“El activismo por los derechos humanos no tiene fronteras”

Fuente: Reuters

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Liudmila Alexéieva es una veterana defensora de los derechos humanos. Esta año vuelve al Consejo presidencial para el desarrrolo de la sociedad civil y los derechos humanos, que abandonó en 2012. La fundadora del Moscow Helsinki Group ha hablado con RBTH sobre la situación social en Rusia.

Liudmila Alexéieva nació en 1927 en Yevpatoria, URSS. En 1966 habló contra los juicios a los prisioneros políticos por lo que perdió su trabajo y se le expulsó del PCUS. Fue una de las fundadores del Moscow Helsinki Group en 1976. Emigró a EE UU en 1977 y no volvió a Rusia hasta 1993. Ha escrito varios libros sobre derechos humanos en Rusia. Ha recibido numerosos premios: la Legión de Honor francesa (2007), la Orden del Mérito de la República Federal Alemana (2009) y el Premio Andréi Sájarov (2009).

Usted está preocupada por la ley del 2012 sobre agentes extranjeros... 

Sí, esta ley es un completo sinsentido, ya que no se puede definir con claridad qué es la "actividad política". Cualquier organización que reciba dinero del extranjero se convierte en un posible "agente". No importa lo que se clarifique esa definición, porque al final se puede aplicar casi a cualquiera.

Entonces, ¿qué es lo que propone?

Si queremos solucionar este problema, tenemos que mirar a las fuentes internas de financiación. El Gobierno no puede financiar a todas las organizaciones sin ánimo de lucro. Esto no es correcto porque no somos gubernamentales pero sí sociales, y hay miles como nosotros. Se debe de hacer algo. Putin tienen que apelar a los negocios en nuestro nombre. Hay mucha gente rica dispuesta a ayudarnos, pero tienen miedo de poner en riesgo sus negocios.

En Rusia hay una opinión estereotipada según la cual las organizaciones de derechos humanos son simplemente estructuras formales que son incapaces de influir seriamente en las decisiones del la Duma. ¿Está de acuerdo con esto?

Desafortunadamente, el gobierno no presta mucha atención a los activistas de derechos humanos. El activismo nació en Rusia a mediados de los años 60. Tenemos experiencia y hay muchos profesionales, entre los que me encuentro yo misma. He estado haciendo esto durante 50 años y tengo 87, ¡sería idiota si no hubiese aprendido cómo hacerlo! De modo que no diría que no tenemos ninguna influencia. Al final se nos tiene en cuenta.

A usted le escuchan políticos rusos y extranjeros. Recientemente se ha reunido con la subsecretaria de Estado de EE UU, Victoria Nuland. Algunas personas desconfían de estos encuentros y piden que se informe de ellos al gobierno...

A los periodistas, a los corresponsales, a la administración presidencial o a Nuland, les digo lo mismo, lo que pienso. El activismo por los derechos no tiene fronteras. Me llamaron de la embajada de EE UU y me dijeron que Nuland se quería reunir conmigo. Honestamente, no sé por qué vino. "Esta ley sobre agentes extranjeros es bastante decepcionante, ¿no crees?", dijo. "Claro que lo es", dije yo, "y qué absurda". "¿Qué crees, debería hablar de ello o si lo hago dañaré a estas organizaciones?", me preguntó. "Es mejor no hablar. Solamente les harás daño si lo heces". Me limité a responder a sus preguntas y no para que nos protegiera. Nos las arreglaremos para tratar con las autoridades por nuestra cuenta.

Viviste 16 años en EE UU y eres ciudadana estadounidense. ¿Por qué volviste a Rusia?

La nueva normativa sobre ONG aprobada por la Duma el pasado 19 de mayo, prohíbe todo tipo de operaciones financieras con las ONG declaradas "indeseables", que tendrán que poner fin a sus actividades en el territorio de la Federación de Rusia, y contempla multa para los ciudadanos que colaboren con ellas. Permite declarar "indeseables" a las ONG que representen una "amenaza para las bases del orden constitucional de Rusia, su capacidad defensiva y seguridad".

Cuando en Rusia me amenazaron con detener a mi hijo y a mi marido, que no eran activistas, me vi forzada a salir y fui a los EE UU. Volví a mediados de los años 90, cuando permitieron volver a muchos pero no a mí, que seguía todavía en una lista negra de la KGB. No escondo que tengo ciudadanía estadounidense. Algunos dicen que debo renunciar a ella. No volveré nunca más allí, pero ese país fue muy bueno conmigo. Pude vivir una vida normal en un tiempo en el que en mi país habría estado en prisión. Volví porque Rusia es mi país y quiero vivir en mi país.

La investigación sobre el asesinato del opositor Borís Nemtsov lleva tres meses. Desde el principio dudaba de que la policía fuera a encontrar a la persona que ordenó el asesinato. ¿Ha cambiado su opinión al respecto?

Bueno, desde que no han podido interrogar a Ruslán Guereméiev, que, según parece es el mediador entre los que llevaron a cabo el asesinato y lo ordenaron... Guereméiev está en Chechenia y no está accesible a la investigación.

Según las fuentes de algunos medios, se interrogó a Guereméiev, pero solamente como testigo y luego abandonó Rusia.

Es obvio que todo este asunto es muy oscuro. Parece que todo se limitará a los que perpetraron el crimen y no a los que lo ordenaron, especialmente después de que sustituyeran al investigador jefe del caso. El anterior, Ígor Krasnov, demostró con su experiencia previa que sabe cómo trabajar y que no le influyen las consideraciones políticas. Le sustituyó Nikolái Tutevich, que es más obediente con las autoridades. Me parece una mala señal.

¿Por qué cree que es más obediente?

Porque el caso que investigó en 2008 no arrojó ningún resultado, mientras que se sabe que el primer investigador es muy eficiente.

En 2016 habrá elecciones a la Duma y la oposición "antisistema" ha anunciado que participará. De hecho se han unido con esta propósito. ¿Cómo evalúa sus posibilidades?

El intento por unirse en un gran avance. No había ocurrido antes. Todo el mundo dirá que "no pueden hacer nada, que es una lucha de vanidades". No creo que sea exactamente así. No es una cuestión de vanidad, simplemente es que nuestra sociedad carece de cultura política, y es obvio por qué. Durante mucho tiempo en nuestro país no era posible que hubiese una lucha política.

¿A qué se refiere con cultura política?

Unos de sus elementos más importantes es la capacidad de llegar a acuerdos con personas que no comparten tu punto de vista. Pero aquí es, o todo o nada.

¿Es la falta de cultura política el principal problema de la oposición?

No, el principal problema es que en las condiciones actuales no puede operar. Sus líderes no salen en la televisión y en nuestra vida moderna si alguien no sale en la TV es como si no existiera en absoluto. Además, el gobierno está considerando cambiar la fecha de las elecciones a la Duma de 2016, pasarlas de diciembre a septiembre. Está claro por qué en septiembre, para que la campaña sea en el verano, cuando no hay nadie y así la participación sea baja.

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