El Pentágono informó hoy que la cercanía de un avión ruso y otro estadounidense en pleno vuelo registrada en el espacio aéreo sirio el pasado 17 de octubre "no fue hostil", sino un "extraño suceso".
Las aeronaves pasaron a media milla (unos 800 metros) una de la otra, el vuelo "más cercano en términos de proximidad registrado hasta la fecha", explicó Peter Cook, portavoz del Pentágono.
La estela de turbulencia dejada por la aeronave rusa, un caza de reacción, se sintió en el avión estadounidense, de mayor tamaño.
"Nuestra gente vio esto como un contacto involuntario. No fue algo que vieron como un acto intencional de hostilidad ", explicó Cook, en una teleconferencia de prensa con el coronel de la Fuerza Aérea John Dorrian, portavoz de la operación contra el Estado Islámico en Siria e Irak.
Tras lo ocurrido, Estados Unidos y Rusia activaron una línea de comunicación para que no vuelvan a repetirse incidentes parecidos.
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