Se esperan duras penas para los detenidos por colocar una bandera ucraniana en un rascacielos de Moscú

El acto tuvo lugar la semana pasada y se enfrentan a una condena que podría alcanzar los siete años de prisión. Fuente: ITAR-TASS

El acto tuvo lugar la semana pasada y se enfrentan a una condena que podría alcanzar los siete años de prisión. Fuente: ITAR-TASS

Se trata de cuatro jóvenes arrestados poco después del suceso. Al principio se les acusó de realizar actos de de vandalismo, con una pena máxima de tres años. Posteriormente, fueron sustituidos por cargos de gamberrismo, cuya pena máxima es de siete años de cárcel. En estos momentos se encuentran bajo arresto domiciliario.

La semana pasada, la mañana del miércoles 20 de agosto, todos los que tuvieron la ocasión de observar la aguja del rascacielos de la calle Kotelnicheskaya Náberezhnaya, uno de los siete rascacielos construidos por Stalin, se quedaron perplejos: alguien había pintado la parte superior de la estrella que corona el edificio de color azul y, dado que la estrella es amarilla, acabó luciendo los colores de la bandera ucraniana.

Además, los autores lograron colocar una bandera de Ucrania a la punta de la estrella. Evidentemente, el edificio no permaneció demasiado tiempo en este estado. Inmediatamente, un equipo de mantenimiento retiró la bandera y volvió a pintar la estrella de color amarillo.

Además, dos horas después de lo sucedido la policía abrió una investigación y acusó a los autores de vandalismo por haber provocado daños en el edificio. La pena máxima por este tipo de infracción es de tres años de cárcel. Los sospechosos fueron hallados muy rápidamente. Cuatro jóvenes, entre ellos dos mujeres, saltaron en paracaídas y fueron arrestados inmediatamente. Los cuatro detenidos son roofers profesionales, es decir, personas que se dedican a escalar edificios en distintas ciudades del mundo, además de aficionados a otros deportes extremos, como el salto BASE, que consiste en saltar desde un objeto fijo con la ayuda de un paracaídas especial. Todo esto hizo muy fácil identificarlos por sus cuentas en las redes sociales. Todos ellos tenían cargos leves por distintas infracciones relacionadas con este tipo de aficiones.

El día siguiente a su detención, los cargos de vandalismo de los que se les acusa fueron sustituidos por cargos de gamberrismo, cuya pena máxima no es ya de tres años, sino de siete años de cárcel. Este endurecimiento de la causa penal fue iniciativa de la Fiscalía General de Rusia. El 21 de agosto, el tribunal Taganski de Moscú reconoció a los cuatro acusados y les impuso un arresto domiciliario hasta que dé comienzo el proceso judicial. La investigación ha solicitado unas medidas de represión más duras, como la detención bajo fianza.

Los jóvenes han negado su culpabilidad. Uno de los detenidos, Alexander Pogrebov, que se dirigió a la prensa el 21 de agosto antes de la vista en el tribunal del distrito Taganski, ha declarado que se trata de una coincidencia.

Fuente: wikipedia

Según su versión de los hechos, él y sus amigos, todos ellos deportistas y profesionales del paracaidismo, se lanzaron desde la azotea del edificio, y no desde la aguja (que se encuentra mucho más arriba), y llegaron a ella subiendo en ascensor hasta el último piso. Además, asegura no tener la menor idea sobre quién pintó la estrella y colgó la bandera ucraniana.

Tras saltar del edificio, los cuatro jóvenes comenzaron a fotografiarse en la calle y fue entonces cuando los detuvo la policía. Pogrebov ha declarado que si él y sus amigos fueran los autores de los hechos, no habrían actuado de este modo y habrían intentado ocultarse rápidamente. 

Vandalismo o gamberrismo

Sean o no culpables de pintar la estrella, esto es algo que decidirá el tribunal, pero ahora la sociedad ha comenzado a debatir la cuestión de los cargos que se les imponen. La acusación de uno de los cuatro, Alexéi Shirokozhujov (publicada en una fotografía en el Twitter de su abogado, Serguéi Badamshin), contiene la siguiente frase “(los acusados) provocaron daños en el edificio… alteraron gravemente el orden público demostrando una clara falta de respeto a la sociedad motivada por un odio político e ideológico”. Este tipo de acciones se suelen clasificar como actos de vandalismo o de gamberrismo indistintamente.

“Hasta la investigación se ha quedado sin palabras”, reza el mensaje de Badamshin en Twitter. Muchos usuarios de las redes sociales se han mostrado indignados por el hecho de que se considere “odio político e ideológico” el simple acto de pintar una parte de la estrella amarilla de color azul, como si el hecho de utilizar los colores de la bandera de Ucrania sea en sí una razón para abrir una causa penal contra alguien.

RBTH ha hablado con el abogado Evgueni Chernoúsov, antiguo empleado de los organismos de la ley, que asegura que es perfectamente probable que el tribunal emita la sentencia más severa de todas.

Chernoúsov considera que en el caso de que se reconozca culpables a los acusados, la sentencia estará perfectamente justificada: “Si se encuentran pruebas fehacientes, como conversaciones telefónicas sobre la preparación de los hechos, y los acusados no se arrepienten oficialmente de ellos, es perfectamente posible que se emita una sentencia que contemple la pena de cárcel”. Chernoúsov opina que los culpables de un delito como este deberían ser condenados: “La gente en Moscú no aprueba este tipo de acciones, sobre todo en un momento de tensión política como este. Los culpables deben recibir un castigo justo”.

Lev Ponomariov, activista y director del movimiento “En defensa de los derechos humanos”, asegura que en el proceso existe un fuerte componente político y que las tensas relaciones entre Rusia y Ucrania influirán en el futuro de unas personas a las que únicamente se acusa de pintar una estrella de un rascacielos estalinista.

“En mi opinión, estos hechos podrían contemplarse como una falta administrativa para que los culpables paguen una multa y nada más”, - comenta Ponomariov a RBTH – Es algo positivo que hayan dictado contra ellos un arresto domiciliario y no la reclusión en una celda de aislamiento, porque, según mis propias observaciones, si un acusado entra en prisión antes del juicio, por lo general suele volver después de este, es una especie de señal para los jueces”.

A la pregunta sobre cuál es la probabilidad de que los jóvenes sean condenados a una pena de larga duración, Ponomariov respondía: “Espero que no les impongan una pena demasiado larga, aunque estoy seguro de que serán condenados a prisión debido a la situación política”.

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