El aislamiento y la falta de infraestructuras son características de la región. Fuente: Strana.ru
El nombre Kamchatka evoca imágenes de burbujeantes manantiales de agua caliente, cientos de volcanes cubiertos de nieve y ríos transparentes donde saltan los salmones en verano y que en invierno quedan enterrados bajo capas y capas de hielo y escarcha. Uno de las áreas salvajes más grandes del mundo, la península de Kamchatka discurre a lo largo del huso horario internacional y su capital, Petropavlovsk-Kamchatsk (más simplemente, Petropavlovsk), está más cerca de Tokyo y Seattle que de Moscú. La mayor parte de este trozo de tierra de 1.000 kilómetros de longitud es tan salvaje que sus habitantes alardean de que Kamchatka no tiene carreteras, solo direcciones.
El aislamiento de la región y su falta de infraestructuras son a la vez maldición y bendición. La naturaleza de Kamchatka está intacta y casi completamente libre de turismo comercial. Por otra parte, es casi imposible para un viajero independiente (y que no quiera gastar demasiado) visitar la zona sin contratar los servicios de una agencia.
Petropavlovsk, que data de 1740, fue fundada por Vitus Bering, el capitán ruso, que dio nombre al famoso estrecho que separa Rusia y Alaska. La ciudad, en la Bahía de Avacha, ofrece magníficas vistas de 2 volcanes y una enorme cadena de picos nevados. Poco más que este hermoso enclave distingue a Petropavlosk de otras pequeñas ciudades del Oriente ruso, con su buena porción de aburrida arquitectura soviética. Sin embargo, la capital de la región es un buen campo base para excursiones a diferentes partes de la Península, muchas de las cuales requieren los servicios de un helicóptero.
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Si no tienes mucho tiempo, los volcanes Avachinskaya y Koryakskaya, visibles desde Petropavlovsk, son los de más fácil acceso. Una persona en buena forma tardará unas 6 horas en llegar a la cima del Avachinskaya, a 2.741 metros sobre el nivel del mar, mientras que el Koryakskaya, de 3.465, es más exigente y le llevará al mejor entrenado de los senderistas por lo menos 12 horas. Como en la mayor parte del Lejano Este ruso, el tiempo cambia con extrema rapidez y una tormenta puede aparecer de la nada en una despejada mañana de agosto. Pero las vistas al mar, la exuberante vegetación y los paisajes de una de las zonas más montaraces del mundo hacen que valga la pena el tiempo, el esfuerzo y la paciencia.
Kamchatka es una región que debe ser explorada sin prisa y, si quieres viajar por toda la península, merece la pena pasar algunas semanas.
El valle de los géiseres
Un viaje a la península no estaría completo sin una visita a Dolina Geiserov (valle de los géiseres). El valle del río Gesisernaya es parte de la reserva natural de Kronotski y tiene más de 200 válvulas de presión geotérmica que expulsan vapor, agua y barro.
Existen varias rutas a pie por la zona y es bastante fácil explorar la mayor parte del valle en un solo día, pero llegar allí es lo más caro de todo. El valle está a 200 kilómetros de Petropavlosk y se alcanza más fácilmente en helicóptero. Una excursión puede costar fácilmente unos 600 dólares.
Moonwalking
Para ver la que quizá es la región más aislada e inquietantemente hermosa de la península, Tolbachik, es necesario penetrar en uno de los bosques más densos del mundo y avanzar en barca por un río. El volcán Ploski Tolbachik tiene un cráter de 3 kilómetros rodeado por bosques muertos, destruidos por una serie de erupciones.
Los alrededores del volcán Tolbachik, aún activo, permiten hacerse una idea bastante aproximada del aspecto que debe de tener la superficie lunar. Es más, la URSS probó su vehículo lunar en esta área antes de mandarlo al espacio exterior.
Recientemente se ha producido una serie de erupciones en el Tolbachik y las excursiones al área pueden ser canceladas dependiendo de la situación.
Osos y águilas
Kamchatka es famosa por su fauna; el mejor momento para contemplarla es el mes de agosto. Los osos bajan hacia el lago Kurilskoe, en el extremo sur de la península, desde la cordillera de Yuzhno-Kamchatski para darse un banquete del salmón que desova en los arroyos cercanos.
También es posible avistar a las gráciles águilas marinas de Steller que vuelan sobre el lago. Agosto es el mejor mes para observar a estas aves de plumaje pardo, que se alimentan en Kamchatka en verano y migran a Japón para el invierno.
El lago Kurilskoe, con un radio de 77 kilómetros, está rodeado por volcanes y está completamente impoluto, aunque el turismo comercial, con todas sus connotaciones negativas, empieza a aparecer por la zona.
Como sucede en muchas partes de la península, el mejor modo de acceder a Kurilskoe es en helicóptero desde Petropavlovsk. En teoría, es posible llegar a la zona de forma independiente, pero no es raro oír historias de turistas devorados por osos. Viajar con guías locales con experiencia es por lo general la apuesta más segura.
Hay vuelos diarios desde Moscú a Petropvalovsk-Kamchatksi (unas 9 horas). La principal aerolínea para viajar hacia el Lejano Oriente ruso es Jabarovsk. A dos horas y media de Petropavlovs, Jabarovsk tiene conexiones internacionales regulares con ciudades de China, Japón y Corea del Sur.
Agencias de viajes:
Hay varios touroperadores en Petropavlovsk, que ofrecen una gran variedad de viajes a diferentes partes de la península, incluyendo comida, alojamiento y permisos de acceso a las áreas restringidas.
Explore Kamchatka lleva desde 1999 organizando tours y está especializado en excursiones innovadoras y ecológicas
Lost World, fundada en 1993, también organiza excursiones, gestiona alojamiento con indígenas y, en invierno, trineos tirados por perros y heli-esquí, que consiste en llegar con un helicóptero a zonas nevadas de difícil acceso para bajar esquiando.
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