El grave problema de la violencia de género en Rusia

El país muestra unas preocupantes estadísticas y no hay una ley específica que lo regule. Fuente: Alamy / Legion Media

El país muestra unas preocupantes estadísticas y no hay una ley específica que lo regule. Fuente: Alamy / Legion Media

Lamentablemente, los casos de violencia contra las mujeres son tan frecuentes en muchas partes del mundo que raramente atraen la atención, y Rusia no es una excepción. Las cifras de violencia doméstica son aterradoras y, por desgracia, sobre la mayoría de los casos de mujeres maltratadas por sus parejas o parientes simplemente se corre un tupido velo y caen en el olvido.

Según un estudio publicado por RIA Novosti y la web de información del Centro Nacional para la Prevención de la Violencia (ANNA), anualmente unas 36.000 mujeres son víctimas de violencia doméstica en Rusia. Es más, 12.000 mujeres mueren anualmente por esta causa, lo que significa una mujer cada 40 minutos. Es de señalar que en un 97% de los casos las víctimas no denuncian y en un 60-70% de los casos no buscan ningún tipo de ayuda.

¿Cuál puede ser la razón por la que las víctimas de violencia doméstica prefieren no llevar su denuncia ante el juez?

Falta de confianza en las fuerzas de seguridad

Irina Sokolova, vicepresidenta del Comité de la Duma para la Familia, Mujeres y Niños, habló sobre la ineficacia de la legislación administrativa y penal rusa concerniente al problema de la violencia doméstica. Está convencida de la necesidad de una ley específica que no solo castigue de manera adecuada a los agresores, sino que también garantice ayuda y protección real a las víctimas por parte del Estado y que ayude a prevenir incidentes similares.

Un proyecto de ley sobre "control y prevención de la violencia doméstica" podría enviarse a la Duma hacia finales de primavera. El objetivo de este documento es elaborar registros de víctimas de la violencia doméstica, además de desarrollar una red de centros especiales donde las mujeres puedan recibir ayuda.

Este tipo de leyes están vigentes en 89 países; en particular, han sido introducidas en algunos de los CEI y han mostrado su eficacia. Por ejemplo, en Moldavia, el índice de casos de violencia doméstica ha disminuido un 30% desde que se promulgó esta ley y en Ucrania, un 20%.

En Rusia se han elaborado diferentes proyectos de ley para la prevención de este tipo de violencia pero hasta la fecha no han tenido éxito. El primero se pasó a la Duma ya en 1995, pero se retiró en 1999. En 2007 se hizo otro intento, pero también fracasó.

Mientras tanto, las estadísticas oficiales muestran que los índices de violencia doméstica crecen. Por ejemplo, en 2011 en la ciudad rusa de Kaliningrado la cifra de crímenes machistas creció un 20%, un 35,8% en Cheliábinsk y un 53% en Nizhni Nóvgorod

Los que se oponen a la ley sobre "control y prevención de la violencia doméstica" señalan que en el Código Penal Ruso se incluyen todos los requisitos necesario para castigar a los agresores y citan el artículo sobre daños intencionales a la integridad física (parte 1 artículo 115), sobre palizas (parte 1 artículo 116), amenazas de muerte (parte 1 artículo 119) y tortura (artículo 117)

Pero Salia Murzabaeva, miembro del Comité de la Duma para la Protección de la Salud concluye que "normalmente la ley funciona así: si nadie muere o tiene heridas graves, es muy difícil castigar al agresor bajo la ley actual".

Los artículos 115 y 116 estipulan que solo se iniciarán procedimientos penales a petición de la parte agredida y que las fuerzas del orden no están obligadas a intervenir. Esto significa que toda la responsabilidad de recopilar las pruebas de la culpabilidad del agresor y conseguir declaraciones de testigos recae sobre la víctima. Es posible contratar los servicios de un abogado, pero son caros y no todo el mundo puede permitírselo.

