Rusia establecerá una base aérea en Bielorrusia

Dibujado por Niyaz Karim

Dibujado por Niyaz Karim

Moscú ha anunciado su intención de establecer una base aérea militar en el territorio de la vecina Bielorrusia. Probablemente se trate de una respuesta a los planes que tiene Estados Unidos de desplegar un escudo antimisiles en Europa.

La reciente visita a Bielorrusia del general Serguéi Shoigú, ministro de Defensa ruso, para entablar conversaciones con su homólogo, el teniente general Yuri Zhadobin, y con el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko ha levantado un gran revuelo. Rusia ha decidido establecer una base aérea militar en Bielorrusia, país al que considera amigo y aliado.

Respecto a su creación ya habían alcanzado un acuerdo los presidentes Vladímir Putin y Aleksandr Lukashenko, pero la decisión no ha trascendido hasta el viaje de Shoigú a Minsk.

Según el ministro de Defensa ruso, la primera instalación militar que se construirá en Bielorrusia será una comandancia aérea (no hay información oficial sobre en qué aeródromo estará ubicada), a la que seguirá un punto de escala para aviones de caza rusos en misión de combate (que constará al menos tres aeronaves) y, para 2015, estará desplegado ya un regimiento aéreo completo.

“En el futuro”, según ha declarado Shoigú, “esperamos poder hacer frente a la necesidad de fortalecer la capacidad de defensa de nuestros hermanos y colegas bielorrusos”. Para ello, el año que viene se entregarán a Minsk cuatro sistemas de defensa antiaérea S-300.

¿Por qué se instalará una base aérea rusa en Bielorrusia?

Hay varias razones de peso. En primer lugar, Moscú y Minsk son miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y aliados estratégicos sobre una base bilateral. Desde hace varios años, Bielorrusia y Rusia han desarrollado una fuerza combinada que incluye algunas unidades del Distrito Militar Occidental (antes de su formación, unidades del Distrito Militar de Moscú).

También existe un Comando de Defensa Aérea Conjunto, que forma parte del sistema de defensa aéreo unificado de la OTSC.

En segundo lugar, el aliado de Moscú ya acoge en su territorio dos bases militares rusas –el sistema de radares de alerta temprana “Volga” en las instalaciones de Gántsevichi, cerca de Baránovichi, y la estación de radiotransmisores de alta frecuencia “Altei”, situada en Vileika, para el establecimiento de comunicaciones con barcos en cualquier punto de las aguas internacionales. También hay unas instalaciones subterráneas de precisión temporal.

¿Es necesario añadir una base aérea? Esta es una pregunta para los presidentes y jefes militares. Es probable que la respuesta se encuentre en las acciones de la OTAN, que ha ubicado su base aérea en Šiauliai, Lituania.

En ella se encuentran, preparados en todo momento para entrar en combate, cuatro cazabombarderos F-16, capaces de arrojar bombas atómicas de caída libre B-61 estadounidenses (actualmente alojadas en seis bases aéreas de cinco estados miembro de la OTAN: Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía).

Para Rusia, las armas atómicas tácticas, utilizadas en cazabombarderos, son de importancia estratégica, dado que de Šiauliai a Minsk, Smolensk o Moscú hay 15 minutos de vuelo. ¿Es necesario proteger a un aliado de esta contingencia? Por supuesto.

No hay que olvidar los planes de Estados Unidos para alojar en Polonia instalaciones de escudos antimisiles, que causan gran preocupación en Rusia como medio de neutralización sus fuerzas de disuasión estratégica.

Washington afirma que está dispuesto a negociar con Moscú y modificar ligeramente sus planes, pero el Kremlin sostiene que los cambios propuestos “no rebajan nuestras inquietudes”. Entretanto, la base aérea en Bielorrusia probablemente actúe como una especie de escudo contra cualquier problema potencial relacionado con el Sistema de Escudo Antimisiles en Polonia.

¿Cómo puede olvidar la OTAN sus continuas guerras en suelo extranjero (Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia) durante los últimos veinte años? Incluso ahora está ayudando a la oposición siria que combate contra el gobierno legítimo del país con la colaboración de militantes de Al Qaeda.

Durante el mismo periodo, Rusia solo ha tenido que defender una vez a sus fuerzas de paz y ciudadanos. Fue en agosto de 2008, tras la agresión del ejército georgiano a Osetia del Sur. Y Rusia no fue la causante del conflicto, como reconoció más tarde la Comisión Europea.

Esta lógica de los acontecimientos es la causa principal de la desconfianza mutua a la que ahora asistimos. Por ello, Rusia adopta contramedidas.

El presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko declaró que el próximo simulacro colectivo “Oeste-2013” que realizarán conjuntamente Rusia y Bielorrusia no está dirigido contra “Polonia, los países bálticos o la OTAN en general”. Aunque estas palabras del presidente iban acompañadas de una advertencia: “Deben entender que si dan un paso contra nosotros, no nos quedaremos de brazos cruzados”.

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