Rusia planea regularización masiva de inmigrantes para hacer frente a la crisis demográfica

La inmigración se ha convertido en un tema candente en la política rusa. Los expertos consideran que hay que legalizar la situación de numerosos trabajadores. Fuente: ITAR-TASS

La inmigración se ha convertido en un tema candente en la política rusa. Los expertos consideran que hay que legalizar la situación de numerosos trabajadores. Fuente: ITAR-TASS

En los últimos meses la lucha contra la inmigración irregular se ha convertido en uno de los temas más candentes de la política rusa. Los expertos creen que actualmente legalizar la situación de los inmigrantes resulta mucho más ventajoso que deportarlos. Una posible solución al problema podría ser la aplicación de una ‘amnistía de inmigración’.

En Moscú se acaba de celebrar la conferencia internacional 'Unidad en la diversidad', que ha tratado sobre inmigración y los problemas interraciales. Se debatieron distintas posibilidades para lograr una integración de los inmigrantes en la vida de la sociedad rusa. Leokadia Drobizheva, directora del centro de investigación de relaciones internacionales adscrito al Instituto de Sociología de la Academia de las Ciencias de Rusia (TsIMO, por sus siglas en ruso), propone crear unos centros de adaptación para los inmigrantes donde no solo podrán estudiar las bases de la legislación y la lengua rusas, sino también las normas de convivencia del país eslavo, lo que servirá también para tranquilizar a la población local.

Nadie puede decir con seguridad cuántos inmigrantes residen hoy en Rusia. Las cifras aproximadas oscilan entre 3,6 y 11 millones de personas, la mayoría de las cuales se encuentran en situación ilegal.

Por otro lado, la directora del centro de investigaciones sobre problemas socioeconómicos adscrito a la Universidad de Psicología y Sociología de Moscú, Olga Vorobiova, opina que “el propio gobierno está fomentando la inmigración ilegal”. La abundante demanda de inmigrantes, subraya la experta, da lugar a una economía ineficaz. “Se pueden fijar cuotas, poner límites, alambres de espino, pero los inmigrantes seguirán viniendo porque aquí hay trabajo y los están esperando”.

Actualmente, los inmigrantes trabajadores generan el 7,56 % del PIB de Rusia (lo que equivale a 8,25 billones de rublos). Además, próximamente Rusia tendrá que hacer frente a las consecuencias de la crisis demográfica de los años 90, cuando la población se redujo a un ritmo de un millón de personas al año. Se prevé que para 2050 la falta de mano de obra se situará en 10 millones de personas, lo que ratifica la necesidad de contar con inmigrantes para mantener el crecimiento de la economía rusa.

La política de inmigración se debe reorientar. Según los expertos el sector empresarial ruso debe trabajar en ‘blanco’ y la condición legal de los inmigrantes se debe regularizar.

Hace unos días, el Servicio Federal de Inmigración envió a la Duma del Estado (el parlamento ruso) un proyecto de ley que propone sustituir las cuotas de acogida de trabajadores extranjeros por unos límites específicos para cada sector de la economía. La anulación de estas cuotas, si el proyecto de ley finalmente se aprueba, permitirá reducir las barreras administrativas y acabar con prácticas delictivas como las de los intermediarios que tramitan los permisos de trabajo de los inmigrantes a cambio de sobornos.

De este modo, si se limita el número de trabajadores inmigrantes, por ejemplo, al 30 % en el sector de la construcción, de cada 100 puestos de trabajo el empresario podrá contratar a 30 extranjeros. Aunque no queda claro cómo se van a calcular estos límites.

En palabras de la directora del Instituto de políticas de inmigración, Olga Gúlina, solo hay dos formas de luchar contra la inmigración irregular: la legalización y la deportación. Gúlina señala que en Europa hace tiempo que se tomó conciencia del gasto excesivo que supone la deportación.

Precisamente por eso, una de las formas de cambiar la situación actual podría ser la aplicación de una ‘amnistía de inmigración’, para la que se tendrá en cuenta la experiencia de los EE UU, Grecia, Italia, Francia y Australia, donde ya se han aplicado medidas similares.

Por ‘amnistía de inmigración’ se entiende una legalización masiva de inmigrantes para la que estos deben cumplir una serie de condiciones: disponer de un contrato de trabajo, inscribirse en la agencia tributaria y recibir un número de identificación fiscal. Por su parte, los empresarios deben sufragar los gastos de la póliza de inmigración de su trabajador. Esta póliza cubrirá el seguro médico, un seguro de daños a terceros y los gastos de deportación en caso de que el inmigrante infrinja la ley.

La ‘amnistía de inmigración’ beneficiará a los propios empresarios, puesto que ya no tendrán que pagar a los intermediarios, lo que anulará el componente delictivo. Asimismo, los inmigrantes comenzarán a pagar impuestos que se sumarán a los presupuestos del Estado. Aparte de todo lo anterior, los expertos señalan que los inmigrantes también mejorarán su estatus social, y esto derivará en una disminución del número de infracciones y delitos. 

Artículo realizado con información de Kommersant y Moskovski Komsomólets.

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