Cómo afectará a Rusia la elección del Papa Francisco

El papa Francisco es el primer latinoamericano al frente de la Iglesia Católica. Fuente: Reuters/Vostock Photo.

El papa Francisco es el primer latinoamericano al frente de la Iglesia Católica. Fuente: Reuters/Vostock Photo.

La elección de Jorge Mario Bergoglio ha supuesto una novedad en muchos aspectos. Es el primer papa latinoamericano y el primer papa jesuita. Hasta ahora ha mantenido buenas relaciones con la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ya le ha dado la bienvenida.

La elección de Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa de la Iglesia Católica tendrá influencias más que significativas en el panorama de las relaciones internacionales. 

Más allá de la influencia personal y espiritual del primer papa latinoamericano, el papa Francisco es un jesuita preparado y la cabeza de lanza de una forma distinta de entender la misión eclesiástica. 

Poco después de su elección, Franciso se dirigía a los fieles con un chiste (algo que hubiera sido impensable en el carácter de su predecesor, Benedicto XVI) y les pidió su bendición. Las cosas, o eso parece, van a ser distintas con él.

Conocido por su carácter ecuménico, aún está por ver a quién seleccionará como Secretario de Estado del Vaticano (primer ministro del microestado católico).

Pero está claro que Bergoglio no sólo es un líder espiritual. Es también un jefe de Estado y su personalidad marcará el desarrollo de las relaciones internacionales de un país de menos de mil habitantes pero que rige los destinos de los casi 1.200 millones de católicos.

Telegrama de Putin

Uno de los países a los que, sin duda, prestará especial atenció el nuevo papa será Rusia. Tras su elección, el presidente Vladímir Putin envió un telegrama desde Moscú diciendo: "Estoy convencido de que la cooperación constructiva entre Rusia y el Vaticano seguirá desarrollándose exitosamente sobre la base de los valores cristianos que nos unen".

Los vínculos entre la Santa Sede y Moscú han revestido especial interés desde hace muchas décadas. Durante la Guerra Fría, la lucha contra el comunismo de la antigua Unión Soviética fue uno de los principales pilares de la política de Juan Pablo II. Ahora, las cosas han cambiado, y entre ambos países hay un clima de acercamiento.

Rusia y la Santa Sede tienen nexos diplomáticos plenos, sí. Pero desde hace apenas cuatro años. En el año 2009 se consolidaron las relaciones. En 1990 hubo un primer amago de relaciones entre ambos estados, aunque los primeros representantes permanentes no se enviarían hasta 1992.

Intercedió ante Kirchner en favor de la Iglesia Ortodoxa Rusa

El acercamiento a Moscú fue uno de los pilares de la política exterior del papa emérito Joseph Ratzinger. Esta aproximación fue consecuencia de las buenas relaciones existentes entre Benedicto XVI y el Patriarca Ortodoxo Ruso Cirilo I, quien, tras la renuncia del Papa Emérito, dijo: “nuestras Iglesias tienen la gran responsabilidad de testimoniar al mundo a Cristo crucificado y resucitado”.

Ayer mismo, tras la elección de Bergoglio, el Patriarcado de Moscú de manos del metropolita Hilarión, su jefe del departamento de Relaciones Exteriores,dijo: "Esperamos que las relaciones entre nuestras iglesias se fortalezcan. El papa Francisco en más de una ocasión ha expresado su profunda simpatía con la Iglesia Ortodoxa Rusa y su deseo de entablar estrechos contactos".

Y es que, en su antigua archidiocésis de Buenos Aires, el hoy papa visito en más de una ocasión la Catedral Ortodoxa e incluso llegó a interceder ante el gobierno de Néstor Kirchner cuando la Iglesia Rusa tuvo problemas en el país.

Hilarión llegó ayer a apuntar a una reunión entre el nuevo Papa y Cirilo I en algún punto fuera de Rusia.

Jesuitas en Rusia

La elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa ha resultado sorprendente, y así ha sido por muchos motivos. Por ser el primer papa de la historia nacido fuera de Europa. Por ser el primer papa latinoamericano. Por ser el primer papa que se impone el nombre de Francisco. Pero sobre todo, por ser el primer papa jesuita.

Los jesuitas han sido históricamente una institución poderosa, influyente dentro de la Iglesia. Su infuencia a nivel educativo a nivel mundial y su manera distinta de abordar la labor católica han sido determinantes en el mundo moderno. 

Aún está por ver si la pertenencia de Francisco a la Compañía de Jesús tendrá influencia en su forma de abordar la política internacional. Sin embargo, los jesuitas en Rusia siempre han ocupado un lugar importante.

Cuando el Papa Clemente XIV disolvió bajo presiones, en pleno siglo XVIII, la Compañía de Jesús, la Emperatriz Catalina la Grande fue una de las dos monarcas europeas (el otro fue Federico II de Prusia) que se negó a expulsarlos, y ubicó en su corte a parte de la intelectualidad jesuita.

Tras largas décadas de exilio bajo el mandato comunista, durante el cuál estuvo prohibida la Compañía de Jesús, los Jesuitas volvieron a operar en Rusia tras una sentencia del Tribunal Constitucional que llegó apenas en el año 1992, hace 21 años.

Sin embargo, su inscripción en el registro de asociaciones religiosas fue prohibida en 1999 por el ministerio de Justicia ruso.

Ante todo este panorama, es posible que el papa Francisco se plantee de una manera distina las relaciones con Rusia. Aunque eso, como no, también es todavía una mera especulación.

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