Cuatro detenidos por el accidente aéreo en el que murió el presidente de la petrolera Total

Fuente: Reuters

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Los cuerpos de seguridad rusos han detenido a cuatro operadores sospechosos de estar implicados en la tragedia del aeropuerto Vnúkovo que causó la muerte de Christophe de Margerie, líder de una de las principales empresas petrolíferas del mundo, la francesa Total, y de los tres miembros de la tripulación.

Según informa a RBTH el gabinete de prensa del Comité de investigación de Rusia, los instructores han detenido a otros cuatro sospechosos de implicación en la tragedia del aeropuerto Vnúkovo de Moscú: el controlador Alexander Kruglov, quien dirigía el tráfico aéreo en el momento del accidente; el ingeniero de servicio del aeropuerto, Vladímir Ledenev, quien se encargaba de coordinar los trabajos para la retirada de la nieve; el director de vuelos Román Dunaev; y la controladora en prácticas Svetlana Krivsun. Los detenidos ya han sido interrogados por las fuerzas de seguridad.

El presidente de Total, Christophe de Margerie, se encontraba en Moscú con motivo de la reunión anual del Consejo consultivo sobre inversión extranjera organizado por el primer ministro de Rusia Dmitri Medvédev. El director de la corporación se oponía abiertamente a las sanciones contra Rusia. Falleció el pasado 20 de octubre.

Según datos de los medios de comunicación rusos, la controladora en prácticas dio permiso para el despegue del avión francés Falcon-50 en unas condiciones de mínima visibilidad. El trabajo de la joven estaba siendo supervisado por el controlador de 40 años Alexander Kruglov, quien en 2007 evitó que se produjera otro accidente aéreo salvando a más de 140 personas.

Hace siete años, Alexander Kruglov corrigió el despegue de un Tu-204 de la compañía Vladivostok Avia, que partió del aeropuerto Vnúkovo en dirección hacia Vladivostok. En el momento del despegue, el controlador se dio cuenta de que uno de los motores del avión estaba en llamas y pudo impedir que los pilotos alzaran el vuelo.

Petición de liberación para los controladores

Los controladores del aeropuerto Vnúkovo han solicitado al Comité de Investigación de Rusia la liberación de sus colegas, que se encuentran bajo vigilancia después haber sido sometidos a un interrogatorio durante 48 horas sin la presencia de un abogado.

El Dassault Falcon 50 es un avión ejecutivo de reacción con tres motores para vuelos de larga distancia que la empresa Dassault Aviation fabricó desde 1976 hasta 2008. En 1994, murieron en uno de estos aviones los presidentes de Ruanda y Burundi, cuando el aparato fue derribado por un grupo de insurgentes. La fuerzas aéreas de Francia, Italia, Irán, Marruecos, Portugal, Sudáfrica, Venezuela y Ucrania están equipadas con este tipo de aviones.

“Estamos indignados con la escandalosa actuación del Comité de Investigación”, se lee en la carta de los controladores.

“Antes del suceso, los controladores habían hecho turno de noche y los interrogatorios se han llevado a cabo sin la presencia de un abogado. Les han tratado como a delincuentes, sacándolos de la planta con las manos esposadas. Estaban agotados moral y físicamente. Llevan tres días sin comer ni dormir. Ha habido que llamar a una ambulancia para atender a la controladora. Creemos que su detención está injustificada, puesto que ninguno de los dos se ha opuesto a colaborar con la investigación y se han mantenido dentro de las instalaciones de la policía del aeropuerto Vnúkovo, de modo que no podrían huir ni influir en el curso de la investigación”, declaran los controladores.

El conductor de la máquina quitanieves

El juez ha ordenado arrestar a Vladímir Martinenko durante dos meses hasta que se aclaren las causas de la tragedia acontecida en el aeropuerto Vnúkovo. El hijo del sospechoso ha ofrecido una fianza de un millón de rublos (cerca de 25.000 dólares), pero el juez ha determinado que el sospechoso podría escapar o destruir pruebas relacionadas con el caso.

Vladímir Martinenko estará retenido en uno de los centros de prisión preventiva de la capital rusa.

El abogado del acusado, Alexander Karabanov, ha anunciado que el conductor no bebió antes de entrar a trabajar, tal como se indica en las notas del examen médico que deben pasar los trabajadores antes del cambio de turno. Según el abogado, su cliente pudo haber tomado unas gotas para el corazón que contienen una cantidad mínima de alcohol.

Vladímir Martinenko contó a los investigadores que la ruta que siguió con la máquina quitanieves se ajustó punto por punto a las indicaciones del controlador y del jefe de equipo. Sin embargo, en un momento dado, el vehículo chocó con un obstáculo y se quedó rezagado de la fila de vehículos de limpieza, después de lo cual, debido a la mala visibilidad, entró en la pista de aterrizaje. Según el sospechoso, no oyó el ruido de ningún avión. 

“En la pista no debían aparecer terceras personas. El controlador coordina con precisión cuándo debe salir mi cliente para retirar la nieve y el punto exacto en el que debe detenerse para que el avión despegue”, indicó al canal Life News el abogado del sospechoso, Alexander Karabanov.

Según señala, el conductor se puso en contacto con el controlador para confirmar la ruta y a mitad de camino escuchó un sonido ensordecedor, después del cual su vehículo volcó. Cuando Martinenko logró abandonar la cabina, descubrió que había chocado con un avión.

Según cuenta el jefe del Centro de controladores de Moscú, Anatoli Kulik, los controladores que dirigían el tráfico aéreo en ese momento podrían arrojar algo de luz sobre la investigación, por lo que ya están siendo interrogados.

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