En el aire la financiación de numerosas ONG rusas

Liudmila Alexéyeva. Fuente: AP

Liudmila Alexéyeva. Fuente: AP

Tras el cambio de ley que obliga a las organizaciones a registrase como agentes extranjeros en caso de que reciban dinero del exterior, las ONG se han visto forzadas a buscar financiación en Rusia. Para algunas está resultando una tarea difícil.

 

Liudmila Alexéyeva. Fuente: AP

“De momento no hacemos las peticiones para las subvenciones fuera de Rusia, - informó el lunes la líder de la organización de defensa de los derechos humanos más antigua del país, Liudmila Alexéyeva. – No quiero que se hable de que el Moscow Helsinki Group existe gracias al dinero extranjero”.

Sin embargo, a Alexéyeva le resultó difícil decir durante cuánto tiempo la organización seguirá esta línea. Recordemos que el año 2012 la ley obligó a las organizaciones no gubernamentales que reciben subvenciones extranjeras y llevan a cabo actividad política a registrarse como agentes extranjeros.

El año pasado la fiscalía suspendió la actividad de una serie de ONG que no cumplían la ley. En diciembre el Moscow Helsinki Group entró en la lista de organizaciones que recibieron subvenciones estatales rusas y ahora confía obtener cerca de 3,3 millones de rublos (alrededor de 72.000 euros). “Es evidente que se trata de una suma pequeña pero con ella se puede trabajar”, considera la activista.

El año pasado el estado destinó 250 millones de rublos (5,5 millones de euros) del presupuesto federal a apoyar al sector civil. En total, durante los años 2014-2016 las organizaciones no gubernamentales recibirán como mínimo unos 11 millones de euros. Estas cantidades son comparables con el importe de las subvenciones recibidas desde el extranjero, según explicó en diciembre el jefe del Consejo de derechos humanos adjunto a la presidencia de Rusia, Mijaíl Fedótov.

Por otra parte, la jefa de la sección rusa de Transparencia Internacional, Elena Panfílova, cree que la subvención de 72.000 euros puede ser suficiente para un año de trabajo únicamente para una “organización de defensa de los derechos humanos pequeña donde trabajan de 10 a 15 personas”. Según ella, el Moscow-Helsinki Group es “una organización atípica para Rusia, tienen una gran red de representaciones regionales, unas 25 oficinas, lo que significa que como mínimo hay que pagar el alquiler”. En cuanto a Transparencia Internacional en Rusia, según Panfílova, “está obligada a tener financiación extranjera ya que es parte de un movimiento internacional”.

No todas las ONG tienen intención de renunciar al dinero extranjero. “No habrá una renuncia total a la financiación exterior ya que no existen requisitos económicos, jurídicos y políticos para ello”, anunció al periódico Kommersant Pável Chíkov, jefe de la asociación de defensa de los derechos humanos Ágora. Según Chíkov, Ágora también ha recibido subvenciones rusas pero este dinero cubre aproximadamente el 20% del presupuesto anual de una organización que necesita unos 15-20 millones de rublos (unos 300.000-500.000 euros) para poder trabajar bien.

La Asociación de defensa de los derechos de los electores, Golos, según su copresidente Grigori Melkoniants, ha decidido “no arriesgarse con la financiación extranjera”. Anteriormente Golos, que lleva a cabo tareas de observación independiente en las elecciones, funcionaba exclusivamente con financiación extranjera y el año pasado una de las estructuras de la asociación fue liquidada por negarse a nombrarse “agente extranjero”. Golos también recibirá una subvención rusa de un volumen de 7 millones de euros. Según Melkoniants, la suma que se necesita es el doble. Golos confía recibir la cantidad que falta a través de donaciones de ciudadanos rusos y de entidades jurídicas.

“Ahora lo más correcto es buscar la financiación en el interior del país para ajustarse no tanto a la ley, como a su aplicación práctica”, anunció la jefa del servicio jurídico de la organización Abogados a favor de la sociedad civil, Olga Sviridenkova.

El director del Instituto de investigaciones políticas, Serguei Márkov, gestionó el concurso de subvenciones para las ONG y cree que en el interior del país es muy difícil encontrar dinero para la actividad social. “Si el Moscow Helsinki.Group quiere utilizar únicamente dinero ruso, para poder llevar a cabo su actividad con normalidad, tendrá que atraer el dinero que actualmente reciben otras organizaciones. Las subvenciones que se concedían desde occidente daban mucho más dinero que los rusos y ahora es indispensable buscar estos medios en el interior del país”, considera el experto.

Márkov explica a Rusia Hoy que “de acuerdo con la legislación el dinero para la actividad social también está sometido a impuestos y para el mundo de los negocios esto no es rentable. Además, la gente prefiere ayudar a algo en concreto, por ejemplo, pagar un tratamiento médico a una persona determinada en vez de dar dinero para la actividad social. Hace muchos años que se observa esta tendencia”.

El experto considera que para que las ONG puedan prescindir del dinero extranjero hay que aumentar en unas cuantas veces la financiación estatal. Por ejemplo, según Markov, la fuente de estos medios podría ser el establecimiento de un monopolio estatal para la producción y venta de vodka.  

Basado en materiales del periódico Kommersante información propia.

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