¿Por qué los rusos se casan cada vez más tarde?

El número de matrimonios entre estudiantes se ha reducido considerablemente. Fuente: Reuters

El número de matrimonios entre estudiantes se ha reducido considerablemente. Fuente: Reuters

Los rusos han comenzado a contraer matrimonio más tarde, si hace diez años el 40% de las bodas se celebraban entre jóvenes de hasta 24 años, en la actualidad esta cifra se ha reducido hasta la mitad. Los expertos señalan que la juventud actual prefiere conseguir trabajo y reunir experiencia vital antes de casarse.

 

Fuente: Reuters

Según Rosstat, el servicio federal de estadística, el número de hombres que contraen matrimonio en una edad comprendida entre los 18 y los 24 años desde 1980 hasta nuestros días es tres veces menor. En 1980 se registraron algo más de 900.000 enlaces, mientras que en 2013 únicamente se registraron 300.000.

La situación de las mujeres es similar: en 1980 se registraron más de un millón de matrimonios de mujeres de entre 18 y 24 años, frente a los poco más de 46.000 matrimonios de este tipo en 2013.

La reducción del número de matrimonios entre estudiantes es una muestra de los procesos que experimenta la sociedad, según la psicóloga Natalia Trofímova. “Ha cambiado la percepción social sobre las parejas de hecho, que en la actualidad se han convertido en una opción perfectamente válida”, comenta la experta.

Los jóvenes, especialmente los que viven en las grandes ciudades, no consideran necesario registrar oficialmente sus relaciones. Natalia Trofímova aclara que generalmente el motivo para contraer matrimonio suele ser el amor, los hijos, la estabilidad, el estatus social y la independencia de los padres. “Los estudiantes de hoy en día pueden conseguir prácticamente todo esto sin contraer matrimonio oficialmente, yéndose sencillamente a vivir juntos”, añade la psicóloga.

No hay que olvidar tampoco que para muchos jóvenes hacer una carrera laboral con éxito se ha vuelto más importante. Precisamente por esta razón, se ha aplazado la edad para tener hijos. Muchos estudiantes, según la psicóloga, prefieren disfrutar de la libertad, conocerse mejor a sí mismos, antes de sentar la cabeza.

María Romantsova, psicóloga familiar, opina que en la formación de esta nueva tendencia influyen en gran medida factores socioeconómicos y sociopsicológicos que estimulan la obtención de una educación superior y el éxito en la carrera.

“Si no tienes educación superior, no tienes unas buenas oportunidades en la vida. De modo que el plazo para la finalización de los estudios se ha incrementado y esto, a su vez, aplaza también la edad a la que se contrae el matrimonio”, aclara la psicóloga.

“Mi futuro marido y yo nos conocimos siendo estudiantes, pero decidimos acabar nuestras carreras antes de casarnos”, comenta a RBTH Liana Shakírova. Entre los planes de Liana figuraba un máster en el extranjero. “No le veíamos el sentido a casarnos y vivir un año separados. Una buena carrera y construir una familia son cosas poco compatibles”, añade. El principal factor para casarse, según María Romantsova, es la posibilidad de mantener a la familia y a los hijos. “En la URSS la gente estaba dispuesta a vivir un tiempo en casa de los padres, pero la generación actual aspira más a mantenerse a sí misma”, comenta la experta.  

Nuevascondiciones

“El matrimonio y los hijos cambian drásticamente la vida de las personas. En la URSS esto no era así: tras contraer matrimonio, prácticamente todo seguía como siempre. Incluso el nacimiento de un niño no suponía grandes costes, porque no hacía falta comprar nada”, comenta Anna Varga, directora del máster “Psicoterapia familiar sistémica” de la Escuela Superior de Economía.

La experta señala que esta tendencia es propia en general de los países pobres: en estos países, la aparición de un niño no cambia de ningún modo la vida de los padres, y por esto mismo no existen problemas de natalidad. Con la aparición de la necesidad de la propiedad y los ahorros, la opinión sobre el matrimonio se vuelve más responsable. Ahora influyen mucho las perspectivas de vida. “La gente sabe muy bien cómo quiere y puede vivir, y a menudo esto no es compatible con la idea del matrimonio. Hacer carrera a menudo supone un determinado estilo de vida que no se puede compaginar con la familia y los niños”, - concluye Anna Varga.

Además, a medida que aumenta la esperanza de vida, se amplía también el periodo de la niñez y la juventud. “Los estudiantes actuales no tienen prisa por comenzar la vida adulta”, explica Natalia Trofímova.

Ígor y Evguenia Yashkov se conocieron en la universidad, pero decidieron no apresurarse a casarse hasta que no finalizaran sus estudios. Evguenia comenta que el problema económico era el obstáculo principal para la boda. “Los horarios de clase no me permitían trabajar, por lo que no teníamos el dinero suficiente”, aclara. Ígor añade que no quería proponerle matrimonio a Evguenia hasta que no hubieran probado vivir un tiempo juntos.

“En principio, en ningún momento se nos ocurrió casarnos durante la carrera, no nos convencían los ejemplos de amigos nuestros que se habían casado siendo estudiantes”, - concluye Ígor.

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