El embajador Andréi Kárlov asesinado en Turquía fue enterrado con honores militares este jueves en el cementerio Jímkinskoe, en el norte de la capital rusa.
El féretro envuelto con la bandera nacional estuvo escoltado por la guardia de honor y una orquesta militar acompañó la ceremonia fúnebre.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se trasladó este jueves a la sede del Ministerio de Exteriores para participar en los funerales de Andréi Kárlov, el embajador ruso asesinado el lunes en Ankara.
El líder ruso depositó en el ataúd un ramo de rosas oscuras, dijo el último adiós al difunto y ofreció sus condolencias a los familiares.
Durante un breve rato, Putin conversó con la viuda del embajador y su hijo.
Para participar en la ceremonia fúnebre, el presidente aplazó por un día su gran rueda de prensa anual, programada inicialmente para el jueves.
La víspera, el embajador Kárlov fue condecorado póstumamente con el título de Héroe de Rusia.
El jefe del Estado, que había conocido en persona al fallecido, lo definió como un diplomático brillante y una persona culta y bondadosa.
El embajador de Rusia en Turquía Andréi Kárlov, de 62 años, recibió nueve disparos en la espalda en la noche del 19 de diciembre mientras daba un discurso en la inauguración de una exposición fotográfica en Ankara.
Las autoridades turcas identificaron al atacante como el agente policial de 22 años Mevlüt Mert Altintas, quien hirió a otras tres personas y fue abatido por fuerzas de seguridad.
Un vídeo que grabó el momento del atentado muestra a Altintas gritando "Allahu Akbar" y "No olviden Alepo, no olviden Siria".
Las autoridades rusas calificaron de atentado terrorista el asesinato del embajador.
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