La OTAN tiene un año para acatar los postulados rusos en lo que se refiere al escudo antimisiles europeo. Foto de www.nato.int
Punto caliente
“La cuestión se ha hervido a fuego lento y ahora tenemos algo que decir a nuestros a socios”, declaró a Kommersant Dmitri Rogozin, enviado de Rusia ante la OTAN. “Hemos presenciado retrasos artificiales en relación al escudo antimisiles. Rusia cuenta con diferentes líneas de acción y conviene señalar que el presidente se las explicará los líderes de la Alianza”.
Rusia y la OTAN discrepan en relación al escudo antimisiles, que según manifiesta la Alianza se dirige en contra de Irán y Corea del Norte. EE UU ha declarado que tiene intención de contar con dos sistemas de detección que compartan información con Rusia, aunque Moscú espera que haya más integración y además, garantías legales de que el sistema no será utilizado contra Rusia. Asimismo, los planes para colocar bases en Polonia y Rumanía no han rebajado las tensiones.
Rogozin declaró que “lo más importante para nosotros es que la creación del escudo antimisiles no no elimina nuestra fuerza de disuasión nuclear. Si no encontramos ninguna opción que nos satisfaga, tomaremos otras medidas”.
Otra carrera armamentística
Las medidas que Rusia va tomar ante la intransigencia de la OTAN tendrán tres fases. Primero, se verá forzada a crear un espacio de defensa aeroespacial, que combine una defensa balística con sistemas de alarma así como un sistema de control espacial. El siguiente paso ante la continuada obstinación occidental será la formación de grupos de misiles de ataque en la frontera occidental de Rusia.
Por último, Moscú se apartaría del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), en el cual el presidente Obama ha invertido tanto capital político.
Conviene apuntar que todo esto no depende de quién ocupe el Kremlin tras las elecciones del 2012.
Mal asesoramiento
Sin embargo, es posible que este tipo de fanfarronería política provenga de un mal asesoramiento. “Amenazar a los socios es una estrategia inapropiada, no funcionará. Si no es un farol, entonces se trata de un serio error”, señaló a Kommersant Dmitri Trenin, director del Carnegie Center. “Las fuerzas rusas no ha sido amezanadas ahora, ni lo van estar en un futuro próximo. De modo que es razonable continuar con el diálogo y no volverse loco si los debates son difíciles y las negociaciones no van tan rápido como a uno le gustaría”, añadió.
También en la agenda
Rusia hará una demostración de su tecnología para detectar explosivos en un lugar remoto al de la reunión. Por su parte, el viceprimer ministro Dmitri Kozak informará acerca de los preparativos para las Olimpiadas de Sochi 2014. Asimismo, Anatoli Antonov, viceministro de Defensa, informará sobre las reformas en las Fuerzas Armadas rusas.
La guerra en Libia será otro de los temas que tendrán importancia, informó RIA Novosti.
Este artículo apareció originalmente en “Moscow News”.
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