El suicidio de un opositor ruso en Holanda desata la polémica

Dolmátov decidió abandonar Rusia y dirigirse a las autoridades holandesas en busca de asilo político. Fuente: vk.com

Dolmátov decidió abandonar Rusia y dirigirse a las autoridades holandesas en busca de asilo político. Fuente: vk.com

Uno de los implicados en el caso sobre los disturbios en la plaza Bolótnaya de Moscú, Alexánder Dolmátov, se suicidó el pasado día 17 en un centro de refugiados en Holanda. La víspera, las autoridades holandesas le habían negado el asilo político y comenzaban a preparar su repatriación a Rusia, donde le esperaba un procesamiento penal. La oposición rusa ya ha acusado a Ámsterdam de su muerte y ha levantado protestas en la embajada de Holanda en Moscú. El país europeo, por su parte, niega la relación entre el suicidio y el rechazo a ofrecerle asilo político. Por su parte, un periodista ruso dio a conocer la carta que Dolmátov escribió para su madre antes de morir.

La noticia sobre la muerte en Holanda de Dolmátov, miembro del partido no registrado Otra Rusia, llegó a Rusia de la mano del director de la red internacional para refugiados United, Girt Eyts.

Según informan los medios de comunicación, Eyts llamó a Evgueni Arjipov, director de la Asociación de Abogados por los Derechos Humanos de Rusia y le informó que el miembro de la oposición, que había solicitado en verano asilo político en Holanda, había acabado con su vida en un centro para refugiados de Rotterdam. 

"Ignoro hasta el momento la razón del suicidio y otros detalles", declaraba Arjipov.

Dolmátov, ingeniero en una empresa del departamento ruso de Defensa, abandonó el país en julio de 2012. Había participado en la "Marcha de los millones" del 6 de mayo,  una manifestación organizada por la oposición la víspera de la investidura del presidente Vladímir Putin. La marcha terminó con enfrentamientos con la policía. El comité de investigación calificó lo sucedido de disturbios masivos.

Según comunicó al periódico Kommersant Alexánder Averin, secretario de prensa de Otra Rusia, "el propio Dolmátov había declarado que en la plaza Bolótnaya no se había contenido y había empleado activamente la fuerza intentando ofrecer resistencia a la policía". Después de que registraran su casa, Dolmátov decidió abandonar Rusia y dirigirse a las autoridades holandesas en busca de asilo político. 

El departamento de inmigración y naturalización del Ministerio de Justicia de Holanda se ha negado a informar las causas de la denegación de asilo a Dolmátov. No obstante, una fuente holandesa de una organización que se encarga de los refugiados declaró a Gazeta.ru que el procedimiento de concesión del estatus de refugiado para rusos se ha vuelto muy complejo últimamente.

"Aquí (en Holanda) se considera que Rusia avanza hacia la democracia porque en el país existe una oposición, hay coaliciones, etc... Hay otra razón: el partido del poder es de derechas y está claramente en contra de los inmigrantes, entre ellos los refugiados", subrayaba esta fuente.

Después de que le negaran el estatus de refugiado político, Dolmátov fue enviado a una cárcel para inmigrantes. "Las condiciones allí son bastante buenas, pero no existe prácticamente ningún vínculo con el mundo exterior. Últimamente los suicidios se han vuelto más frecuentes allí, aunque tampoco hay muchos casos", añadía la fuente de Gazeta.ru.

Otros solicitantes de asilo político

Dolmátov no era el único miembro de la oposición que había abandonado Rusia debido a la investigación del "caso Bolótnaya". El filólogo y activista gay Alexéi Kiseliov solicitó asilo político en España, la activista del movimiento 'Solidarnost', Anastasia Ribachenko pidió ayuda a Estonia, y su compañero de movimiento Mijaíl Maglov se dirigió al Comisariado Superior de la ONU de refugiados en Kiev. Además, otros dos activistas de Otra Rusia, Jenny Curpen y Aleséi Deviatkin, huyeron a Ucrania. 

Se sabe que Dolmátov había llegado a solicitar una apelación y que en los próximos días debía celebrarse una vista para estudiarla.

Según informa al medio Gazeta.ru Denís Solopov, amigo de Dolmátov que había recibido asilo político en Holanda, la madre del opositor no logró contactar con su hijo los últimos días.

“Ayer por la tarde me mandó un SMS desde un número desconocido y me informó de que se encontraba en una cárcel para deportaciones en el aeropuerto de Rotterdam, y poco después se anunció que Aleksander se había suicidado", cuenta Solopov.

El amigo del opositor también asegura que las autoridades holandesas se habían interesado presuntamente por los conocimientos de Dolmátov en materia de tecnologías militares rusas.

"Él se había quejado de que en su entrevista, los funcionarios y policías le habían preguntado excesivamente sobre cuestiones de su trabajo. Alexánder decía que no había contado nada... Pero de todos modos temía por su deportación, ya que estaba seguro de que el FSB (antiguo KGB) no le creería y le consideraría un traidor”, declaró Solopov. Según informa Gazeta.Ru, Dolmátov tenía acceso a secretos de estado de tercer nivel, uno de los más bajos.

Según supieron los abogados y conocidos, Dolmátov estaba deprimido y había intentado suicidarse como mínimo en dos ocasiones durante los últimos cinco días.

“Lograron evitarlo y después de esto estaban obligados a darle un régimen especial”,  declaraba Eyts a Kommersant. “Pero en lugar de esto lo llevaron a la cárcel, un lugar en el que nadie se preocupaba por el estado en el que se encontrara", declaró.

La reacción a lo sucedido fue inmediata. En la página web de la Asociación de Abogados por los Derechos Humanos de Rusia ya se ha publicado una declaración en la que se indica que “toda la responsabilidad por lo sucedido recae sobre las autoridades rusas, que obligaron al opositor a abandonar la Federación Rusa y a solicitar asilo político, así como sobre las autoridades de Holanda, que se negaron a concederle dicho asilo”.

En la sede holandesa de Amnistía Internacional informan que están preparando una carta al gobierno local sobre la muerte del opositor cuyo objetivo no se ha desvelado por ahora.

Los compañeros de Dolmátov comenzaron el viernes 18 de enero a protestar en la embajada de Holanda en Moscú y en el consulado en San Petersburgo.

Los propios holandeses niegan que exista algún vínculo entre el suicidio de Dolmátov y el rechazo a concederle asilo político.

Según declaraba el viernes a la prensa Onno Elderenbosch, ministro plenipotenciario de la embajada de Holanda en la Federación Rusa, entre las pertenencias de Dolmátov se encontró una carta para su madre. Sin embargo, Elderenbosch se negó a desvelar más detalles  alegando que se trataba de contenido personal, informa RBC.

Sin embargo, el pasado viernes, el periodista Oleg Kashin,  dio a conocer el contenido de la carta en su cuenta de Twitter. En la misiva se podía leer: “¡Querida mamá! Me voy para no volver como un traidor y difamar a todos, a toda nuestra familia. Estas cosas pasan, sopórtalo por favor. Estoy contigo y sé que lo vas a soportar. Es la mejor opción. Di en Rusia que esto es solo un accidente. Lo que hizo que abandonara Rusia fue mi vagancia y dejadez por la que no estudié las nuevas leyes. Traicioné a un hombre honesto y la seguridad nacional. Si es posible, lleva mi cuerpo a Rusia. Rusia es más fuerte que cualquier otro país, y solo será más fuerte. Vivir en Rusia es (ilegible) mejor que en otro lugar”. 

Artículo basado en materiales de Kommersant, Gazeta.ru, Vzgliad y RBC.

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