¿Quieres sentir el pulso del Universo? ¡Bienvenido al Planetario de Moscú!

Este edificio, ubicado en pleno centro de la capital rusa, tiene una larga y dramática historia. Durante muchos años el Planetario fue una de las principales atracciones de la capital rusa. En los tiempos soviéticos este famoso centro astronómico era visitado anualmente por decenas de miles de personas, desde cosmonautas y científicos hasta turistas, estudiantes y escolares. Pero en la década de los 90, tras la caída de la URSS, el Planetario se encontró en medio de pleitos judiciales y disputas económicas.

Fue inagurado el 5 de noviembre de 1929. El edificio fue proyectado por los arquitectos Mijaíl Barsh y Mijaíl Siniavski y contaba con una arquitectura muy avanzada para aquella época. La sala principal tenía una cúpula de 27 metros de diámetro y un sistema de proyecciόn que permitía demostrar el movimiento de 5.400 estrellas y planetas en un cielo artificial. En el momento de su apertura el Planetario de Moscú fue considerado como uno de los mejores y más grandes del mundo.



Decenas de reconocidos científicos soviéticos comenzaron su carrera bajo la cúpula del Planetario de Moscú. Durante la Segunda Guerra Mundial se impartieron allí cursos especiales sobre “Astronomía para exploradores”, destinados a enseñar a los jóvenes exploradores militares a orientarse en terreno desconocido sin más ayuda que la de los astros. Tales conocimientos salvaron muchas vidas en los frentes de la guerra. En la década de los 60, los primeros cosmonautas de la URSS también asistieron a los cursos de astronomía dictados en el Planetario de Moscú. A lo largo de la década de los 80 comenzó a funcionar el “Teatro Fantástico” que presentaba diferentes espectáculos basados en obras de conocidos escritores de ciencia-ficción.

Después de la disolución de la Unión Soviética en 1991 muchas instituciones estatales pasaron a ser propiedad privada. El Planetario de Moscú no pudo evitar la “ola de privatización” y fue adquirido por el empresario ruso Igor Mikitasov. El nuevo dueño intentó transformarlo y decidió crear un gran centro de entretenimiento por lo que el edificio fue cerrado para su reconstrucción en 1994. Sin embargo, el empresario no logró reunir los recursos financieros suficientes para realizar su ambicioso proyecto y a finales de la década de los 90 el control mayoritario de las acciones del Planetario pasó a manos del Gobierno de Moscú.

La reconstrucción del complejo comenzó en 2002, pero los trabajos fueron interrumpidos varias veces por la falta de dinero y por las disputas entre el Gobierno capitalino y los accionistas privados, que todavía poseían 39% de las acciones. En 2008 las autoridades de Moscú interrumpieron la reconstrucciόn porque revelaron que el Planetario tenía una deuda de 9 millones de rublos (unos 300.000 dólares) con la empresa contratista. Entonces, la entidad fue declarada en bancarrota y Mikitasov fue destituido de su puesto de director del Planetario. El empresario se quejó de que el complejo fue arrebatado de sus manos de manera ilegítima y que la quiebra se debía a una campaña premeditada de las autoridades moscovitas.

El año pasado, todas las acciones del Planetario de Moscú fueron transferidas a las autoridades de la ciudad. Poco después Yuri Luzhkov, por entonces alcalde, prometió reabrir el complejo para finales de 2010. Finalmente la larga serie de pleitos, escándalos y disputas alrededor de la institución ha terminado.
Los autores de la reconstrucción han tratado de conservar el aspecto histórico del Planetario y simultáneamente han ampliado la superficie en cinco veces, desde 3.000 hasta 15.000 metros cuadrados. Habrá también un museo con una amplia colección de meteoritos y de instrumentos astronómicos. En la sala principal se instalará un sistema de proyección más avanzado para mostrar en la cúpula como caen las estrellas, vuelan los meteoritos y giran los planetas. En el nuevo edificio también habrá salas de conferencias, tiendas, atracciones “espaciales” para niños y un restaurante. Las autoridades de Moscú invirtieron unos 15 millones de dólares del presupuesto capitalino en la adquisición del nuevo equipo.Aunque los gastos totales de restauración superarán los 3.000 millones de rublos (unos 100 millones de dólares).

Por el momento es dificil pronosticar si el nuevo Planetario de Moscú podrá restablecer el prestigio y la popularidad que había tenido durante la época soviética. Pero si se toman en cuenta el rápido desarrollo de las tecnologías espaciales y el creciente interés por la ciencia astronómica en el mundo, se puede esperar que el legendario complejo vuelva a ser una de las principales atracciones de Moscú, así como uno de los más importantes centros de astronomía en Rusia. En cualquier caso, el Planetario volverá adar a miles de personas la única oportunidad de sentir “el pulso del Universo” y observar la enigmática vida del espacio.

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