Enfrentamiento territorial entre Chechenia e Ingushetia

Fuente: Ricardo Marquina

Fuente: Ricardo Marquina

Las tensiones entre chechenos e ingushes por la delimitación territorial se han repetido en numerosas ocasiones. La más reciente ha sido recientemente, el mes pasado.

A finales de abril, 300 efectivos de las fuerzas especiales y varios vehículos de combate entraron en Arshti, pueblo de Ingushetia, vecina de Chechenia. Según las autoridades de Grozni, con la intención de realizar una operación de captura del líder islamista checheno Doku Umárov. 


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Los agentes llegaron a la localidad ingush con varios altos cargos chechenos, entre ellos el viceministro del Interior, el gobernador del distrito Sunzhenski de Chechenia y algunos diputados a la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso). 

Sin embargo, las autoridades ingushes aseguran que el objetivo de los chechenos era organizar un mitin y convencer a sus habitantes para que voten sobre el traspaso de su aldea a Chechenia. 

Arshti es uno de los símbolos de la vieja disputa de fronteras checheno-ingush. El pueblo pertenece al fronterizo distrito histórico de Sunzhenski, que se sitúa a ambos lados de la frontera siendo disputado desde hace tiempo por las dos repúblicas norcaucásicas. Pero la situación de los vecinos de Arshti se complica debido a la ausencia de una buena comunicación terrestre con el resto de Ingushetia, de la cual forma parte oficialmente.

Al día siguiente, se reunió el Consejo de Seguridad de Ingushetia e informó que en la confrontación entre  policías locales y militares chechenos se saldó con seis heridos entre los agentes ingush, dos de los cuales fueron hospitalizados. 

Los chechenos, a su vez, afirman que tuvieron que suspender el operativo a raíz de la intervención de la policía de Arshti ya que se perdió el efecto sorpresa. Según los testimonios de blogueros que dicen haber hablado con los aldeanos, los funcionarios chechenos dijeron a los habitantes de Arshti que el objetivo de su visita a la localidad era hablar con gente sobre la frontera administrativa entre las vecinas repúblicas norcaucásicas. 

Ahora le toca verificar lo que pasó al representante del presidente en el Distrito Federal del Cáucaso del Norte, Alexander Jloponin. 

El Congreso del Pueblo Ingush, celebrado el pasado 20 de abril, recomendó al Parlamento de la república renunciar a la elección directa de su presidente.

No es casualidad que la confrontación tuviera lugar en Arshti. El pueblo se encuentra ubicado en una zona montañosa muy mal comunicada y los aldeanos muchas veces tienen que ir a los pueblos de alrededor, dando un rodeo por el territorio checheno. 

Y, al revés, los chechenos tienen mucha facilidad para ir a Arshti desde Bamut. Esta población de 6.000 habitantes, situada a unos 50 kilómetros al oeste de Grozni (la capital chechena) junto a la frontera administrativa de Ingushetia, fue escenario de cruentos combates durante la guerra entre 1994 a 1996. Para recuperarse entre las batallas, los chechenos se retiraban a Arshti. 

Durante el conflicto armado Arshti sufrió ataques y bombardeos en más de una ocasión. En febrero de 2010, Arshti se convirtió en el centro de un escándalo cuando durante un operativo antiterrorista murieron cuatro civiles, según datos oficiales, que decían que otros 18 abatidos eran integrantes de un grupo subversivo.

Las estadísticas revelan que el 91% de los 2.000 habitantes de Arshti son chechenos. Pero si atendemos a los factores étnicos, en este pueblo, al igual que en sus alrededores, vive un grupo subétnico que a lo largo de la historia se ha venido diferenciando tanto de los chechenos, como de los ingush. 

Desde el punto de vista meramente geográfico, la zona está más cerca de los centros municipales chechenos y mejor comunicada con ellos. Pero cuando éstos, considerando el territorio de Arshti como propio, irrumpían llegaban hasta las casas de los vecinos, éstos no se mostraban muy solidarios ni contentos. 

En marzo los parlamentarios chechenos volvieron a plantear la cuestión sobre la transferencia de Arshti a Chechenia. Unos días más tarde el actual líder ingush, Yunus-Bek Yevkúrov acudió al pueblo perdido en las montañas para prometer subvenciones. Los habitantes de las aldeas de alrededor aconsejan a los de Arshti aprovechar la situación y conseguir la financiación doble, al menos hasta que todo se aclare. 

En realidad hay decenas de pueblos que Grozni reclama a Ingushetia. No fue casual, por lo visto, que el Congreso del Pueblo Ingush se celebrara en uno de ellos, Nesterovskaya. 

Las recomendaciones de este no son vinculantes, y se suelen convocar cuando el gobierno necesita apoyo. El 8 de septiembre, Ingushetia celebra las elecciones a la presidencia de la república, en las que Yevkúrov no tiene muchas posibilidades. 

La primera cuestión de la agenda del congreso fue el tema territorial. Pero sólo porque, para la suerte del presidente ingush, en vísperas se produjo el incidente que volvió a sacar a la luz el problema, que no es precisamente de fronteras. En la reunión de abril del Consejo se decidió que no habría elecciones directas al presidente y que sería el parlamento el que elija el líder de la república. 

Por su parte, en Chechenia gobierna Ramzán Kadírov. Mantiene el apoyo del Kremlin y parece poco probable que pierda su poder a corto plazo. Su estrategia política consiste en ampliar su influencia en la región. Y Yevkúrov es un blanco ideal, ya que sus posición se ve debilitada por la pérdida de popularidad y la desconfianza del Kremlin.

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