Hoja de ruta con muy buen pronóstico

Antonio Estrany y Gendre, titular del CEAR

Antonio Estrany y Gendre, titular del CEAR

Tras la visita en abril del presidente de ruso, Dmitri Medvédev, se abren nuevas oportunidades para los empresarios de ambos países.
Con el espaldarazo que supone un encuentro bilateral al más alto nivel político, el Consejo Empresario Argentino-Ruso será el actor protagonista de una agenda muy cargada, producto de las expectativas creadas tras la primera visita en la historia de un mandatario ruso a Argentina.

El embajador de Rusia en Buenos Aires, Evgeny Astakhov puso en marcha en 2003 una entidad que tendría su contraparte en Moscú y que cumpliría el rol de facilitador, para potenciar todo el campo de negocios que, ya en aquel año, se visualizaba como muy prometedor.

El economista Antonio Estrany y Gendre, con vasta trayectoria académica y en el mundo empresarial, ha sido un gran artífice de este organismo desde su alumbramiento. Su tarea ha sido central desde que el CEAR era sólo un proyecto hasta ahora, cuando la entidad ha ganado prestigio internacional.

“Desde que existe el Consejo Empresario Argentino-Ruso y su equivalente en Moscú, el comercio ha aumentado año tras año”, señaló Antonio Estrany y Gendre, titular del CEAR, en una entrevista con Rusia Hoy.

En 2009 el comercio entre Argentina y Rusia se vio afectado por la crisis financiera internacional y se redujo en más del 30%. Según los datos del Servicio Federal de Aduanas de Rusia, las exportaciones rusas cayeron un 72,5%, y las importaciones un 6,5%. El saldo a favor de Argentina rozó los mil millones de dólares en el último año.

“Hay síntomas de recuperación que permiten pensar que alcanzaremos fácilmente los niveles anteriores al 2008 y que podremos sobrepasarlos. Creo que podemos ver la crisis como algo del pasado”, vaticinó el titular del CEAR.

Para Gendre, existen numerosas ventajas comparativas que, al analizarlas, arrojan una perspectiva totalmente favorable. Por ejemplo, el ciclo estacional, que hace que el invierno en Rusia coin¬cida con el verano en Argentina, con el consiguiente beneficio para el comercio de alimentos. “Soy muy optimista, creo que la economía rusa tiene un gran porvenir. Rusia es un gran país que no ha desarrollado, ni mucho menos, las potencionalidades económicas que tiene”, afirma Antonio Estrany y Gendre.

“En la época de la ex Unión Soviética, el presupuesto militar era enorme. Ahora Rusia destina muchos más recursos al desarrollo social y eso es muy beneficioso porque potencia todo el crecimiento de la sociedad. Tiene muchas posibilidades para crecer, y los empresarios argentinos tienen que capitalizar eso”, agregó.

“Tenemos un gran crecimiento económico potencial y esto, lógicamente, fomentará el aumento de nuestras relaciones”, señaló el presidente del CEAR.

Al mismo tiempo, Argentina todavía no ha reconocido a Rusia como economía de mercado. “Esto es una herencia del pasado, de cuando la URSS sostenía la tesis de que no era una economía de mercado y se estructuraba como economía centralmente planificada”, explicó Estrany y Gendre. El presidente del CEAR admitió que el tema no es fácil porque muchos paises, incluida Argentina -que es una economia de mercado- fijan los precios de muchos productos. “Puede ser que el día de mañana aparezca algún país que diga que hay que sacarle a Argentina el status de economía de mercado”, bromeó.

Las nuevas claves

Estrany y Gendre considera que la diversificación es una de las claves estratégicas para quienes en el futuro deseen explotar nuevos nichos de mercado. “Tenemos que diversificar el intercambio, estamos demasiado concentrados en pocos productos”, subrayó el presidente del CEAR. Del lado de la exportación argentina la carne se lleva el 70%”, especificó.

El gasoil y los abonos fueron los principales productos importados por Argentina en 2009, representando un 76,8% y 16,1% respectivamente, según los datos del Servicio Federal de Aduanas de Rusia.

”Estos porcentajes son inadmisibles porque debilitan el esquema de intercambio”, opinó Estrany y Gendre, quien destacó la importancia de la diversificación porque la situación actual “muestra que si han podido crecer tanto un par de productos, hay muchos otros que pueden crecer también”.

Los movimientos de los Gobiernos continúan en la misma dirección. En septiembre, funcionarios argentinos viajarán a Moscú para continuar la agenda de trabajo propuesta por los presidentes de ambos países.

En el sector privado, las relaciones argentino-rusas disrfutan de un sólido liderazgo de manos de empresarios que tienen claros los objetivos y que van marcando el rumbo para la prosperidad comercial, una cuestión que alimenta los lazos bilaterales y potencia el desarrollo, dada la complementariedad y la necesidad mutua entre las economías de ambos países.

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