Además, el castigo por la violación de estos artículos es bastante suave: un agresor puede ser condenado a tres o cuatro meses de prisión y después volver a casa y continuar con la violencia física. Los artículos 117 y 119 que se refieren a crímenes más graves solo se pueden aplicar tras un peligro real de muerte o heridas graves, lo que es bastante difícil de probar.

Además del caos legal en este asunto, la policía se muestra reluctante a tratar casos de violencia doméstica. Su actitud se basa en experiencias previas: hay numerosos casos en los que las víctimas retiran las denuncias al día siguiente por motivos sentimentales.

El papel de la mentalidad tradicional rusa

Por tanto, el aspecto psicológico es, con toda probabilidad, más importante que el legal. ¿Por qué perdonan las víctimas este comportamiento de sus parejas? ¿Por qué guardan silencio?

El problema de la violencia doméstica, en particular, el problema de la violencia machista, ocupa un lugar destacado en la agenda política de numerosos países. Pero en Rusia la situación es especialmente grave. Por ejemplo, en España, según las estadísticas, 400 mujeres han muerto en cinco años a manos de sus parejas. En Rusia, esta cifra asciende a 12.000 mujeres solo en un año.

Algunos psicólogos y sociólogos afirman que, en parte, hay que buscar la razón en la mentalidad rusa, la costumbre centenaria de aceptar que la familia es una institución patriarcal donde la mujer no debe expresar su opinión, incluso si se siente oprimida por su marido.

La paciencia es considerada la principal virtud de una mujer, y reclamar derechos estaba condenado como una rebelión que debía ser castigada. Los cimientos de este modelo familiar están, supuestamente, en el Domostroi, un libro publicado en el siglo XVI que se considera la Biblia de las relaciones familiares rusas.

Aunque los tiempos han cambiado y las mujeres no son ya tan dependientes de sus maridos, muchas de ellas aún están apegadas a esta idea.

Por otra parte, los medios de comunicación demasiado a menudo alimentan la creencia de la culpa de las mujeres en la violencia que reciben. Se culpa a las mujeres de provocar a los hombres para que las "acosen" y muchas de ellas terminan creyendo sinceramente que es culpa suya; por tanto, guardan silencio sobre las horribles situaciones que sufren y guardan los sentimientos de culpa y miedo durante años.

Una famosa escritora, psicoanalista y activista pro derechos de las mujeres, María Arbátova, considera que una de las razones para las altas tasas de violencia machista es la tolerancia que la sociedad muestra ante este fenómeno.

"Hay un dicho popular en Rusia 'si te pega es que te quiere', y esta idea todavía está viva en el subconsciente colectivo ruso", afirma Arbatóva. "Por tanto, si los vecinos o amigos saben que un marido pega a su mujer, probablemente no llamarán a la policía porque es un asunto personal. Si a alguien le pegan en la calle, la gente intervendrá, pero no cuando ocurre en el seno de la familia".

Los miembros más conservadores de la sociedad afirman que es eso lo que pasa con muchas de las normas comúnmente aceptadas: el concepto de Domostroi, la guía centenaria para las relaciones familiares en Rusia, se ha distorsionado.

Como afirmó Tatiana Chernikova, catedrática de Historia Rusa en la MGIMO (Instituto Estatal de Moscú de Relaciones Internacionales), en una entrevista para la revista religiosa Foma, los pilares del Domostroi son la conservación de los valores tradicionales, con el marido como cabeza de familia, guiando y protegiendo a su mujer, y en absoluto ejerciendo la violencia por norma en la familia.

Probablemente, el fanatismo y la distorsión de los valores son un factor importante en la actual situación de la violencia doméstica en el país. Esperemos que, además de preservar sus tradiciones culturales, la sociedad rusa pueda madurar lo suficiente como para asumir la necesidad de cambiar algunos de sus dogmas obsoletos.

Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies