El trigo afectado por la sequía en Nizhni Nóvgorod. Foto de Denis Rusinov_ITAR-TASS
Hace apenas un par de meses Rusia buscaba activamente nuevos mercados para la comercialización de su cereal y su potencial exportador se estimaba en unos 30 a 40 millones de toneladas. Sin embargo, el calor anormal y la sequía aniquilaron casi la tercera parte (30 millones de toneladas) de la cosecha. Rusia tuvo que decretar el veto a la exportación hasta fines de año y congelar temporalmente sus planes. “Buscábamos mercados complementarios porque había que vender el máximo de grano. Ahora eso no existe”, señaló a RN el presidente de la Unión Cerealera Rusa, Arkadi Zlochevski.
Lo más probable es que Rusia recién pueda hablar sobre su retorno al mercado mundial al culminar la cosecha 2011 y sólo si esta es lo suficientemente grande. “Para julio del año próximo las reservas de cereal en el país pueden sumar aproximadamente entre 5 y 9 millones de toneladas. Este es un equilibrio muy tenso”, advierte Dmitri Rylko, director general del Instituto de Coyuntura del Mercado Agrario de Rusia.
Según diversos pronósticos, en este año, la cosecha en Rusia ascenderá a unos 60-67 millones de toneladas. Esto es esencialmente menos que el nivel de consumo (71-75 millones de toneladas), pero Rusia cubrirá por completo su demanda a cuenta de las reservas de transferencia (17-20 millones de toneladas).
Pese a que los expertos mencionan la ausencia de déficit total del cereal, los precios crecen. En determinados segmentos, como la harina de trigo sarraceno o el cereal forrajero, el déficit, existe. Los sembradíos de trigo sarraceno se arruinaron y no hay de dónde importar, especialmente este grano (una de las harinas base en el alimento ruso, N.del T.). En lo que hace al forraje, según algunas evaluaciones, su déficit se ubicará entre los 3 y los 6 millones de toneladas.
Luego de sancionar la veda, los precios internos bajaron un 10%. El Estado amenaza con sancionar a quienes especulen. En Moscú, por ejemplo, la seccional regional del Servicio Antimonopolio abrió una causa contra varias empresas panaderas.
El presidente, Dmitri Medvédev, exigió prestar soporte financiero a los productores agrarios damnificados, controlar la subida de los precios sobre los alimentos y presentarle propuestas para la formación de un sistema para asegurar los riesgos. El presidente también dio instrucciones para considerar la posibilidad de una renovación de créditos, la reestructuración y la prolongación de los anteriormente concedidos así como la prolongación del pago de las obligaciones por leasing.
Según la apreciación de Zlochevskiy, el precio del cereal en el mercado mundial se mantendrá en los presentes valores, sobre todo, si no ocurre otra circunstancia de fuerza mayor. La sequía ya le agregó al precio mundial cerca de 30 dólares y los especuladores ya se han recuperado por completo de las consecuencias de la sequía en Rusia.
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