organizó un seminario para hablar más detalladamente de su cultura, con la ayuda de fotografías, videos y textos elaborados. La organizadora del Festival, Katia Besédina, ha dicho que estaba muy contenta con el evento: “El martes tuvimos una conferencia con la presencia de profesores y estudiantes de diplomaturas, licenciaturas y postgrado. El Festival de hoy no sólo está dedicado a las máscaras, sino también al arte, a la música y al teatro. Este festival se diferencia de los demás en que cuenta con la participación de países de los 5 continentes. Estamos muy contentos de haber transmitido estos conocimientos a las personas que asistieron al espectáculo”.

La presidenta de la Asociación de Estudiantes Brasileños de la RUDN, Ana Carolina Bartes Freitas, estudiante de cuarto de Relaciones Internacionales, asiste por quinta vez a este tipo de eventos y dice que está un poco decepcionada. “Creo que algunos grupos no se han centrado en el tema”, dijo. Pero la rusa Anna Gregórievna, madre de un estudiante de publicidad, considera que el festival ha sido muy original, principalmente en lo que se refiere al imaginario de las máscaras. Según ella, las leyendas y fábulas representadas resultaron perfectamente comprensibles para el público. El estudiante peruano de Medicina Eduardo Gálvez se quedó entusiasmado con el evento: “Es algo espectacular, un evento de semejante envergadura. Me parece muy bonito que esta Universidad rusa organice cada año este tipo de eventos, acercando así a estudiantes de distintas nacionalidades.”



La única participante argentina, Stefani Netri, dio brillo a las actuaciones de Colombia y Brasil. Con el número 10 de la selección argentina, saltó y sonrió muchísimo en el escenario. Dice que le alegró mucho participar en el festival y ver la diversidad de cada país, muchos de los cuales ni siquiera había pensado que llegaría a conocer. Danilo Prestes, uno de los organizadores del evento y estudiante de Arte en la RUDN, actuó en esta ocasión junto con los grupos de Brasil y de Colombia. “El Festival de las Tradiciones se organiza aquí en la RUDN desde hace ya seis años, y Brasil ha participado en 5 ocasiones. Uno de los objetivos del evento consiste en mostrar que los países tienen mucho que enseñar. Si Brasil tiene la oportunidad de participar en más ocasiones en un evento de este tipo, va a poder demostrar que no sólo es el país del carnaval, de las mulatas y del fútbol, sino que hay otras tradiciones en nuestra cultura”, dijo.

Esta vez Brasil ha mostrado un carnaval tradicional y diferente al mismo tiempo, el de Recife, que cuenta con la danza del frevo, la cual ya había sido presentada en otro evento. “Este año el festival ha sido menos brillante que los anteriores, le faltó publicidad, algunos ensayos se hicieron demasiado deprisa, y el tema, a pesar de haber sido escogido por los propios estudiantes que participaban en el festival, fue algo difícil, porque no todos los países tienen una representación de la máscara en su cultura. Algunos países relacionaron el tema de la máscara con el rito del matrimonio, como, por ejemplo, en la cultura islámica, en la que el marido no puede ver el rosto de la mujer antes de casarse”, explicó Danilo Prestes.

El objetivo del Festival se ha conseguido con creces,ya que ha estimulado la diversidad cultural de cada nación además de grantizar la libertad de expresión y el acceso a la cultura, la información y el conocimiento de los asistentes y participantes. Al final del espectáculo, los representantes de cada país volvieron a subir al escenario para recibir un certificado de manos de los representantes de la Universidad.

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