El miércoles 10 de agosto las complicadas relaciones entre Rusia y Ucrania empeoraron todavía más: Moscú ha acusado a Kiev de preparar atentados terroristas en Crimea.
Según asegura el Servicio Federal de Seguridad (FSB por sus siglas en ruso) de la Federación Rusa, entre los componentes de los servicios especiales ucranianos había varios saboteadores. Estos se habían dividido en dos grupos y habían intentado penetrar en territorio de Crimea con dispositivos explosivos y municiones, granadas, minas y distintos tipos de armas. Los saboteadores han sido detenidos y han reconocido al Servicio Federal de Seguridad que en la península funcionaba toda una red de espionaje. En los enfrentamientos han muerto dos oficiales rusos.
Fuente: RIA Novosti
Las acciones de Ucrania son “un juego muy peligroso” y Rusia no ignorará “estas cosas”, prometía el presidente ruso Vladímir Putin, quien ha calificado las acciones del gobierno ucraniano de “práctica del terrorismo”. Putin añadía que ya no le ve el sentido al encuentro para la regulación del conflicto de Donbass en el “formato normando”, que estaba previsto para el mes de septiembre en China.
El gobierno Ucraniano niega toda relación con los terroristas capturados e insiste en que el incidente ha sido una “fantasía” y una excusa “para nuevas amenazas militares contra Ucrania”. La versión ucraniana consiste en que unos militares rusos atacaron a los empleados del servicio fronterizo del FSB de Rusia y Ucrania planea convocar una asamblea del Consejo de Seguridad de la ONU.
Mientras tanto, el FSB ha anunciado que los detenidos (ciudadanos de Rusia y Ucrania) ya han dado una confesión. Se sabe que su objetivo eran instalaciones turísticas, llevaban consigo una carga de 40 kilogramos de TNT. Los saboteadores aseguran que no pensaban detonarlos en lugares donde hubiera gente, sino que planeaban organizar una serie de explosiones en distintos puntos de la zona turística para provocar el pánico y “matar el turismo”.
Mientras uno de los grupos cruzaba la frontera entre Rusia y Ucrania en vehículos que pertenecen al ejército de Ucrania, el otro entraba en Crimea por una ruta alternativa y tenía la misión de colocar y programar el dispositivo.
La respuesta de Rusia a este incidente dependerá de Ucrania, según opinan los expertos entrevistados por RBTH. “No podemos coger y bombardear un complejo militar en Ucrania porque un grupo de espías haya intentado entrar en nuestro territorio. Esto va en contra del derecho internacional”— comenta el vicepresidente del comité del Consejo de la Federación para asuntos de defensa Franz Klintsevich. Aunque la probabilidad de que Rusia emprenda una operación de este tipo aumentará si Ucrania continúa con este tipo de provocaciones, opina el director adjunto del Instituto de Análisis Político y Militar, Aleksánder Jramchijin. Por ahora, Moscú se ha limitado a las medidas diplomáticas (ha lanzado una severa advertencia) y a tareas operativas de los servicios especiales dentro del país. Según el periódico Kommersant, en el norte de Crimea se han desplegado más tropas y medios de técnica blindada.
“Sin duda, responder a este incidente nos será muy difícil. Ningún país del mundo reconocerá haber enviado un grupo de sabotaje. Y ahora lo más importante es no dar razones para acusar a Rusia de una agresión contra Ucrania. Ni una sola bala debe dispararse hacia territorio de Ucrania” — opina el vicedecano de la facultad de Economía Mundial y Política de la Escuela Superior de Economía, Andréi Súzdaltsev.
Algunos expertos ven en lo ocurrido no solo una provocación, sino un movimiento planificado en varias direcciones de Ucrania.
“Esto no es asunto de Crimea, sino de Donbass” — opina Súzdaltsev. Crimea es un territorio aparte y es precisamente la lucha contra el este rebelde del país lo que hace a Ucrania actuar de este modo.
Kiev busca oportunidades para empeorar las relaciones con Rusia y poder negarse a cumplir el acuerdo Minsk-2 acusando a Moscú de tener pretensiones agresivas, según comparte con el periódico RBC Alexéi Chesnakov, director del Centro de Coyuntura Política. Según Súzdaltsev, el gobierno ucraniano necesita alcanzar varios éxitos antes de las elecciones, y uno de ellos podría ser la recuperación de Donbass.
No obstante, Ucrania parece haberse puesto a sí misma en una situación difícil. Al FSB no se le ha comunicado lo sucedido en Crimea hasta varios días después del incidente porque estaban recabando pruebas. Según ellos, el líder de los saboteadores es Evgueni Panov, uno de los detenidos, de 39 años y agente de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Ucrania. “Después de este incidente, nosotros tenemos dos cuerpos sin vida. A estos soldados los mataron militares ucranianos en territorio ruso. Es un asunto muy serio” — recuerda Súzdaltsev. En esta situación y con las grabaciones de las confesiones de los saboteadores, el Consejo de Seguridad de la ONU no se arriesgará a apoyar incondicionalmente a Poroshenko, según Klintsevich.
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