El gobierno flexibiliza la ley de inmigración para atraer talento

Control de aduanas en el aeropuerto Sheremétyevo 2.

Control de aduanas en el aeropuerto Sheremétyevo 2.

La política de inmigración se adapta al plan de modernización del presidente Medvédev, que necesita de la llegada de profesionales extranjeros cualificados.

El gobierno aprobó en mayo pasado flexibilizar la ley migratoria en un giro destinado a facilitar la llegada a Rusia de trabajadores altamente cualificados, necesarios para los planes de modernización del presidente, Dimitri Medvédev. El nuevo esquema legal se ha copiado de los que ya existen en Reino Unido, Canadá y Australia. La nueva ley ha convertido un proceso migratorio tortuoso en uno de los más sencillos del mundo, al menos para los trabajadores cualificados.

A los trabajadores y sus familias se les entrega un visado con tres años de validez, frente al sistema anterior en el que debían volver a sus países de origen una vez al año para solicitar la renovación del permiso. Además, no tienen que pagar el Impuesto de emergencia sobre la renta (un 30% de los ingresos durante los primeros seis meses), ya que con la nueva ley se les aplica una tasa fija del 13%.

La mayor ventaja para las empresas es, quizás, que los trabajadores de alta cualificación están exentos del pago anual de la tasa para empleados extranjeros al Servicio Migratorio Federal. No es así con el resto de trabajadores extranjeros, cuyas empresas deben seguir tramitando cada enero el permiso de empleo.

La mayoría de los expertos consultados afirman que el plan está dando resultados, al facilitar que las empresas se centren en la importación de los profesionales más valiosos, a pesar del crecimiento continuado de la demanda local para cubrir el resto de puestos [ver texto principal].

Pero la modernización del país, pilar de la política de Medvédev, necesita la llegada a Rusia de empresas y trabajadores extranjeros. Un ejemplo es Skólkovo, el parque científico y tecnológico que se construirá a las afueras de Moscú y para el que el Kremlin quiere atraer a especialistas de todo el mundo.

El gobierno espera que la nueva ley atraiga inversiones, al hacer más fácil que las empresas multinacionales trasladen a sus directivos y expertos.

Rusia pierde a muchos científicos porque las oportunidades profesionales que ofrece no son competitivas frente a las de otros países. Además, se necesita también atraer a directivos experimentados al sector corporativo si se quiere aumentar la eficacia, la productividad y la innovación.

Un informe publicado el año pasado por IBM señala que, mientras los institutos de investigación científica de Rusia se encuentran entre los mejores del mundo, las escuelas de negocios ocupan una posición muy baja en los ránkings mundiales.

"Los directivos extranjeros son esenciales”, afirma Lilit Geovorgyan, de la consultoría IHS Global Insight, porque “aportan aptitudes relevantes”.

La columna vertebral de la modernización será ocupada, con mucha probabilidad, por empresas diseñadas según el modelo occidental del sector de la alta tecnología.

Para Gennady Odarich, de PricewaterhouseCoopers, los directivos extranjeros actúan como modelos para los empleados rusos que están a su cargo, facilitando la formación de futuras generaciones, tanto en aptitudes como en mentalidad. Odarich sostiene que existe una gran demanda de este tipo de trabajadores. “Muchos clientes nos consultan sobre el nuevo sistema, tanto en relación a sus empleados actuales como a las futuras incorporaciones”, dice. El experto afirma que las autoridades “se han esforzado por asegurar que la burocracia comprenda el nuevo proceso en todos sus niveles”.

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